Moyano en River
Un acto a espaldas de los trabajadores
Es la hora de los trabajadores. Esa fue la consigna de un acto para apoyar al gobierno y pedir más cargos en las listas del PJ. No se habló del salario, los despidos, ni del trabajo en negro. La palabra lucha estuvo ausente. Una prueba más para seguir impulsando una nueva conducción sindical y política de los trabajadores.
El acto fue una demostración de fuerza para apoyar al gobierno y reclamar más cargos en las listas del peronismo kirchnerista. Si alguien pretendía que del acto de Moyano saliera alguna medida en apoyo a las luchas, por aumento de salarios, para que los trabajadores no paguen más impuestos a las ganancias o algo contra los despidos, se llevó un gran chasco.
Moyano y el matrimonio presidencial volvieron a utilizar las fotos de Perón, Evita y el 17 de Octubre, para seguir aunando esfuerzos en apoyo a un modelo de crecimiento para las patronales, mientras el grueso de la población vive en la pobreza, el 80% de los jubilados apenas gana 1.000 pesos y el salario medio está en la mitad de la canasta familiar.
Por eso, a pesar de traer colectivos de varias provincias e invertir mucha plata (alrededor de 2 millones de dólares, según estudios periodísticos), hubo mucho aparato y poca base. La burocracia se jugó a apretar en los lugares de trabajo para concurrir, pero el grueso del movimiento obrero no participó, aunque los organizadores dijeran que hubo ¡145.000! personas.
Un acto electoralista
Los trabajadores tienen que dejar de ser un instrumento de presión para ser un instrumento de poder, dijo Moyano. Está muy bien que los trabajadores no sólo tengan como horizonte la pelea reivindicativa, sino que tienen que hacer política para prepararse para gobernar. ¡Pero el titular de Camioneros hace lo opuesto! No apoya ninguna lucha en lo sindical (salvo la de sus gremios amigos), ni aspira a la independencia de clase de los trabajadores en el terreno político. Su política es la conciliación de clases, es decir, mezclar los intereses de los trabajadores con los de los patrones, haciendo ilusionar a la clase obrera que, de la mano de los grandes empresarios y partidos patronales, se podrá salvar.
La duda se disipó cuando Moyano agregó: Sabemos a quienes tenemos que depositar nuestro voto en 2011. Convocar a votar por los Kirchner y al peronismo K a un año de las elecciones -mientras los trabajadores sufren graves problemas sociales¿no es un verdadero cachetazo a los que sufren salarios y jubilaciones de pobreza? Cuando Moyano dice ¿Por qué vamos a renunciar a los tres poderes? o que hay que tener un trabajador en la Casa de Gobierno, se refiere a ir ganando poder para los burócratas que él representa (incluida su persona), en las listas del peronismo oficial.
Cristina trabaja para los grandes empresarios
Sólo hubo dos desencuentros entre Moyano y Cristina. Uno, cuando el camionero pidió un esfuerzo más para los jubilados. Fue para zafar ante el veto antipopular del día anterior. Pero el reclamo fue funcional a los K, ya que Cristina tiene preparado algún anuncio electoralista a fin de año para encubrir el robo a los abuelos. La otra, fue cuando la presidente le dijo que no hace falta un trabajador en la Rosada porque ya hay una trabajadora presidiendo el país.
Pero ni antes, ni ahora, Cristina trabaja para el pueblo. Se olvidó mencionar que, siendo abogada en la dictadura, remataba viviendas con la confiscatoria ley 1.050 de Martínez de Hoz, pasando, de esa manera, de trabajadora a gran propietaria. Hoy, Cristina es representante de los grandes banqueros, multinacionales y el imperialismo; gobernando para el Banco Mundial, el FMI (aunque lo critique) y los usureros internacionales con los pagos de la deuda externa. Cristina trabaja para la Repsol, las multinacionales y grandes empresarios. Si muchos todavía no lo ven, es porque disfraza su política embistiendo contra la derecha, Clarín o los años `90, diciendo falsamente que es un gobierno nacional y popular y que redistribuye la riqueza.
Crisis de la CGT y el PJ
Se pintó un acto entusiasta, pero fue todo lo contrario. Se palpó la crisis y pelea de aparato que cruza a la burocracia sindical y al PJ oficial. Fue un acto moyanista y faltaron los gordos de la CGT. Cuando se mencionó a la UOCRA hubo silbidos de los Camioneros, y cuando hablaba la presidente, las columnas de la Construcción se retiraban, ante la cara de póker del burócrata independiente Gerardo Martínez, titular de ese gremio, quien estaba en el palco oficial.
Por su parte, fue notorio el faltazo de la mayoría de los gobernadores e intendentes del conurbano (salvo algunos, como Hugo Curto, o personajes como Aldo Rico). No querían quedar pegados a Moyano, cuya imagen negativa ronda el 80%, o avalando su pedido de abrir las listas para el 2011. Moyano ha dicho que el 1o de Mayo del año próximo va a hacer otro acto en la 9 de Julio -bastardeando el día internacional de los trabajadores-, para seguir pidiendo lugares en las listas de diputados, senadores y concejales.
El acto mostró la crisis sindical y política de una burocracia privilegiada y un peronismo al servicio de gobernar para las patronales. Del cual, los trabajadores tenemos que sacar conclusiones. Primero: hay que barrer a la burocracia de los Moyano y la CGT (al igual que la de la CTA), apoyando a la oposición en todos los gremios y al sindicalismo combativo. Segundo: no van más los políticos del PJ, sean del color que sean, ni los políticos de la oposición patronal. Por eso hay que construir una nueva conducción sindical y política, de la mano de los trabajadores, los luchadores y la izquierda.
Ley de reparto de las ganancias: Para más adelante
Moyano pidió apoyo en el acto para que los diputados voten la ley Recalde de reparto de las ganancias empresariales. Pero los K ya han dicho que pasará para el año que viene, para llegar a un consenso con todos los sectores patronales. En vez de llamar a asambleas para que los trabajadores la discutan, los primeros invitados a hacerlo fueron la UIA, las Cámaras de Comercio y de la Construcción, Biolcati de la Sociedad Rural, el inflacionario patrón de los hipermercados, Alfredo Coto, y la cúpula de los banqueros. ¿Usted cree que de allí puede salir un verdadero reparto de las ganancias?
El Socialista