En pleno Mundial Sigue la pulseada salarial
Empezó el Mundial en Sudáfrica, con el color y el ruido ensordecedor de las vuvuzelas. Y, a la distancia, con todo el fervor puesto por el pueblo trabajador hacia la celeste y blanca. Se dio la primer alegría ante Nigeria y empezaron los infaltables debates, en los lugares de trabajo, sobre la escurridiza jabulani y los posibles cambios en el equipo nacional ante los desafíos que se le presentan para poder pasar de ronda. El gobierno, ni lerdo ni perezoso, aprovecha cada espacio para seguir mostrándose como “popular” junto a las “bondades” de su modelo. Esta vez lo hizo con una propaganda sobre la entregade los decodificadores, con Gastón Pauls, pasada en el entretiempo del partido inaugural por la TV Pública, con el intento de ocultar los graves problemas que afectan a los trabajadores. En medio del evento más popular del mundo siguen la inflación y los bajos salarios. La suba de precios (en mayo fue la mayor de ese mes en los últimos ocho años) sigue fogoneando la situación y devorando los salarios y jubilaciones. Es el ajuste de Cristina para pagar la deuda externa. A los constantes aumentos en los productos de primera necesidad, ahora se le suman los faltantes de azúcar, aceite, arroz, entre otros productos básicos. Lo que preanuncia un nuevo aumento de precios en esos artículos, a los que hay que agregar los incrementos en los combustibles, celulares y varios servicios. Mientras el 60 % de los que trabajan “en blanco” gana menos de $2.000, la otra mitad que lo hace “en negro” cobra $1.500 y la jubilación mínima, que perciben el 76 % de jubilados y pensionados, cubre sólo la mitad de la canasta básica de alimentos. ¡Basta de inflación y bajos salarios! ¡Basta de pagar deuda externa! ¡Que esa plata vaya para salario, salud educación!
Desde que la paritaria de la Alimentación impuso un nuevo piso salarial del 35 %, el gobierno, las patronales y la CGT pretenden contener los reclamos. Días atrás el gobierno y UPCN firmaron un 21% para los estatales antes que se sentaran en las paritarias, dejando por fuera a ATE. Moyano, quien participó de la movida justificando ese aumento, produjo un sorpresivo giro reclamando para los camioneros un 31%. Es que se impuso por presión de las bases el “INDEC de los supermercados” en esta oleada de reclamos paritarios, ante lo cual, ningún burócrata sindical quiere quedar “mal parado“, como reconoció Lescano de Luz y Fuerza. Ahora la UIA, que viene manifestando su preocupación por lo “desmedido” de las demandas salariales y “el no acatamiento de las conciliaciones obligatorias” en varias huelgas que se dieron, se reunirá con la CGT de Moyano para elaborar un plan contra la inflación, el cual se lo entregarán a Cristina. El gobierno, que viene negando los aumentos de precios, aparentemente le dará un guiño a la reunión, ya que participaría en la misma la ministra de Industria Débora Giorgi y el canciller Jorge Taiana. Bajo el título de ponerle freno a la escalada de precios, están preparando una nueva mentira: que “los aumentos de salarios provocan expectativas inflacionarias”. Pretendiendo, de esta forma, bajar los porcentajes salariales en las negociaciones actuales y futuras.
Quieren que la crisis la paguen los trabajadores. Por eso, en medio del Mundial, no se deja de luchar. Los petroleros de YPF en Mendoza bloquearon 14 plantas. Hubo un fuerte paro nacional telefónico y en Luz y Fuerza capital. Paran los portuarios. Se prepara un acampe frente al ministerio de Trabajo de los trabajadores de la ex Massuh y los ferroviarios del Sarmiento lanzan una nueva medida de fuerza por condiciones de trabajo. También hubo un corte de calles de los trabajadores de Felfort por aumento y contra los despidos, al igual que los trabajadores de Bagley-Córdoba con medidas exigiendo la reincorporación de seis compañeros. Los trabajadores de Camuzzi (ex Gas del Estado) consiguieron un incremento del 30 % y el burócrata sindical Barrionuevo cerró en un 35 % para su gremio. Comercio sigue en negociaciones por cómo se aplicará el 29% otorgado y, ahora, se prepara el SMATA junto a otros gremios, reclamando porcentajes similares. La pulseada salarial en las paritarias, lejos de aquietarse como querían el gobierno, las patronales, la CTA y la CGT, se mantiene.
Hay que exigirle a la CGT y CTA que abandonen su pasividad y el pacto con el gobierno y las patronales. Impulsando la más amplia unidad, realizando asambleas y plenarios de delegados con mandato para votar medidas por aumentos de salarios. Que el 35 % logrado en la Alimentación sea el piso de la negociación paritaria. Y reclamar que se reabran las mismas en aquellos gremios que firmaron por menos, para pedir una actualización de acuerdo al real costo de vida. Para que los salarios igualen a la canasta familiar, que está alrededor de $4.500.
El Socialista 16/06/10