UCR, Binner, Unen…
Unidos para “revivir” la Alianza de 2001
Ya se habla de “llevar a nivel nacional” el Acuerdo Cívico y Social entre la UCR y el FAP que gobierna Santa Fe, con el agregado de Elisa Carrió y “Pino” Solanas. No son ninguna opción. Se trata de recrear la vieja “Alianza” que llevó a los trabajadores al desastre en 2001.
Escribe: José Castillo
Con los triunfos de Binner en Santa Fe, la buena elección de Unen en la Ciudad de Buenos Aires (donde sus cuatro listas sumadas superaron la votación del PRO) y las victorias radicales en varias provincias (siendo la más resonante la de Cobos en Mendoza), empieza a sonar con fuerza la posibilidad de la unificación del espacio opositor radical-centroizquierdista de cara a las presidenciales de 2015.
Es increíble el “olor” a la vieja Alianza UCR-Frepaso (que ganó en 1999 con la fórmula De la Rúa- Chacho Álvarez y terminó con el primero huyendo en helicóptero en diciembre de 2001) que despide este engendro. Es que muchos son, efectivamente, los mismos personajes de esa historia: ahí estaban Carrió, Binner, Terragno, Cobos y tantos otros. El esquema es el mismo de entonces: una bolsa de gatos de políticos patronales con opiniones contrapuestas en montones de temas, unidos por el lema de la “anticorrupción”.
El ejemplo de Unen en la Ciudad de Buenos Aires resulta clarificador. Ahí están “Pino” Solanas, que se pasó años denunciando el saqueo de la deuda externa, junto a Alfonso Prat Gay, el viejo empleado de J.P. Morgan y negociador de los canjes de deuda. Elisa Carrió, que como ganadora encabezará la lista a diputados en octubre, acaba de afirmar que “no le parecería mal que Gabriela Michetti (del PRO) sea senadora, porque es republicana”, señalando que su objetivo central será que el Frente para la Victoria no obtenga el senador por la minoría. Pero “Lilita” ni siquiera es consecuentemente antikirchnerista, ya que quien la secundará en la lista de diputados es nada menos que Martín Lousteau, el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner, autor de la famosa resolución 125.
En Santa Fe, el Acuerdo Cívico y Social (alianza entre el FAP de Binner y la UCR) gobierna desde hace cinco años (y en la ciudad de Rosario hace 20). Se trata de una provincia donde los privilegios a las grandes multinacionales de la soja conviven con enormes bolsones de pobreza y marginalidad, donde se enseñorean los carteles del narcotráfico.
Hay otros lugares del país donde el viejo radicalismo ha tenido un revivir relativo, producto del derrumbe de los viejos gobernadores ligados al kirchnerismo. El caso más claro es Mendoza. Pero la figura de Cobos, patético representante de lo más conservador de la provincia, es imagen y semejanza de un partido que ya gobernó muchas veces y jamás resolvió una sola de las necesidades populares.
En síntesis, la centroizquierda y el radicalismo son el viejo proyecto de la Obediencia Debida y el Punto Final, de los ajustes y la hiperinflación de Alfonsín y de los que trajeron de vuelta a Cavallo en 2001 y terminaron llevando al país al corralito y a la hiperdesocupación. Incluso de los que, producto de “su propia corrupción”, terminaron generando masacres como la de Cromañón durante el gobierno de Ibarra. Nada puede ni debe esperar de ellos la clase trabajadora, la juventud y demás sectores populares.
El Socialista 14/08/13