Categorías
General Internacional

Victoria de las mujeres, de las trabajadoras y trabajadores

Dimisión de Gallardón

Victoria de las mujeres, de las trabajadoras y trabajadores

 

Dimisión de Gallardón

Escrito por Marta Castillo

Como siempre, quieren hacernos creer que todas sus decisiones dependen sólo de ellos, que se toman desde arriba sin mirar hacia abajo, por motivos y estrategias que no entendemos y sobre los que no podemos influir.
Ayer por la mañana: Rajoy anuncia la retirada de los tanques. Por la tarde: Ruiz-Gallardón, cabecilla de la ofensiva, cae fulminado. Nadie se retira de una batalla encarnizada cuando va ganando, porque de repente se vuelve bondadoso y comprende que estaba equivocado. Las mujeres del Estado español y todas las personas que defienden nuestros derechos estamos de fiesta hoy. Porque estos dos sucesos no son producto de decisiones adoptadas por un Gobierno que se caracteriza por su talante democrático y ha detectado que no hay suficiente consenso para sacar adelante el proyecto de ley, como el mismo PP trata de vendernos. Ni siquiera son fruto de una estrategia electoral sin más, como quiere hacernos ver el PSOE, porque el PP haya llegado a la conclusión de que seguir insistiendo en el tema le va a hacer perder votos, más que ganarlos. En algunos sectores de la izquierda se habla de que esto no es sino un gesto de acercamiento al PSOE de cara a una posible alianza para formar gobierno tras las próximas elecciones generales.

Como siempre, quieren hacernos creer que todas sus decisiones dependen sólo de ellos, que se toman desde arriba sin mirar hacia abajo, por motivos y estrategias que no entendemos y sobre los que no podemos influir. Por eso las explicaciones que menciono de lo acontecido, si bien pueden tener algo de verdad (excepto la primera), ignoran a la gente, al pueblo, a todos esos miles de personas que llevamos meses manifestándonos y organizándonos, pidiendo la dimisión de Ruiz-Gallardón con escraches en su propia casa, haciendo oír nuestras voces frente a la siempre reaccionaria actitud de este Gobierno. Y no me refiero sólo a la magnífica e incansable lucha violeta llevada a cabo directamente contra la amenaza de la reforma en cuestión, sino a la autoorganización que se está dando en el pueblo a muchos niveles, sobre todo a raíz del 15M.

Resulta que muchos de aquellos “perroflautas” indignados ahora tenemos a alguien que sí nos representa en el Parlamento Europeo y que compañeras nuestras van a ocupar alcaldías y escaños en el Parlamento, y que las encuestas cada día nos dan mejores resultados en las próximas elecciones generales. Y no vamos sólo a por las instituciones que a ellos tanto les gustan, sino que el empoderamiento del pueblo llega mucho más allá, crea conciencia de clase y confianza en la lucha. Porque nos hemos dado cuenta de que nosotras mismas somos nuestra propia alternativa y nos estamos construyendo.

Ayer a mediodía, habiendo anunciado Rajoy la retirada del proyecto de ley, pero antes de que el Ministro anunciara su dimisión, leía en el ABC: “Para el jefe del Ejecutivo, esta ley constituía también uno de los ejes de su legislatura, y prueba de ello es que fue uno de los principales «encargos» que hizo al ministro de Justicia: reformar la ley Aído. A Ruiz-Gallardón, por su parte, no le resultó difícil promover esta reforma porque «creía en ella», recuerdan fuentes de su Departamento. Apenas una semana después de aprobarse el anteproyecto, en una entrevista con ABC, Gallardón calificaba el anteproyecto como «la ley más progresista del Gobierno» y «uno de los dos logros más importantes (junto con la ley de Educación) de lo que llevamos de legislatura». «Hemos hecho algo sin precedentes en las últimas décadas en Europa: acabar con el mito de la presunta superioridad moral de la izquierda», sostuvo en estas páginas.”

Sólo hay que analizar el párrafo anterior, no escrito precisamente por enemigos del PP, para darse cuenta de la magnitud del fracaso que esto supone para el actual Gobierno: han tratado de imponer una reforma de ley de este calibre para intentar romper con lo que ellos llaman “el mito de la superioridad moral de la izquierda”; han querido atemorizarnos con el ataque a nuestros derechos fundamentales, enarbolando su poder basado en una mayoría absoluta que parecía haberles vuelto sordos, ciegos e imperturbables.

Parecía, sólo parecía. Porque la voz de la calle llega muy lejos, y su eco se oye en los despachos. Porque Podemos existe, la organización del pueblo se está dando, y esto les mete el miedo en el cuerpo. El PSOE, con el fantasma del Pasok sobrevolando sobre sus cabezas, pone una cara nueva y joven que llama al “Sálvame” jugando a ser todo lo contrario de lo que era Rubalcaba: un Pedro Sánchez que, a pesar de ser un buen actor, protagoniza una película que ya hemos visto cientos de veces y que cada vez convence a menos gente. El PP, por su parte, sabe que no tiene la autoridad que pretende demostrar. Su mayoría absoluta crea un espejismo de fuerza que no refleja para nada la realidad actual de este Gobierno. Seguro que alguna vez has estado destrozado o destrozada pero cuando tu madre te ha preguntado cómo estás, le has respondido con una sonrisa que todo va bien, para no preocuparla. Algo así hacen desde ahí arriba, intentar convencernos de que el Gobierno está fuerte, convencido de las medidas que ha adoptado como perro faldero de la Troika, y de que la situación económica está mejorando (que si brotes verdes, que si la luz al final del túnel), cuando ellos saben que la salida de esta crisis aún está muy lejos, que no vamos a volver a la situación económica anterior a ésta, y que muchas de las decisiones que están tomando les están socavando.

La autoorganización del pueblo es el único modo real y estable de salir de esta crisis. Y es esa misma autoorganización la que tuvo mucho que ver hace unos meses en la abdicación del rey y la que ayer provocó la dimisión de Ruiz-Gallardón. Y será la que termine de una vez por todas con este régimen caduco del 78 que se agrieta más y más cada día que pasa. Hoy estamos más cerca. Porque les estamos dando donde les duele y por primera vez en mucho tiempo nos tienen miedo.

Marta Castillo es militante de En lucha / En lluita

http://enlucha.org/articulos/dimision-de-gallardon-victoria-de-todas-las-mujeres-de-todas-las-trabajadoras-y-trabajadores/#.VCQs1_ldUrU

25/09/14