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Ecuador en la ruta de Honduras

Ecuador en la ruta de Honduras

A Correa le atacó el «síndrome Zelaya» y sube sueldos a militares y policías

El gerente del Estado capitalista ecuatoriano, Rafael Correa, registró el mensaje. Después de provocar a la policía amotinada con fines electorales, recibió una reacción que casi termina en un golpe improvisado sobre la marcha.
Recompuso el tablero, cuando la CIA y el Pentágono ordenaron su rescate ejecutado por un grupo de operaciones especiales.
Washington sostuvo a su gerente «izquierdista» quien utilizó el episodio para levantar su «imagen» deteriorada por la crisis económica. Pero Correa, un economista formado en EEUU, que vivió la mayor parte de su vida en el Imperio, sabe que Washington solo arroja «salvavidas de plomo» a sus servidores eventuales.
Emergente del golpe institucional que derrocó a Lucio Gutiérrez, Correa sabe que la sublevación policial activó los viejos reflejos de las halcones del Pentágono que ya dieron un «aviso» de retorno continental  con el derrocamiento de Zelaya en Honduras, otro presidente «izquierdista» del sistema desaparecido en acción, pese a la presión de la Unión Europea y el ala «progresista» del Imperio USA.

Informe especial
IAR Noticias
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Por ahora, Washington resolvió mantener el «orden constitucional» en Ecuador, pero el episodio de la rebelión policial, con el gerente Correa secuestrado por varias horas, demostró los puntos débiles del gobierno «izquierdista», y la apatía de las fuerzas armadas ecuatorianas que sólo actuaron cuando las líneas infiltradas  de la CIA y el Comando Sur dieron la orden.
Correa, cuya demagogia discursiva polariza a los sectores militaristas y conservadores, sabe que la próxima va en serio. Por eso, y en una clara medida orientada a descomprimir la presión castrense resolvió aumentar los sueldos de policías y militares.
Además, resolvió no enjuiciar al grueso de los participantes del amotinamiento del jueves pasado.
Montado sobre los acontecimientos, se lanzó un módulo experimental de «golpe encubierto», cuyo desenlace tiene a Ecuador como el próximo objetivo después de Honduras. Es lo que dicen los especialistas en Washington.
Ecuador, es un punto sensible en la estrategia de control de América del Sur, y si los sectores conservadores y el Pentágono deciden despojarlo del discurso izquierdista derrocando a Correa, es muy poco lo que podrán hacer nuevamente las instituciones títeres como la OEA y la ONU.
Zelaya y Honduras sentaron jurisprudencia.
Es lo que sabe Correa, un presidente «izquierdista» que -como dicen en Washington- se está pasando de la raya.

Cuatro días después de la revuelta policial en contra de una ley que eliminó bonificaciones que percibían los miembros de las fuerzas del orden, el lunes, el gobierno ecuatoriano anunció un importante incremento de sueldos para miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas.

El aumento salarial de entre US$400 y US$570 responde a una política de homologación salarial emprendida por el gobierno y será pagado de manera retroactiva desde enero de 2010, según lo dieron a conocer el ministro de Defensa, Javier Ponce, y el ministro del Interior, Gustavo Jalkh.

Los valores de incremento correspondientes al período enero a septiembre de este año serán cancelados en los próximos días, mientras que el pago salarial de octubre ya vendrá con el aumento salarial.

Como ejemplos, el ministro Ponce señaló que un capitán que hoy tiene un sueldo de US$1.600, con la homologación salarial percibirá US$2.140, mientras que un mayor que ahora gana US$1.870 pasará a recibir US$2.280.

El ministro aseguró que el incremento salarial para policías y militares anunciado este lunes no está relacionado con la sublevación policial del pasado jueves.

En cuanto a las bonificaciones eliminadas por la Ley de Servicio Público, que el lunes entró en vigencia, Ponce manifestó que dichos beneficios se mantendrán hasta diciembre de este año.

De su lado, el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, señaló que los miembros de la Policía que habrían sido engañados para propiciar su participación en la revuelta del 30 de septiembre no serán enjuiciados penalmente.

«Los policías que fueron engañados, a quienes les mintieron diciéndoles que el gobierno los había perjudicado, esos policías no van a ser encausados penalmente»
, dijo Mera.

Este martes concluye el estado de excepción decretado por el gobierno ecuatoriano tras la sublevación policial.

Entre tanto, según lo dio a conocer el ministro del Interior, el personal policial del Regimiento Quito, donde se inició la insubordinación del jueves, ha sido redistribuido y varios oficiales han sido cambiados a labores administrativas como parte de la estrategia para evitar nuevas revueltas.

06/10/10