En el Bicentenario
Cristina seguirá pagando la deuda
Como un amargo regalo de Navidad y fin de año, la presidente Cristina Kirchner anunció, el 14 de diciembre, que usará las reservas del Banco Central para los pagos de la deuda externa de 2010. 
Serán 6.570 millones de dólares que pasarán a manos de los banqueros internacionales cuando así lo requieran. Como una ironía de la historia, la presidente anunció que esos millones de dólares integrarían el Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad.
De esta forma, el gobierno peronista de los Kirchner ya anticipa cómo va a conmemorar los 200 años de la Revolución de Mayo de 1810, dando otra vuelta de tuerca a nuestra atadura semicolonial a los yanquis, al FMI, a las multinacionales y a la banca imperialista. Tienen encima la caraduréz de llamarlo “Fondo para el Desendeudamiento”. Otra vez la mentira que quiso vender el ex presidente en el 2006, cuando adelantó un pago en efectivo al FMI de 9.500 millones de dólares, diciendo que era una medida con la cual nos “liberábamos del FMI y de la deuda”. Lo mismo había dicho en el 2005 cuando se hizo el primer canje de deuda. Hoy queda claro que no solo no nos liberábamos del FMI y de la banca acreedora, sino que la deuda ha seguido creciendo. Oficialmente se reconoce que la deuda externa asciende a más de 140.000 millones de dólares. Pero si le sumamos el canje pendiente, los intereses y la deuda con el Club de Paris, llegaría a más de 175.000 millones de dólares.
Ni siquiera esos pagos achicarán la deuda, porque cumplir ahora con los reclamos de la banca internacional busca preparar nuevos endeudamientos. El ministro Boudou aclaró que “mostrando que tenemos plata para pagar la deuda” se pueden lograr créditos internacionales “a intereses más bajos”. O sea más deuda para apoyar a las patronales y abastecer la enflaquecida “caja” K.
Ha sido una buena noticia para los banqueros y para las bolsas del mundo, pero mala para los trabajadores y el pueblo. Porque en 2010 cada dólar de la deuda se pagará con menos salario, menos trabajo, educación y salud. Y habrá vencimientos por 14.848 millones de dólares.
¿Por qué dieron este paso ahora? Lo hicieron porque, aunque lo escondan, están cada vez peor económicamente, necesitan plata de inversión extranjera. Pero la crisis mundial capitalista sigue y las multinacionales exigen condiciones leoninas y signos claros de entreguismo de los gobiernos que ponen “la gorra”. Por eso los Kirchner se ponen a tono con el imperialismo y sus banqueros: todos ellos quieren que la crisis la paguen los pueblos con menos salarios, trabajo y saqueo de sus riquezas. Entonces Cristina sale con sus mejores galas y arreglándose la cabellera a mostrar que ella está para jugar ese papel. Sale a pagar deuda cuando en el mundo capitalista hay signos claros de que la crisis no está superada (ver pagina 15). Dubai declaró el no pago de una deuda de 60 mil millones de dólares de una empresa constructora, y Grecia está tecleando con sus finanzas y su deuda externa. En España la crisis se agudiza y miles de trabajadores salieron a la calle a reclamar que la crisis no la paguen ellos. Cristina no tuvo mejor idea que “salir a tranquilizar” a los mercados… prometiendo pagar todo “cash” y cuando se lo pidan.
Esto no hace más que confirmar que el 2010 será un año de mayores ataques del gobierno al nivel de vida del pueblo trabajador. Los anuncios de pago de deuda no harán más que agravar los problemas de salario y desempleo. Los propios datos del Indec indican, por ejemplo, que la desocupación supera el 10% en el Gran Buenos Aires y en ciudades como Córdoba, Santa Fe, Rosario, Tucumán y Mar del Plata. Crecen los índices de pobreza y marginación. Pero el gobierno K juega con fuego, porque en los últimos meses de 2009 lo que también creció fue la protesta obrera y popular. Y se han obtenido victorias importantes, que no solucionan los problemas de fondo, pero que tonifican la lucha como la recuperación de la comisión interna y muchos despedidos de Kraft, un parcial reconocimiento del nuevo sindicato del Subte o la absolución de los delegados ferroviarios de TBA. Estas victorias potencian las luchas que vendrán en el 2010 por el salario y el trabajo.
El gobierno peronista K lanza todo tipo de bravuconadas y de amenazas, pero en realidad entra al 2010 muy debilitado políticamente. Es inexplicable que alguien todavía considere a Néstor Kirchner un semi genio de la política. En 2009 no embocó una. Largó el adelantamiento de las elecciones como una jugada estelar para ganar y perdió. Luego propuso encabezar él la lista de diputados en provincia de Buenos Aires, y perdió. Además lanzó la “genialidad” de las candidaturas testimoniales y perdió. Lanzaron la represión a Kraft para liquidar el conflicto y luego tuvieron que ceder. Algo similar en el subte.
El transfondo de sus derrotas tiene que ver con que los trabajadores y el pueblo ya no creen ni tienen expectativas en ellos y en el PJ totalmente desprestigiado. El gobierno aparece fuerte sacando decretos para pagar la deuda o para vetar leyes, pero sus debilidades surgen cuando debe enfrentar al pueblo en la calle y en sus luchas. Esto es lo que se va repetir en 2010.
Los únicos puntos que lo ayudan al gobierno son la impotencia de la oposición patronal y de la centroizquierda y el apoyo de la burocracia sindical de la CGT y de la CTA. Sin eso no se sabe cuánto duraría este gobierno. La oposición política patronal de la UCR, PRO, peronismo disidente, Coalición Cívica y la centroizquierda, solo pudo golpear al gobierno sacándole la mayoría en diputados para formar las comisiones. Más allá no van, mostrando que son más de lo mismo, cuando gobiernan tipo Macri y Binner o cuando no pueden presentar alternativas distintas, ya sean los Cobos o Carrió. Los sectores de la llamada centroizquierda, como Sabatella (Cristina fue al acto de su despedida como intendente de Morón) o Pino Solanas, no salen de la aburrida cantinela de “apoyar lo bueno y criticar lo malo” del gobierno.
Moyano y su CGT contribuyen al sostén de Cristina traicionando a los que luchan. No movilizan por el salario o contra los despidos, pero sí llevaron gente pagada a la cancha de Vélez para hacer ovacionar a los Kirchner. La CTA también pone su “granito de arena” llegando al colmo de convocar movilizaciones como la del 17 de diciembre, con Víctor De Gennaro declarando que “No marchamos para reclamarle a nadie, marchamos para… informarle al pueblo qué vamos a hacer”. Y lo dijo sin ponerse colorado.
La crisis política de los partidos del sistema es muy grande. El “que se vayan todos” sigue latente a cada momento. Hechos como los de la familia Pomar muestran la corrupción e ineficiencia de las instituciones del sistema. La reforma política que impusieron a último momento busca restablecer un bipartidismo peronista y radical que fue liquidado por sus fracasos y por el repudio popular. Pero también buscan impedir que surjan alternativas de izquierda. Por eso las restrictivas medidas que impusieron para las internas y la formación de los nuevos partidos. El fulminante veto presidencial de algunos puntos de la ley aprobada muestra que su miedo es muy grande. ¿A qué le temen? Temen a que lo que hoy son partidos de izquierda aún con poco peso electoral pero con mucha presencia social y entre los trabajadores, mañana se puedan transformar en grandes partidos. Saben que se puede producir en algún punto del camino un giro de las masas, que miles y miles finalmente abandonen al peronismo y vayan hacia los partidos de la izquierda. Pero como todas las cosas que promueve la “astucia” política de Kirchner, puede no darle resultado una vez más. Porque la crisis de fondo que tienen el peronismo y todos los partidos patronales no la arregla ninguna ley de reforma política ni ningún veto de último momento.
Lo positivo que deja 2009 es que se ha ido fortaleciendo el sindicalismo combativo y antiburocrático. Ante las traiciones de la CGT y la complicidad de la CTA , 2009 ha sido el año del desborde de las bases contra las conducciones. Hubo luchas en todo el país (salud de Tucumán, docentes, Kraft, Subtes, estatales) que le pasaron por arriba a los secretarios generales. Hasta los ferroviarios de TBA pararon para apoyar a sus delegados enjuiciados por luchar, y Pedraza, citado como testigo a favor de la patronal, no se atrevió a presentarse. El triunfo de Kraft-Terrabusi fue el gran símbolo de lucha del año. En 2010 este proceso de surgimiento de nuevos dirigentes va a seguir y multiplicarse al calor de las luchas que se avecinan en el nuevo año. La lucha por el salario y por trabajo va a tener un punto alto en la batalla contra el plan del gobierno de pagar la deuda. En el Bicentenario hay que impulsar una movilización por el No pago de la deuda y el rompimiento con el FMI y el Banco Mundial. Este será el camino para lograr la Segunda Independencia que necesitamos a 200 años de la gesta revolucionaria de 1810.
El Socialista 16/12/09