Con él se intenta esconder las crudas realidades del mundo actual. Mucha elegancia y feroz espíritu de competencia para el desfile de deportistas millonarios, y multinacionales haciendo sus jugosos negocios, pugnando entre sí como si fuesen ellos los verdaderos protagonistas de una competencia que solo ofrece dinero, ganancias, estafas y miserias.
Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
Y aquí está el mundial Sudáfrica 2010.
Ni siquiera en lo futbolístico disfrutaremos de juegos atrevidos y alejados de formalidades tácticas y técnicas. Jugadores de los países del Tercer Mundo ejecutan frías técnicas de fútbol del Primer Mundo europeo, siguiendo la tendencia cosificada de un deporte “taylorizado”. Y los trabajadores, rinden tributos a los negociados de las multinacionales.
Sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
El impacto económico del mundial se estima en unos US$7.325 millones. Una cifra que representa el 160 % del gasto público de Ghana, y casi 3 veces la deuda externa de Camerún, los dos países africanos más pobres de la copa.
Cúbrete el rostro
y llora…
pero no te contengas.
Vomita.
Samuel Eto, una de las figuras del Inter campeón de la UEFA y de la Selección de Camerún, considerado uno de los mejores jugadores africanos de todos los tiempos, cobra 10 millones y medio de euros por año. Unas 257 mil veces el salario mínimo en su país de origen.
¡Si!
Vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
Sudáfrica ya ha invertido más de 6.000 millones de dólares en infraestructura y gastos relacionados al evento. La suma invertida, equivale a sacar de la pobreza al conjunto de la población de Costa de Marfil, Ghana, Camerún y Honduras.
Cúbrete el rostro,
y Vomita.
No te contengas
¡Sí!
Vomita,
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera…
horas entrecortadas por relinchos de angustia.
Fuente: http://200.58.120.249/aldorso.com.ar/12-JUN-10_Editorial.html
12 de junio de 2010