Ni Yasky – Ni Micheli
El 23 de septiembre hay elecciones en la CTA. Por primera vez, los dos sectores burocráticos que la han dirigido en común desde su fundación van divididos: Yasky por un lado y Micheli-De Gennaro por otro. Ninguno es alternativa para los trabajadores. Ni en el terreno sindical, ni en el terreno político. Para enfrentarlos, se ha constituido la lista 5 FRENTE CLASISTA, a la cual llamamos a apoyar.
Escribe: Pablo Delverde
Pablo Micheli -actual secretario adjunto de la CTA y secretario general de ATE-, señaló que “no hay unidad (con Yasky) porque nos vinieron con la imposición de un candidato a secretario general sin poder discutirlo” (Revista Agrupación Germán Abdala-CTA). Esto revela que la división se debe, esencialmente, a una disputa de cargos. Sin embargo, Micheli-De Gennaro argumentan diciendo que “nosotros tenemos otra práctica sindical y otra práctica política”. Algunos van más allá. Guillermo Díaz, de la UOM Villa Constitución, dice que “se juega qué modelo sindical queremos, si es una Central clasista, combativa, que busca el cambio social, o una Central de Trabajadores de la Argentina como apéndice de la CGT” (ídem). ¿Existe de verdad esa diferencia? Nosotros opinamos que no. Que se postulan dos proyectos sindicales y políticos burocráticos que nada tienen que ver con el clasismo, ni con ninguna autonomía, ni independencia de las patronales, sus partidos y el gobierno.
El rol de ambos sectores en las luchas
Que Yasky es bombero de las luchas, no hay ninguna duda. Como viene del sector docente -donde hubo peleas muy importantes en estos años-, es allí donde se ven más claras sus traiciones. Al avalar el 17% de aumento salarial que firmó Ctera con los Kirchner a principio de año, actuó como un verdadero “ministro sin cartera”, aceptando un aumento miserable cuando hay gremios que lograron el 35%. ¿Qué dicen Ctera y Yasky ahora? ¿Qué hay que pedir un reajuste salarial y reapertura de las paritarias? Por supuesto que no. Le dan la espalda a las ganas de luchar que existen en la base, que aprovecha lo que tiene a mano para parar, como lo hizo en los paros fijados en provincia de Buenos Aires por UDOCBA los pasados 1 y 2 de agosto, y se prepara a hacerlo por 48 horas más los mismos días del próximo mes. La conducción de Ctera, a su vez, no declaró un paro nacional ni un plan de lucha en apoyo a la heroica huelga neuquina.
Si miramos a ATE ¿qué accionar diferente implementó Micheli? Ninguno. El gobierno fijó un repudiable 21% de aumento para los estatales nacionales. ¿Dónde está el plan de lucha nacional de ATE para romper esa suba miserable? En ningún lado. Sus paros son aislados, como el del próximo 26, se anuncian planes de lucha para la tribuna y ni siquiera hay coordinación en las medidas entre docentes y estatales, que pertenecen a la misma CTA.
¿Qué hicieron los dos sectores de la CTA ante la huelga de los docentes neuquinos o ante grandes luchas como en el conflicto de Kraft en 2009, por ejemplo? Nada. Porque el proyecto sindical de la CTA, tanto el de Yasky como el de Micheli, no es de lucha, ni democrático. No tienen como eje derrotar los planes del gobierno y las patronales. Su método no es la lucha consecuente para ganar, sino las marchas testimoniales una vez cada tanto para cumplir.
¿De qué “independencia” hablan?
Tanto Yasky como De Gennaro juegan en política. Está bien que los dirigentes sindicales lo hagan. Pero el problema es que siempre lo han hecho al servicio de los gobiernos y partidos patronales, nunca impulsaron un movimiento o frente por la independencia de clase.
Sus herramientas fueron en su momento el Frente Grande, que terminó en el fracaso de la Alianza a la que también aportaron para que llegue al gobierno. Muchos docentes recuerdan a Marta Maffei levantando las luchas docentes a fines de la década menemista y llamando a “votar bien”, es decir, por la Alianza de De la Rúa y Chacho Álvarez, y levantando posteriormente la carpa blanca. Luego impulsaron el FRENAPO como para contener la bronca creciente contra la pobreza.
La CTA, bajo la conducción tanto de uno como de otro sector, impulsó el Movimiento Político y Sindical, que actuó como furgón de cola de los gobiernos de turno, como sucedió con el matrimonio Kirchner. Tanto por el apoyo político que les dieron, como por sus coincidencias programáticas, que les lavan la cara a estos gobiernos. Por ejemplo, ambos sectores reivindican que se haya logrado la Asignación por Hijo “por la lucha de la CTA”. Pero esas medidas, como otras que siguen postulando, como el Seguro de Empleo y Formación, son parciales e insuficientes para salir de la crisis. Son paliativos que el gobierno da con fines electoralistas, no para redistribuir la riqueza. Nunca Yasky ni De Gennaro plantearon medidas de fondo como dejar de pagar la deuda externa o reestatizar las privatizadas. El slogan de De Gennaro es “Ajuste o Democracia” o ponerle “límites a los grupos económicos” (Revista oficial CTA, julio 2010).
Ninguno de los dos sectores es verdaderamente independiente ni del gobierno ni de los partidos patronales. Por eso ahora Yasky marcha a favor del gobierno y es la pata kirchnerista vía Sabatella. De Gennaro, que formó su propio partido con Maffei y Macaluse, impulsa otra variante de centroizquierda que ya fracasó. De la Constituyente Social que impulsan De Gennaro-Micheli-Lozano, nunca salió ningún plan de lucha ni una alternativa de independencia de clase.Y, por si algún hecho revelador faltara para mostrar el rol de la CTA, recordemos su accionar ante la crisis de 2001. Yasky y De Gennaro reivindican la Marcha Grande protagonizada entre el 26 de julio y 9 de agosto de 2000 como “movilización histórica y el punto más alto de la CTA”. Pero en el Argentinazo ¿qué hicieron? Mientras miles luchaban en las calles el 20 de diciembre, los dirigentes de ATE y CTERA llamaban a “guardarse” en los locales gremiales. ¿Qué salida de clase dio el Movimiento Político Sindical que vinieron construyendo desde años? Ninguna.
Sumate a la lista 5
Los trabajadores necesitamos otro proyecto. Por eso hacía falta una tercera lista alternativa, unitaria y nacional, para levantar bien alto las banderas por una CTA de lucha, democrática, clasista y verdaderamente independiente de las patronales y del gobierno. Lamentablemente, sectores del denominado sindicalismo opositor, como parte importante de la conducción del subte, terminó con Yasky, siendo Beto Pianelli su candidato en Capital. La CCC y el MST, por su parte, claudicaron al sumarse a la lista de Micheli-De Gennaro, lavándole la cara a este sector burocrático.
La conformación de la lista 5 es un paso adelante. Porque se pronuncia contra Yasky y Micheli-De Gennaro, y levanta un programa para la lucha, democracia sindical y enfrentamiento a los planes de las patronales y el gobierno. Está integrada por dirigentes de algunos de los procesos genuinos más importantes que se vinieron dando al interior de la CTA y por distintos sectores políticos sindicales de izquierda. Con compañeros de Fate del SUTNA San Fernando, como el compañero Jorge Ayala. Angélica Lagunas, en representación de la histórica lucha docente neuquina. Gustavo Lerer, del Garrahan, entre otros compañeros que la integran provenientes de judiciales de Buenos Aires, como María Inés Gimenez, Secretaria General de la seccional Morón, y Córdoba, INDEC, ATE de distintas provincias y SUTEBA, entre otros (ver lista de candidatos). Política unitaria desechada por el sectarismo miope y autoproclamatorio de PO y PTS, quienes hicieron sus propias listas partidarias, por separado, haciéndole el juego a ambos sectores burocráticos.
Llamamos a apoyar la lista 5 y a difundir su programa y candidatos en todos los lugares donde haya trabajadores de la CTA, para dar pelea e impulsar un nuevo sindicalismo combativo y antiburocrático. Que no está referenciado en la conducción burocrática de la CGT, ni en las actuales conducciones nacionales de la CTA. Está en los cuerpos de delegados, internas, seccionales y algunos sindicatos que van surgiendo al calor de las luchas, se oponen rabiosamente a las patronales y al gobierno, repudian a la burocracia, sea del color que sea y practican la democracia sindical. Una innumerable vanguardia que hay que apoyar para avanzar en conformar esa nueva conducción sindical y política que tanto le hace falta al movimiento obrero.
El Socialista 25/08/10