¿Se derrumba Moyano despues acto en la Plaza y fracaso de su paro general?
El fracaso del Paro General y el acto de “La Plaza de San Moyano”. Un enfrentamiento entre derecha y centroderecha. La invisibilidad de la izquierda. El Pasado los condena, “Todos Roban” y otras percepciones populares.
Por Gina Alvarez
Hubo 38.000 en el acto de camioneros del 27. Los organizadores habían predicho que concurrirían 150.000. El Paro de Camioneros y el de la CGT (o la facción que lidera Moyano de la misma) quedo reducido a un paro de camioneros que tuvo un impacto moderado.
Para tapar el hecho de que muy pocos pararon, Moyano y su gente comenzaron a decir el día anterior que «no es un paro general sino solo de camioneros y de algunos gremios que acompanan»
El transporte, oficinas públicas, hospitales, escuelas en su mayoría, servicios en general, comercios, construcción, fábricas, etc funcionaron normalmente. Los efectos del paro solo se sintieron un poco más en la Capital Federal porque el gobierno de Macri dictó un asueto administrativo en apoyo a Moyano. En el interior del país el paro pasó mayormente desapercibido excepto en la rama de camioneros.
Choferes de colectivos, taxistas, empleados de peajes nos comentaron casi al unisono – y tuvimos oportunidad de comprobar esto personalmente – que los cientos de coletivos enviados por Moyano a la concentración llegaban a la misma mitad vacíos.
Los ataques de CFK a Moyano, pero también a los trabajadores en general
CFK había lanzado un ataque frontal contra el dirigente camionero en un discurso el día anterior al acto.
Lo hizo después de explicar en detalle los acuerdos con China que someten todas las inversiones de la misma en nuestro país a un modelo neocolonialista (Ver nuestro artículo: • La sintonía fina con China: Vinieron, miraron, acordaron y se llevaron el pozo mientras todos estaban distraídos con la pelea entre Moyano y el gobierno .
Ni Moyano, ni sus partidarios, ni la oposición burguesa al gobierno ni la izquierda, en su afán de manifestarse al día siguiente contra el gobierno, siquiera mencionaron el asunto.
A continuación se despachó CFK en una serie de ataques confusos donde mezcló la afirmación reaccionaria de acusar a los trabajadores en conflicto en Cerro Dragón con la muerte en un accidente de tránsito de 12 gendarmes de los que habían sido enviados a Chubut a reprimir desde Rosario y declaró un día de duelo nacional por sus muertes.
El panegírico de defensa de esta organización paramilitar del estado fue aplaudida de pie por sus partidarios presentes, muchos de los cuales la juegan de «progres.»
Dió cifras confusas sobre los trabajadores que pagan impuestos a las ganancias y fijó un número falso que fue luego retomado por Moyano para criticarla.
CFK dijo que “solo el 19% de los trabajadores” pagaban el impuesto cuando, en realidad, ese es el porcentaje de los trabajadores en blanco que lo hacen y los ejecutivos de las grandes firmas. Si contamos a todos los trabajadores en blanco, en negro y precarizados y los desempleados ese porcentaje llega apenas al 8% del total.
CFK lanzó un ataque frontal como si los trabajadores que ganan arriba de 6.000 pesos fueran “de altos ingresos” (el término que usó para cambiar el nombre del impuesto a las ganancias) y justificó que el piso del pago del mismo no se había subido aun debido a la crisis internacional y al hecho de que no se hubieran aun cerrado todas las paritarias.
En el medio, CFK intentó enfrentar los intereses de los trabajadores que menos ganan con la capa privilegiada de la aristocracia obrera que representa Moyano pero se cuidó muy bien de no anunciar ninguna mejora o acciones tendientes a elevar los salarios de aquellos para equipararlos al de los otros.
Ni una palabra sobre un aumento del salario mínimo, vital y móvil que se halla en estos momentos en la ridícula cifra de $2.300 (coincidiendo en ello con Moyano que ni siquiera trata el asunto).
Todo lo contrario, CFK usó los programas de subsidios – ya atrasados por la inflación – y la explicación de los subsidios a las grandes empresas “como salarios indirectos”.
Tambien resaltó CFK otros “logros” de sus gobiernos como el recientemente anunciado Plan ProCreAr al que muchos le adjudican un futuro poco promisorio y que ni siquiera se ha puesto en marcha.
Lo mas preocupante del discurso de CFK fueron las amenazas de utilización de mano dura en los conflictos obreros.
Su pasado los condena
En el medio de ese farrago de centroderecha, CFK se “acordo” y expreso “el otro día vi unas fotografías… habia algunos dirigentes que en el 74 salian a cazar zurdos, el archivo fotográfico es implacable. Es implacable”, sin duda refieriéndose a Moyano y sus estrechos lazos en aquellos tiempos con la Triple A en Mar del Plata que nosotros venimos denunciando desde hace una década.
CFK y el gobierno saben de estos asuntos desde hace mucho, pero mientras Moyano fue aliado del gobierno nunca lo mencionaron. El juez Oyarbide – un fiel defensor de las políticas del gobierno en los estrados de la justicia – hizo lo posible, y lo sigue haciendo, para proteger a Moyano. Veremos con el tiempo si esto fue nada mas que un ataque oportunista para lograr un efecto o es parte de una estrategia de realmente investigar los crímenes de la Triple A, sobre los que el gobierno y el peronismo en su conjunto ha acordado mantener silencio.
Moyano contestó este ataque criticando en su discurso a los “que se exiliaron durante la dictadura afuera del país y algunos que lo hicieron en el Sur enriqueciendose con la Ley 1050” en clara referencia en el segundo caso a los Kirchner que se fueron a Santa Cruz y se enriquecieron en operaciones inmobiliarias.
En el primero, es decir la crítica a los que se exilaron durante la dictadura mientras el permanecía en el país es una canallada. Los que se fueron eran perseguidos políticos y el pudo quedarse porque colaboraba con los militares.
La izquierda en general no levantó este guante y nada dijo en relación a ello. En su afán de aliarse con Moyano ignoran ese aspecto turbio del pasado del dirigente camionero.
Decimos que sorprende porque, en general, la izquierda ha comentado nuestros cargos al dirigente de la CGT, y otros en varias oportunidades pero ahora, porque lo menciona tardíamente CFK, deciden guardar silencio al respecto.
Un enfrentamiento entre Peronistas de derecha y centroderecha
Nuestro cálculo es que al acto de Moyano concurrieron 38.000 personas. El de Telam (oficialista) es que fueron 25.000. TN (opositor, del Grupo Clarín) le dio la misma cifra. Clarín dijo que fueron 50.000; Perfil dijo 30.000. Los organizadores del acto no dieron cifras aunque el locutor del acto habló del absurdo de 120-140.000 participantes y la izquierda comentó que había habido «una importante concurrencia.»
El discurso y el acto fueron fieles a la liturgia peronista – así como lo fue el discurso del día anterior de la Presidenta – y condicionado a la interna del camionero en el PJ y la CGT.
Considerando que en el último acto de Camioneros en un estadio reunieron 50.000 solos y sin tanta publicidad como ahora (Moyano dijo en aquella oportunidad que habían ido 100.000) y que, cuando era aliado del gobierno, se vanagloriaba de haber reunido medio millón en la 9 de julio, las cifras de este acto son exiguas.
El único orador, Moyano, se mostró por momentos dialoguista pidiendo negociaciones con el gobierno alrededor de elevar el piso del impuesto a las ganancias y la universalización de las asignaciones familiares, pero no anunció otros reclamos, no fijó ninguna actividad futura y casi todo su discurso estaba dirigido a cuestionar el carácter peronista del gobierno y ensalzar el propio.
Así, la izquierda y quienes apoyaron el acto desde afuera del peronismo quedaron atrapados y sin salida.
La invisibilidad autoinfligida de la izquierda y el Cambalache del acto
La izquierda fue invisible. No aparecieron en la foto sino un pequeño contingente del PCR/CCC; MST y algunos pocos del FIT a los que el Moyanismo permitió ubicarse en el extremo izquierdo de la Plaza, junto a la Catedral, mientras el grueso de sus partidarios permanecieron bloqueados en Diagonal Norte sin poder ingresar al acto.
Se notó tambien que la izquierda, de conjunto, movilizó menos de la mitad de lo que suele hacer en sus actos y marchas. Esto es debido, probablemente, a que gran número de sus simpatizantes e incluso militantes no concurrieron a la cita. En total, la izquierda (PCR/CCC; MST; PTS; PO y otros) habrían movilizado unos 2.500 trabajadores y jóvenes siendo generosos en el cálculo.
Sabemos, porque los conocemos, y porque ya han empezado a hacerlo, que los dirigentes de los partidos de izquierda no reconocerán su equivocación en apoyar este acto de Moyano y la burocracia. Jorge Altamira dio una muestra de esta arrogancia cuandoa afirmó, despues del acto al que concurrio que: “Nosotros no somos funcionales a Moyano, Moyano es funcional a nosotros.”
Claro que se les deslizaron algunas claves de cierta decepción con el camionero en los comunicados de prensa que dieron a conocer, después del evento, el PTS y PO.
Jorge Altamira, PO – “La masividad de la concurrencia planteaba la necesidad de un plan de lucha que Moyano no anunció, incluso después que la presidenta hiciera una defensa encarnizada del impuesto al salario. En cambio, Moyano dedicó su discurso a fogonear un polo opositor al interior del peronismo, a pesar de que los destinatarios de su planteo también defienden políticas de ajuste e incluso se opusieron a esta marcha, como Scioli y Macri”
Christian Castillo, PTS: “Moyano en la Plaza aunque levantó justas demandas obreras como la crítica al impuesto al salario o que las asignaciones familiares sean pagadas a todos los trabajadores hizo un planteo político claramente patronal, jugando en la interna peronista para Scioli u otros personajes»
No hubo paro, no intervinieron mas que llevando a sus militantes a escuchar la palabra de Moyano. ¿Que esperaban?
Entre los burocratas sindicales en el palco se hallaban algunos dirigentes de derecha como la ex diputada Hotton, pero tambien estuvo, insólitamente, Pino Solanas.
Macri y la defensora de los militares genocidas, Pando, tambien se expresaron en apoyo a las acciones de Moyano. Luis Barrionuevo, adversario de Moyano en la CGT, envió una columna al acto de unos 1.000 trabajadores de los gremios de su CGT Azul y Blanca porque dijo «adherir a los reclamos»
Ademas de los camioneros, que componían la gran mayoría de los asistentes al acto, hubo pequeños contingentes del gremio de Piumato (judiciales, tal vez unos 300); Seguridad (100); Motoqueros (80); La Bancaria (400) y así sucesivamente. Facundo Moyano movilizó una columna de la Juventud Sindical Peronista (JSP) y de su propio gremio, Peajes, de unos 2.500 trabajadores.
Un pequeño grupo de docentes que responde a Moyano tambien participó del acto. Lo mismo hicieron unos 800 trabajadores municipales.
No hubo representación de metalúrgicos, mecánicos, empleados de comercio, sanidad, construcción y demas gremios mayoritarios en la CGT y controlados por la burocracia sindical que se opone a la continuación del mandato de Moyano al frente de la central.
Tampoco concurrió la CTA y, segun su Secretario General Pablo Micheli, fue «porque no nos invitaron» aunque dijo solidarizarse con la manifestación y sus consignas.
Mas allá de la retórica y los artilugios de la propaganda quedó plasmado que Moyano ha perdido mucha fuerza y que queda mul mal ubicado, o peor ubicado que antes, tanto en la interna de la CGT como en la del Peronismo después de este acto.
”Todos roban”
Moyano también apeló sin mucha respuesta a sectores de la clase media afectados por la política impositiva injusta y pro grandes corporaciones del gobierno. En verdad existe una presión impositiva enorme sobre sectores medios de la sociedad y en las capas de la aristocracia obrera. Esto lo reconocen incluso muchos Kirchneristas.
El camionero no logró un apoyo significativo en estos sectores a pesar de la solidaridad que le brindaron personajes de derecha como Macri, Aldo Rico, la ex diputada Hotton, el ingeniero Blomberg… quiza debido a la percepción pública de una realidad de que Moyano, y el conjunto de la burocracia sindical, son grandes empresarios, plagados de corrupción y negocios turbios.
Así como la administración pública recibe la furia de muchos por los negociados y el robo del tesoro público (Jaime, concesiones de trenes, subsidios a las grandes empresas, el caso Ciccone que afecta incluso al Vice-Presidente, el escándalo Schoklender y la vivienda, etc), Moyano y la burocracia sindical estan bajo la mira de los escándalos de los robos en las Obras Sociales, troqueles y medicamentos truchos, propiedad de industrias y negocios millonarios, lavado de dinero…
No hay manos limpias en ninguno de los dos sectores opuestos y esa es la percepción generalizada. Así, las acusaciones mutuas se cancelan unas a otras en el impacto público. “Todos roban” es quiza la percepción popular mas afirmada en los tiempos que corren.
Después del 27 quedaron mas claro las cuestiones por las cuales debe surgir una oposición obrera y popular contra las medidas del gobierno, la avanzada del imperialismo en nuestro país y la voracidad de las patronales… y que Moyano, su ala de la burocracia y quienes se le oponen en la CGT mas que ser un posible conducto para agudizar esa lucha obrera y popular son la principal barrera para que surja y se desarrolle.
No será en un frente con ella, sino contra ella que los trabajadores podrán avanzar hacia su emancipación. Simbólicamente, esto quedó reflejado cuando Moyano y otros dirigentes llegaron al palco del acto, abriendose paso en forma como lo haría la realeza de algun reino de pacotilla, a bordo de automóviles de alta gama, rodeados de matones y “culatas”.
La “oposición” de Moyano, como antes su alianza con él, fortalecen al gobierno, no lo debilitan.
Izquierda info 28/06/12