El fracaso de la Cumbre de Conpehague
China se niega a cualquier supervisión extranjera y EEUU no mejora metas
de emisión de CO2
Fracasa cumbre de Copenhague
Por Claudia Beltrán Herrera
La Jornada, 20/12/09
Copenhague, sábado 19 de diciembre.– Estados Unidos pactó con Brasil, India, Sudáfrica y China un acuerdo débil sobre el cambio climático global que, sin ser consensuado con el resto de los 193 países participantes en la 15 conferencia internacional, fue rechazado por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Costa Rica y el archipiélago de Tuvalu en la última sesión plenaria, la que fue finalmente suspendida en la madrugada (hora local) sin que el documento haya sido aprobado por los delegados.
La sesión de clausura, que se retrasó unas ocho horas, terminó después que los representantes acusaron al presidente Barack Obama y a los líderes de las llamadas “potencias emergentes” de haber llegado a un acuerdo que no respetó los procedimientos de la Organización de Naciones Unidas, porque el texto no fue dado a conocer para consultas antes de convocar a la votación.
Cerca de la medianoche del viernes, la delegación estadounidense anunció que Obama había logrado un acuerdo con las potencias emergentes. Minutos después el mandatario declaró que el documento es un compromiso político “significativo”, pero “insuficiente”, y acto seguido abandonó la capital danesa, al igual que el primer ministro chino, Wen Jiabao, quien no se pronunció sobre el texto negociado. Los 130 gobernantes restantes prácticamente salieron por la puerta de atrás, sin tomarse la fotografia oficial.
Límite de 2 grados
Las posturas confrontadas de China y Estados Unidos han sido señaladas en los 11 días de la reunión como las principales causas de la parálisis en la negociación de un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto, vigente desde 2005.
Mientras los chinos no aceptaban ningún acuerdo que permitiera a potencias extranjeras auditar sus emisiones de gases de efecto invernadero, los estadounidenses rechazaban cualquier documento que no incluyera un sistema transparente, y tampoco hacían ningún compromiso adicional para rebajar en serio sus propias emisiones.
El acuerdo pactado a última hora, que no fija compromisos obligatorios a la comunidad internacional, prevé limitar el calentamiento global en 2 grados centígrados para el año 2020.
Uno de los puntos más cuestionados del texto es que deja para 2010 fijar los objetivos de reducción de dióxido de carbono, principal gas impulsor del calentamiento global.
En los 15 años en que se ha celebrado la conferencia, es la primera vez que los jefes de Estado prolongaron su estancia por horas. La ONU les pidió no abandonar el Bella Center en tanto no hubiera acuerdos.
Obama mostró una intensa actividad diplomática –se reunió con Wen Jiabao– y mostró que estaba dispuesto a revivir la cumbre, la cual se anticipaba un fracaso desde la semana pasada.
En la plenaria aseguró que los países participantes podían actuar con audacia y decisión para alcanzar un acuerdo común aunque “no sea perfecto”. Añadió: “Y ésa es la razón por la que estoy aquí”.
Pero no anunció ninguna reducción de emisiones más allá del 4 por ciento ya comprometido para 2020, respecto de los niveles de 1990, lo que para la Unión Europea es insuficiente.
El presidente de Estados Unidos criticó a China sin mencionarla, cuando señaló como parte de las metas de la cumbre la creación de un mecanismo central que permita verificar el cumplimiento de los acuerdos tomados, lo que implica crear una institución a la que se deba rendir cuentas, tema al que se opone Pekín.
El brasileño Luiz Inacio Lula da Silva adoptó un tono conciliador, pero con una frase definió lo empantanada que estaba esta cita: “Creo que salvaremos la cumbre porque creo en los milagros.”
En busca de destrabar la situación, hizo un anuncio inesperado. Dijo que su país está dispuesto, “si es necesario”, a aportar ayuda financiera para que los países pobres puedan combatir el calentamiento global.
El escenario se complicó más luego de que los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, se retiraron de la plenaria con el argumento de que habían sido excluidos de las negociaciones.
Horas antes, la prensa cubana publicó una reflexión del líder de la revolución, Fidel Castro, quien apuntó que la cita en Dinamarca es un show para que “el ilustre premio Nobel (Obama) pueda pronunciar un discurso prelaborado, precedido por la decisión que se adoptará en esa reunión de transferir el acuerdo para fines del año próximo en la ciudad de México”. El texto completo puede leerse en Internet en la dirección www.jornada.unam.mx/cobertura/reflexiones/
Después de participar en la penúltima sesión de la reunión, Chávez advirtió que el debate que proponen los países desarrollados en Copenhague es superficial y de compensaciones económicas que no van a “resolver nada”.
El mandatario se quejó de que adoptar un instrumento definido por unos cuantos estados sería un “fraude”.
“No vamos a aceptar un acuerdo que llegue por debajo de esa puertita”, aseguró el venezolano en referencia a la salida que había empleado Obama para abandonar la sala tras pronunciar su discurso.
“Huele a azufre aquí, sigue oliendo a azufre en este mundo”, señaló en referencia al comentario que dirigió en 2006 al anterior presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
En una conferencia de prensa junto a Chávez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que es un riesgo que la seguridad alimentaria de muchos países dependa del petróleo y llamó a debatir sobre las formas de producción.
El origen de la inconformidad de Chávez y Morales tuvo que ver con un encuentro que sostuvo una treintena de mandatarios de potencias como la Unión Europea, Japón, China y Rusia, entre otros, y de países en desarrollo como India, Brasil, México y Colombia, después de un encuentro con la reina de Dinamarca, Margarita II, para elaborar una declaración.
El primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, definió el diálogo como muy constructivo, pero reconoció: “estamos aún lejos de un resultado”.
Un despacho de Al Jazeera en Internet informó que el último borrador del acuerdo de Copenhague que circuló entre las delegaciones este viernes dejó fuera toda referencia al compromiso previamente establecido de que la comunidad internacional adopte un acuerdo “legalmente vinculante” en México en diciembre de 2010, cuando se celebre una nueva conferencia sobre cambio climático.
Afuera del Bella Center, y cuando la mayoría de los mandatarios comenzaron a retirarse sin participar en la última plenaria, las manifestaciones de activistas continuaron.
Kim Carstensen, líder de la Iniciativa Global de Clima de WWF, consideró que el resultado de la cumbre implica un incremento de la temperatura de más de tres grados centígrados.