¿Pino Solanas se unirá con Carrió?
En estos días, el dirigente de Proyecto Sur dejó abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo electoral con la dirigente de la Coalición Cívica. “Tenemos muchos puntos en común”, dijo. Así, demostró que no tiene empacho en aliarse con los restos del bipartidismo. Carrió viene de apoyar a la Alianza y acordar con la UCR en las pasadas elecciones.
Escribe: Juan Carlos Giordano
“Tenemos coincidencias en la necesidad de democratizar las instituciones, de acabar con la minería destructora y contaminante, de auditar la deuda externa… nosotros en la Cámara de Diputados coincidimos en muchos aspectos”, señaló Pino Solanas sobre Carrió y la Coalición Cívica (Clarín, 17/08). Adrián Pérez, a quien la ex jefa del ARI postula para Capital y reafirmó a Prat Gay, le devolvió los elogios: “Hemos tenido una buena relación con Proyecto Sur y una visión similar en muchos temas, como la redistribución de la riqueza, la corrupción y el respeto a las instituciones” (Página12, 17/08). “Ahora me quieren todos: los radicales, Solá me felicita, Solanas…”, dijo la ex radical. El futuro dirá si se logra una alianza electoral entre Solanas-Carrió para las próximas elecciones. Pero los dichos ya están y son contundentes.
¿Combatir al bipartidismo con sus restos?
Estas manifestaciones se dan a pesar del fuego cruzado entre ellos. “En 2001, en plena crisis, estaba filmando en París”, dijo Carrió de Pino. Y el cineasta la cruzó: “Carrió nació de centroizquierda y ahora se fue a la centroderecha”. Aún así, el referente de Proyecto Sur tildó de valiente la ruptura de Carrió con el Acuerdo Cívico y Social (UCR-Partido Socialista de Binner- Giustiniani), porque, dice, “no hay que repetir una nueva Alianza”.
Es cierto que, en forma urgente, hace falta una alternativa al bipartidismo PJ-UCR. Pero esa “alternativa” no se puede construir con los restos del mismo. Ni con propuestas programáticas que sostienen este sistema, aunque se lo critique con duros epítetos.
Carrió está por la eliminación de las retenciones a los pooles de siembra y a las grandes patronales exportadoras del campo. No hace mucho habló de “paz y reconciliación” con los militares. Cuando dice que hay que tener “respeto a las instituciones”, se refiere a esta Justicia, Parlamento y Fuerzas Armadas, es decir, a esta democracia para ricos que gobierna para las grandes patronales, multinacionales y el imperialismo. Incluso con golpes de Estado, como lo muestra la historia.
Que Pino reivindique a Carrió porque denuncia a la minería contaminante, encubre que ésta nunca se expidió para que se vaya la Barrick, ni participó de ninguna de las marchas de los pueblos afectados contra esa industria de la muerte. Por ejemplo, siempre estuvo en contra de los cortes de los vecinos de Gualeguaychú contra Botnia.
Pino también dice coincidir en que hay que “auditar la deuda”. ¡Pero la deuda no sólo ya está auditada, sino que hay un fallo judicial que la declaró ilegítima y fraudulenta y fue girado al Parlamento para que se investiguen las responsabilidades políticas de quienes protagonizaron semejante endeudamiento en plena dictadura, quedando todo en la impunidad! Esto de “auditar” o “investigar” la deuda -clara coincidencia entre Carrió y Solanas- lleva, por ejemplo, a que, ante el debate del 82% móvil, ninguno haya propuesto que esa plata debe salir de la inmediata suspensión de los pagos de esa deuda usurera para poder respetar los derechos adquiridos de nuestros padres y abuelos.
Hacen falta medidas de fondo
La revelación de un posible acuerdo Solanas-Carrió fue matizada por el referente de Proyecto Sur a los pocos días. Seguramente, por el malestar provocado entre sus filas y sus votantes, que ven en Pino algo distinto. Pero por más que Solanas se retracte (cosa que no hizo) o el acuerdo no se concrete, sus declaraciones revelan sus propias limitaciones como proyecto político. Solanas ya se manifestó dispuesto a aliarse con Luis Juez, el GEN de Margarita Stolbizer y Binner. Es decir, en embarcarse a conformar una nueva variante de centroizquierda.
“Soy el heredero de Perón”, se autoadefinió Solanas, anunciando que podría ser candidato a presidente en 2011. Pero sus denuncias judiciales y parlamentarias, sin ninguna predisposición a poner su prestigio al servicio de apoyar las luchas cotidianas, hablan de un proyecto electoralista que dista mucho de ser emancipador.
Solanas no plantea que hay que dejar de pagar la deuda externa, no se pronuncia claramente por la reestatización de las privatizadas, no habla de nacionalizar el comercio exterior ni la banca, ni de expropiar a los pooles de siembra y grandes multinacionales exportadoras. Sólo señala que el Estado debe quedarse con parte de la renta petrolera, minera u otras medidas parciales que, aunque correctas, son insuficientes para sacar al país del saqueo imperialista.
Llamamos a los seguidores de Proyecto Sur a reflexionar sobre la decisión de su máximo líder de avanzar en acuerdos con políticos patronales. Sobre las limitaciones de su programa y proyecto, más allá de sus denuncias. Y de los riesgos de ir gestando una nueva variante de centroizquierda que ya fracasó a la hora de gobernar, al igual que el bipartidismo. Seguimos considerando que hace falta unidad de los trabajadores, luchadores y la izquierda para enfrentar en serio a los verdaderos enemigos de los trabajadores y el pueblo.
El Socialista 25/08/10