El gobierno cubano reconoce la mediación de la Iglesia
UN INEDITO Y LARGO ENCUENTRO. RAUL CASTRO RECIBIO A LA CUPULA ECLESIASTICA CUBANA DURANTE CUATRO HORAS. FUE EL MIERCOLES Y HABLARON DE LA SITUACION DE CUBA.
Los obispos cubanos podrían destrabar la crisis de los presos políticos en la isla.
Por: La Habana. AFP
El papel de interlocutor que el gobierno cubano reconoció a la Iglesia Católica despertó una cautelosa esperanza de liberación de presos políticos y abrió una posible nueva etapa en la isla.
En un hecho inusual, el diario oficial Granma publicó ayer declaraciones del cardenal Jaime Ortega, que proclamó el jueves un «nuevo periodo» en la relación entre Iglesia y Gobierno tras el «muy positivo»
El encuentro que tuvo el miércoles con el presidente Raúl Castro, con quien abordó el tema de los prisioneros, 200 según la disidencia. La reunión de cuatro horas, primera desde que Raúl relevó en el mando a su hermano Fidel Castro hace cuatro años, se produce en momentos de crispación por la crítica internacional a la situación de los derechos humanos en Cuba y de mayor actividad de la oposición.
«El encuentro tiene el valor primero de apoyar esta gestión mediadora, pero al mismo tiempo de reconocimiento del papel de la Iglesia (…) como interlocutora (…) para caminar por estas nuevas pistas», dijo Ortega.
El religioso también aclaró que las conversaciones entre la Iglesia y el Estado son «entre cubanos», lo que puede permitir negociaciones o mediaciones imposibles para un gobierno extranjero; y que lo sucedido el miércoles representa un reconocimiento del Gobierno a «la Iglesia de Cuba».
De posibles excarcelaciones y fechas tampoco quiso hablar aunque consideró que son posibles.
Ayer habló el opositor Guillermo Fariñas quien anunció que dejará la huelga de hambre que mantiene desde el 24 de febrero si el gobierno se compromete a liberar a 26 presos enfermos, considerados «políticos» por los disidentes.
El gobierno, que tacha a los opositores de «mercenarios» de Washington y dice que «no cederá al chantaje», mantiene a Fariñas bajo cuidados en el hospital de Santa Clara. «Castro no quiere ceder a las presiones de Europa y de EE.UU. pero tampoco desea la muerte de un prisionero enfermo. La iglesia, neutral, le ofrece una salida aceptable», estimó un diplomático.
