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La potente huelga de los ferroviarios.

Francia

La potente huelga de los ferroviarios.

 

La huelga de trenes en Francia continúa mañana por cuarto día consecutivo

La potente huelga de los ferroviarios que se desarrolló en el mes de junio en Francia constituye un giro en la situación de la lucha de las clases del país. A partir de esta movilización, la clase obrera puede sacar varias conclusiones preciosas para el período que se abre.


En primer lugar, la movilización social a la SNCF (Sociedad Nacional de ferrocarriles Franceses) tiene un profundo significado político. La burguesía lo comprendió, lo que explica su vehemencia contra los huelguistas en los grandes medios de comunicación. Esta huelga tuvo lugar un poco más de dos semanas después de las elecciones europeas. La huelga de la SNCF y la abstención masiva, obrera y consciente políticamente de los trabajadores y la juventud en las elecciones europeas, son dos expresiones del mismo fenómeno político. La huelga de la SNCF, es la expresión en el terreno de la lucha de las clases del rechazo por parte de la clase obrera de la política de austeridad del Gobierno y de las directivas anti-obreras de la UE (Unión Europea).
En segundo lugar, durante la huelga, resultó que la dirección del sindicato mayoritario de los trabajadores de la SNCF, la CGT, y la del sindicato calificado de radical por la burguesía, Sud Rail, fueran debilitadas extremadamente. Estas organizaciones, que negocian la aplicación de la contra-reforma del sector ferroviario con la dirección de la SNCF, fueron desbordadas completamente por su base. Este aspecto debe ponerse en relación con el hundimiento en el terreno electoral de las organizaciones neo-reformistas y anticapitalistas como el NPA, LO y el FG (Frente de Izquierda) que constituye la parte fundamental de la burocracia sindical. Esta vez los ferroviarios terminaron por volver al trabajo a causa del aislamiento de su movimiento, pero en las próximas movilizaciones importantes, esta burocracia tendrá cada vez más dificultades para controlar la situación. Es lo que explica los ataques violentos de la burguesía contra la CGT, que es “incapaz” de contener sus tropas. Esto hace que la situación sea explosiva.
En tercer lugar, lo que se destacó en este movimiento de huelga, fue la juventud de los huelguistas. Es significativo que estos trabajadores se hayan movilizado por fuera y contra de los viejos aparatos burocráticos del movimiento obrero, CGT la primera, adoptando al mismo tiempo los métodos tradicionales de lucha del movimiento obrero: huelgas, asambleas generales, piquetes, intervenciones en los diferentes lugares de trabajo (talleres y servicios), manifestaciones, voluntad de unión con otros sectores, etc. Esta situación abre enormes espacios políticos para avanzar en la recomposición del movimiento obrero.
En cuarto lugar, la amplitud y la naturaleza de la huelga expresa el rechazo masivo de lo que el Gobierno presenta como su “método”, es decir, el “diálogo social”, que no es más que la vieja colaboración de clase. A raíz de la huelga de la SNCF, la realización de la conferencia social de este mes de julio está seriamente comprometida; Y en este contexto de polarización social y política, las organizaciones patronales y las direcciones sindicales amenazan de no participar. Sobre este punto, es necesario ser explícito: la CGT y FO deben boicotear la conferencia social. No hay nada que negociar. Ir a esta conferencia social, es respaldar la política anti-obrera del Gobierno. Esta exigencia fue expresada, con mucha razón, por numerosos sindicatos de base, que de esta manera ejercen una presión creciente sobre las direcciones federales y confederales de los sindicatos.
En quinto lugar, la huelga de la SNCF no es un movimiento aislado, se inserta en un contexto de agudización de la lucha de clases. Existe también el movimiento de los intermitentes del espectáculo, la huelga de la SNCM (Sociedad Nacional Córcega Mediterránea) y otras, más aisladas, que se desarrollan en numerosos sectores. En estos conflictos se expresa la voluntad de amplios sectores de la clase obrera del “todos unidos” hacia la huelga general, cuyo embrión se pudo ver en la manifestación de los ferroviarios el 19 de junio en París.
En sexto lugar, la huelga de la SNCF, fruto de la abstención, del fracaso del PS y de la izquierda dicha radical, FG y NPA en primer lugar, también contribuyó a empeorar la crisis política que afecta la V República. Es lo que se ve a través de las tensiones y las confrontaciones que atraviesan la burguesía, que se trate de los diputados “descontentos” del PS, de las tensiones en la UMP (Unión por un Movimiento Popular) y de la puesta en examen de N. Sarkozy o también de las tensiones en el patronato en torno a la conferencia social. Todos estos elementos indican que las condiciones están maduras para grandes explosiones sociales, para situaciones pre-revolucionarias o incluso revolucionarias en el período que se abre.
Por fin, es necesario reafirmar que la determinación y la espontaneidad de las masas no bastan para ganar. El resultado de la huelga de la SNCF es una ilustración perfecta. Aunque los ferroviarios no fueron derrotados, y que hicieron su experiencia de los aparatos burocráticos, sus reivindicaciones no fueron satisfechas.
Eso pone de relieve lo que constituye hoy el principal obstáculo para que los trabajadores y la juventud puedan lograr sus justas reivindicaciones: la ausencia de una herramienta política que sirve sus intereses. Tal herramienta es un partido obrero internacionalista por el socialismo. El objetivo de tal partido consiste en ayudar a la movilización permanente y unida de la clase obrera y la juventud sobre la base de la independencia de clase y en defender una perspectiva socialista e internacionalista frente la barbarie capitalista y a las falsas soluciones nacionalistas y chovinistas.
Es a la construcción de tal partido que el GSI se propone participar, con sus modestas fuerzas. Está dispuesto a entablar el debate con toda organización, todo militante político y/o sindical, con todo trabajador, joven, miembro de una organización política o no, sindicado o no que se reconoce en este proyecto, con el fin de avanzar en la Resolución de la crisis de dirección revolucionaria de la clase obrera.

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Julio 2014