Ni Kirchner, ni los otros
De un lado Magnetto, el dueño de Clarín, la Sociedad Rural, el peronismo “disidente”, Macri y Carrió. Del otro, Cristina y Néstor Kirchner, junto con Moyano y los intendentes y gobernadores del viejo PJ apoyados por la Barrick y Repsol. Ninguno de estos sectores es salida para los trabajadores.
Escribe: José Castillo
Pasemos lista: Macri, Duhalde, De Narváez, las distintas vertientes del “peronismo disidente”, Cobos, el radicalismo y Carrió. Todos sentados disciplinadamente aplaudiendo en la Rural el discurso de Biolcati, quien dio “clase” sobre la Argentina de los últimos 100 años. Todo mezclado, claro, con frases demagógicas, como que “está preocupado por la pobreza”, o “condenando el endeudamiento externo y los golpes de estado”. ¿Alguien le puede creer? Unos días después, el Peronismo Federal y el PRO aparecieron reunidos con Héctor Magnetto, el CEO de Clarín, quien se jacta de “poner y sacar presidentes”.
Legítimamente, algún compañero podría pensar que, si este rejunte está en un rincón, en el otro deben estar “los buenos”. Miremos entonces a sus “contrincantes”: con Cristina y Néstor Kirchner están Moyano y lo más podrido de la burocracia sindical, los intendentes del conurbano, los gobernadores de provincias, lo peor del peronismo y el viejo PJ. Falta sumarle los tremendos casos de corrupción oficial: los negociados con la embajada “paralela” en Venezuela, los Echegaray que se autoadjudican subsidios millonarios, las propiedades de Jaime, el obceno enriquecimiento personal de los Kirchner y las ganancias de sus empresarios “amigos” (o testaferros) como Cristóbal López o Lázaro Báez, solo por enumerar algunos.
Si el primer grupo se apoya en la Rural o Clarín, los Kirchner son quienes garantizan los negocios de la megaminería de la Barrick y el saqueo del petróleo y el gas vía Repsol. Es tan horripilante la foto de la oposición patronal en la Rural como la de Cristina, 15 días antes, en Toronto, festejando con Thomas Punk, el jefe de la Barrick Gold.
Cristina tilda a la oposición de ser “los que se arrodillan ante las corporaciones”. ¿Y su gobierno? Está claro que la reunión del Mercosur hecha en San Juan sirvió para garantizar que no saliera la Ley de Glaciares. Días después, “casualmente”, no hubo quórum para tratarla. Incluso, hay quienes sostienen que el candidato a vicepresidente de los Kirchner en 2011 debería ser el mismísimo José Luis Gioja, gobernador de San Juan, principal lobbysta de aquella minera de la muerte.
¿Por qué se pelean?
Gobierno y oposición usan al Congreso como ring para sus disputas electoralistas. Sólo piensan en cómo mejor posicionarse en vistas a las elecciones presidenciales del año próximo. Con bochornosos sobornos de por medio, compra de voluntades y aprietes. Los Kirchner logrando votos de Menem a cambio de impunidad. La oposición mostrandose “unitaria” cuando es una bolsa de gatos.
Sus peleas, a su vez, son por “los negocios”. Es que, más allá del crecimiento económico, la “torta” se viene achicando desde el estallido de la crisis mundial de mediados de 2007. Los grupos monopólicos del campo (lo que queda de la vieja oligarquía, los pooles de siembra, grandes transnacionales exportadoras y patronales agrarias) no quieren ceder nada de la renta agraria. De ahí que su programa es lisa y llanamente la eliminación de las retenciones. Del otro lado, están todos los que no quieren perderse la millonada de subsidios y exenciones impositivas que vienen recibiendo desde la salida de la convertibilidad. Disputas que no tienen nada que ver con el enfrentamiento entre el campo y la industria, como quiere hacer creer el gobierno, ya que las distintas patronales están entrecruzadas en sus negocios y representados tanto por el gobierno como por los distintos políticos de la oposición patronal.
Hay que construir una alternativa de los trabajadores
Hay que llamar a enfrentar a la Sociedad Rural, a Clarín y a los políticos patronales que los defienden. Pero no hay que confundirse con la mentirosa campaña del gobierno. Los Kirchner se tildan de “progresistas” cuando no lo son. Porque este gobierno es el que paga la deuda externa de la dictadura, mantiene las privatizaciones menemistas y el saqueo de los recursos naturales de los 90. Tema sobre los cuales “no hay peleas” entre los políticos patronales, sean del color que sean. Por eso no podemos esperar nada de sus disputas.
Hay que construir una alternativa de los trabajadores que pelee por soluciones de fondo: dejar de pagar la deuda externa para que haya salarios y jubilaciones dignas, trabajo, salud y educación; reestatizar las privatizadas; nacionalizar la banca y el comercio exterior, entre otras urgentes medidas para “redistribuir la riqueza” de verdad. Las cuales se podrán alcanzar con lucha y movilización. Y también, con la unidad de la izquierda. Izquierda Socialista hace años que viene bregando por esa unidad. Seguiremos haciéndolo, convencidos que es el camino efectivo para enfrentar en las luchas y en las elecciones a los enemigos comunes de la clase trabajadora.
El Socialista 11/08/10