Blanquearon el Mural por Carlos Fuentealba en San Martín de los Andes – Aclaraciones
El año pasado ya sufrimos un intento de borrado que se neutralizó. Finalmente lo lograron, a escondidas, de forma cobarde e incluso vandálica. Y miren qué loco: nosotros pintamos ese mural de cara al pueblo y a las instituciones. De frente. Los que lo borraron, en nombre del gobierno municipal seguramente, lo hicieron amparados en las sombras nocturnas, casi como un acto de delincuentes.
Quedaron sólo tres «pedacitos» de imagen. Casualmente son los tres pedacitos más fuertes del mural: un pedazo de la imagen que representa a Sobisch, un pedazo de la que representa a la policía asesina, y un pedazo de la que representa al docente en el momento exacto de su fusilamiento.
La noticia ha corrido como reguero de pólvora (a propósito de los cuetes de anoche) y quiero decir algunas cosas que creo no están demasiado claras.
El mural lo hicimos durante una maratón de 24 horas, en un acto público, en el estacionamiento municipal, con aviso a las autoridades. No fue un hecho furtivo, ni clandestino, ni vandálico: Véanlo. ¿Alguno cree que semejante mural se puede hacer a escondidas? Se necesitaron andamios, escaleras, ayudantes… Incluso, permiso. ¡Lo hicimos durante dos días, en pleno centro de San Martín de los Andes!
El hecho furtivo, clandestino y vandálico fue blanquearlo. Eso sí se hizo a escondidas y por la noche. Hay 3 denuncias penales por esta acción. Incluso una llevada adelante por la propia municipalidad. Por eso se dice que fue un «atentado». ¿Se entiende?
Yo firmo mis murales, y los hago en paredes con consentimiento de sus dueños (menos la vez del escrache a la Anónima, esa fue la única pintada que hice sin pedir permiso, así me fue… je. El mural duró dos horas.).
Digo esto porque se están hablando muchas giladas sin conocimiento respecto a la blanqueada del mural «Con la tiza en el puño». Es un hecho grave. Porque si me decís que fue la gente del ISSN, edificio en donde se pintó el mural, o de la municipalidad (es un estacionamiento municipal), uno puede pensar: «bueno, de última, es su pared», pero ellos dicen que no fueron. Entonces ¿quién fue?
Hay una cámara de seguridad en el lugar que filmó todo… (o debería haber filmado todo). El comisario de la 23 dijo que se está investigando.
No es casual que se haya elegido esta fecha para hacerlo. La gente está en otra cosa. El ruido de las Fiestas tapa cualquier hecho de este estilo. Sin embargo, y por suerte, la noticia se supo hacer escuchar por sobre los estampidos artificiales de la Navidad.