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Los sindicatos se unen a las manifestaciones de jóvenes en Turquía

Los sindicatos se unen a las manifestaciones de jóvenes en Turquía

Los manifestantes cumplieron su cuarto día consecutivo de protesta contra el gobierno de Erdogan (AFP).
Los manifestantes cumplieron su cuarto día consecutivo de protesta contra el gobierno de Erdogan (AFP).

El primer ministro asegura que las protestas son producto de grupos extremistas que no reconocen el progreso durante su gobierno

Por Ben Wedeman y Gul Tuysuz

ESTAMBUL (CNN) — Unos 240,000 integrantes de los sindicatos turcos respaldan las manifestaciones antigubernamentales en el país.

La confederación KESK de los trabajadores del sector público llamaron a una huelga de dos días a partir de este martes para protestar contra lo que llamaron el «fascismo» del partido gobernante del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien se ha convertido en uno de los focos de la ira de los manifestantes.

Los manifestantes tienen un enemigo común: las fuerzas de seguridad que lanzaron gases lacrimógenos y ataques con cañones de agua sobre ellos en respuesta a las protestas pacíficas contra el gobierno de Erdogan.

La Asociación Médica de Turquía afirmó que al menos 3,195 personas resultaron heridas en los enfrentamientos del domingo y lunes. Solo 26 de ellos se encuentran en estado grave o crítico, dijo.

Uno de los manifestantes, Mehmet Ayvalitas, murió a causa de sus heridas, dijo la asociación. Y el gobernador de Hatay, en el sureste de Turquía dijo que un hombre de 22 años de edad, Abdulah Comert, fue asesinado con arma de fuego durante las manifestaciones de este lunes, de acuerdo con la agencia semioficial de noticias Anadolou.

La asociación médica informó que la mayor parte de los lesionados se produjeron en Estambul, donde comenzaron las protestas antes de extenderse a la capital Ankara, Izmir, Adana y otros lugares.

Una calma aparente

Después de las escenas caóticas este lunes en las calles que continuaron hasta altas horas de la noche mientras el gas lacrimógeno flotaba en el aire, la situación era relativamente tranquila este martes por la mañana en la plaza de Taksim de Estambul, cerca del parque donde se inició el movimiento de protesta.

Las barricadas permanecen alrededor de la plaza y los opositores de Erdogan parecen decididos a continuar las movilizaciones a pesar de que el lunes el primer ministro dijo que espera que la situación vuelva a la normalidad «en pocos días».

Las manifestaciones comenzaron después de que se hicieron planes para destruir el parque Gezi, el último espacio verde en el centro de Estambul, y sustituirlo por una réplica del cuartel otomano del siglo XIX. El complejo incluiría un centro comercial.

Lo que comenzó como una movilización por un puñado de residentes enojados creció rápidamente en una protesta más grande. La policía antidisturbios entró utilizando gases lacrimógenos y gas pimienta. Los manifestantes respondieron lanzando botellas, levantando barricadas, bloqueando las excavadoras y quemando basura en medio de la calle.

Entonces, indignados por el comportamiento de las fuerzas de seguridad, los manifestantes comenzaron a atacar a la policía. Las protestas se han transformado desde entonces en las quejas más grandes contra Erdogan, a quien los manifestantes llaman paternalista y autoritario.

La policía ha sido criticada

Los grupos internacionales como Amnistía Internacional han calificado la respuesta de la policía como excesiva. En Ankara el domingo por la noche, un equipo de CNN fue testigo de cómo las autoridades maltrataron a por lo menos uno de los manifestantes. Un oficial de policía pateó a un camarógrafo de CNN, informó Nick Paton Walsh.

Erdogan, quien salió del país este lunes en un viaje de cuatro días al norte de África, ha respondido desestimando las manifestaciones diciendo que son obra de «elementos extremistas» y los grupos marginales.

«Mis ciudadanos inteligentes reconocerán esto, entonces van a darles una buena lección», dijo.

Pero el presidente de Turquía, Abdullah Gul, tomó un tono más conciliador este lunes, diciendo que «se han recibido los mensajes enviados de buena fe».

En Estambul, las multitudes han estado cantando «Renuncia Tayyip», en referencia a Erdogan, y «hombro con hombro contra el fascismo».

Las protestas se han extendido a 67 de las 81 provincias de Turquía, de acuerdo con Anadolu.

La oposición ha sido replegada

Hugh Pope, analista del Grupo Internacional de Crisis de Turquía, llamó a las protestas «totalmente sin precedentes» y dijo que Erdogan fue sorprendido con la guardia baja. La mayoría de los manifestantes, dijo Pope, son «gente normal» que simplemente quiere que sus voces sean escuchadas.

«Sin embargo, hay otros manifestantes que son algo más oportunistas en las facciones de izquierda que normalmente no tienen mucha promoción en Turquía y están acampados en la plaza de Taksim», dijo el Pope.

Erdogan ha elogiado los logros de su gobierno que ha mantenido el crecimiento económico durante una década.

Su partido ha ganado las tres últimas elecciones, asegurando la más reciente con un 49,95% de los votos en 2011.

«Lo que tenemos es esencialmente un gran grupo de turcos que se sienten alineados con este gobierno desde hace 10 años», dijo Richard Haass, un analista de Medio Oriente en el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington.

«Es un país de partido único. Todas las políticas ocurren dentro de él. La oposición es débil, dividida, irresponsable», dijo. «Hay una gran cantidad de personas en Turquía que se sienten tanto alienados como intimidados por el gobierno, y esta es la forma en que decidieron rechazar la situación.

Ivan Watson y Talia Kayali de CNN contribuyeron a este reporte.