Categorías
Internacional Sociedad

Partir de lo que nos une para luchar

Partir de lo que nos une para luchar

L´Internationaliste
El Gobierno Holanda-Valls II decidió golpear duro: recorriendo Europa tal un pequeño Napoleón de pacotilla, el Primer Ministro declara, a quien quiera oírlo, que es un verdadero ministro “de Izquierda” al servicio de los capitalistas. Después de las felicitaciones de A. Merkel que en septiembre se declaró impresionada por el programa de contra-reformas del Gobierno francés, Valls fue a Londres a comienzos de octubre, a buscar la bendición de los financieros de la City, a quienes declaró en inglés: “Mi Gobierno ama las empresas”… ¡Lo que ya sabíamos desde hace bastante tiempo!

Para que se lo comprenda mejor, Valls presentó las contra-reformas ya empezadas; en particular, la reestructuración de las regiones y las reglas que rigen el trabajo del domingo. Sobre este último sujeto, precisó que las tiendas parisinas van a poder seguir siendo abiertas el domingo para que los chinos que visitan París “no se vayan los sábados por la tarde, a hacer compras a Londres”. Los trabajadores del comercio parisino sabrán apreciar, ellos, que el 29 de septiembre manifestaron frente a la municipalidad de París (llamados por el Comité de enlace inter-sindical del comercio de París), contra la desregulación de los horarios (1).

Valiente como ninguno, Valls amenazó también a los trabajadores desempleados: dijo que la cuestión del seguro de desempleo “debe ser replanteada”, tanto en términos del costo de la indemnización que de su duración, conformemente a las discusiones en curso entre los “interlocutores sociales” – es decir, entre las direcciones sindicales burocráticas, el Medef (Movimiento de empresas de Francia) y el Gobierno. Así pues, la Troika formada por la Unión Europea, el Gobierno y las direcciones burocráticas sindicales está en el centro de todos los ataques contra los trabajadores, en Europa como en Francia.

En Francia, “decenas de miles de empleos están sin ocupar. Se debe incitar aún más a la vuelta al empleo”, añadió M. Valls. Si lo comprendemos bien, no es el capitalismo en crisis y sus Gobiernos que son responsables del desempleo, sino estos trabajadores “perezosos”. Sin embargo el 16 de septiembre, al pronunciar su segundo discurso de política general en cinco meses, Valls obtuvo de nuevo la confianza de la Asamblea nacional.

¡Pero una cosa son los planes del Gobierno Holanda-Valls I y II en el papel, y otra cosa es aplicarlos y enfrentar la resistencia de los trabajadores! Y habida cuenta de la resistencia de los trabajadores (a pesar de la política de colaboración de clase de las direcciones burocráticas sindicales), seguro que tendremos un Gobierno Valls III…

En su discurso del 16 de septiembre entonces, detallando su plan “muy ambicioso” de contra-reformas anti-obreras M. Valls declaró: “Nada debe desviarnos de nuestro compromiso de realizar 50 mil millones de euros de economías en tres años, de los cuales 21 mil millones en 2015. Es necesario controlar la evolución de los gastos públicos. Su elevado nivel alimenta, desde hace años ya, el aumento del déficit y la deuda.” ¡Un verdadero obseso de la deuda! Resumidamente: hay que hacer a toda costa que sean los trabajadores quienes paguen la crisis y la deuda.

Así pues, en su intervención a la Asamblea nacional el 24 de septiembre, tras haber justificado con mentiras la intervención militar imperialista – ¡una más! – en Irak, Valls exigió de nuevo la unidad nacional; unidad que ya obtuvo en parte el 18 de septiembre, cuando se votó la liberticida ley antiterrorista. El voto favorable de esta ley canallesca por parte del Frente de Izquierda, dice mucho sobre su proyecto de VIe República y sobre las concepciones de sus diputados en materia de democracia (véase nuestro artículo a este respecto).

Por otro lado, las declaraciones hechas por Mélenchon para legitimar la deuda y su pago, no plantearon ningún problema a los diputados del Frente de Izquierda que votaron en favor de dicha ley en nombre de una “verdadera” política de reactivación de la economía capitalista; política que también cuenta con el apoyo del Banco Central Europeo (véase nuestro artículo sobre la deuda).

Sin embargo a través toda Europa, particularmente en Grecia y España, cada vez más trabajadores comprenden que es posible imponer la anulación de la deuda, por la movilización. Sobre todo cuando la aceleración de los ataques a los trabajadores -por parte de la Unión Europea capitalista y sus Gobiernos, respaldada por la Confederación Europea de Sindicatos- produce en contrapartida movilizaciones cada vez más radicales y tendiendo a unificarse; como lo demuestra nuestra revista de prensa social.

La huelga general en Francia y Europa es posible y única capaz de detener los ataques de estos gobiernos, de abrir la vía a gobiernos de y por los trabajadores, por la única Europa social posible, es decir los auténticos Estados Unidos socialistas de Europa.

Buscar los puntos de convergencia y partir de lo que nos une para luchar contra el sistema capitalista putrefacto, pesar sobre la realidad de la lucha de clases nacional e internacionalmente: es lo que está a la base de los combates que llevamos tanto junto a nuestros camaradas de la Unidad Internacional de los Trabajadores (UIT), que junto a nuestros camaradas de la Comuna que acaban de romper con el NPA (véase la tribuna libre).

 

(1) Clic-p (CFDT-CGT-Sud-Unsa). Leer a este respecto el comunicado CGT sobre www.facebook.com/cgtgibertjoseph.

 

16/10/14