No tan distinto
Los medios hegemónicos casi festejaron el fallecimiento del ex presidente e inmediatamente salieron con discursos catastrofistas. Desde el gobierno y el kirchnerismo el discurso apunta a fortalecer a Cristina Fernández y esperan que ésto no agite la interna del PJ. Se refuerza la dicotomía “gobierno o derecha golpista”. Pero, ¿cambia algo para los sectores populares en lucha esta situación? Por ContraPunto.
La muerte de Néstor Kirchner en un contexto político preelectoral, significa para el gobierno la pérdida de la figura política central en estos últimos siete años. Kirchner era la figura más influyente y permitía mantener la unidad al interior del Partido Justicialista. Además, fue el impulsor de la «transversalidad» que agrupó a sectores no peronistas, radicales, nacionales y populares, sectores del socialismo y en general despertó distintas adhesiones de movimientos sociales e intelectuales. En el último tiempo, este armado fue perdiendo aliados, como Libres del Sur (quizás el único sector que aportaba movilización por fuera del aparato de punteros del PJ), sectores del socialismo e incluso del propio radicalismo k. Esta nueva situación puede generar la pérdida de más aliados y un recrudecimiento de la interna que era contenida por la figura del ex presidente.
A menos de un año de las elecciones presidenciales del 2011, el «kirchnerismo» – por poner una denominación genérica y esquemática- no pudo (o no quiso) generar una figura política presidenciable, por fuera del matrimonio entre el ex presidente y Cristina Fernández.
Con la pérdida de NK, se produjo un golpe electoral que presenta posibilidades de generar un reagrupamiento tanto de la «derecha» (léase macrismo, duhaldismo, grupos económicos como Clarín, De Narváez, patronales agrarias, la misma CGT hoy aliada, etc) como de los propios sectores afines al gobierno, ya que la polarización «kirchnerismo o derecha golpista» da sus frutos a ambos sectores en lo electoral, sumando consenso y votos.
Aún con este panorama, parece difícil que Cristina Kirchner pierda las elecciones, sobre todo frente a la falta de un candidato claro por parte de la oposición por dentro de los partidos tradicionales de derecha.
Las encuestas publicadas por Página 12 el 24 de octubre, mostraban que en casi todos los escenarios posibles triunfaba el candidato oficial con Cristina o Néstor a la cabeza. Igualmente esta coyuntura favorece a los intereses de los grupos económicos y políticos que buscan posicionar desesperadamente algún candidato presidenciable. Como muestra, el diario La Nación se apuró a editorializar minutos después de la muerte de Kirchner que «la continuidad institucional no está en riesgo, pero puede estarlo en el tramo final del mandato de Cristina», en un tono que no sorprende dada la coyuntura favorable a intentar crear un clima destituyente. Pero como lo marca Atilio Borón en rebelión.org, “nada autoriza a pensar en un paralelismo entre su situación y la de Isabel Martínez de Perón ante la muerte de su esposo, en 1974. Ésta no reunía las menores condiciones para gobernar la Argentina, no tenía trayectoria política alguna y el país se hallaba en una situación incomparablemente distinta a la actual, donde la presencia de militares fascistas era el dato más significativo de aquella coyuntura”.
Más allá de “gobierno vs derecha diabólica”
Dentro de este panorama y partiendo que el gobierno no expresa una alternativa real de transformación del capitalismo de raíz, queda por intentar un acercamiento a la perspectiva de los sectores populares en lucha. Se pueden enumerar medidas importantes para los sectores populares (como la asignación universal por hijo), pero es innegable que el primer mandato encabezado por Nestor Kirchner buscó “salir del infierno”, un eufemismo para graficar que se busco salir de la crisis de hegemonía abierta a partir del 2001 y el surgimiento de un reclamo social transformador y crítico de la representación misma del estado. En el último tiempo lograron retomar una iniciativa después de la derrota sufrida por la 125 con las patronales agrarias y sus aliados.
Entonces: ¿Cambia algo para los sectores populares en lucha esta muerte? Una primera sensación es que si, en tanto el panorama en el que accionan será diferente. Los sectores de poder que no son gobierno hoy, tendrán mayores posibilidades de insertarse hasta en la propia interna del PJ. Apoyo mediático les sobra.
Si nos paramos desde la perspectiva de los sindicatos combativos y antiburocráticos, los movimientos en lucha, los que buscan construir poder popular, que tienen una perspectiva transformadora y socialista, éste gobierno sobre todo en el último período avanzó sobre conquistas importantes de los trabajadores y se sigue apoyando en la burocracia sindical de la CGT y también dentro de la CTA con el sector de Hugo Yaski.
Esa burocracia que asesinó a Ferreyra. Y quizás no hay una responsabilidad directa del gobierno nacional en el asesinato, pero si de sostener y solventar sindicatos burocráticos que son aliados de las empresas y no defienden los intereses de los trabajadores.
En definitiva, el panorama será diferente y probablemente desde la derecha dentro y fuera del PJ se busque avanzar sobre conquistas logradas en el último período.
Si bien el panorama no se presenta favorable, una vez más será una tarea importante para los sectores populares, para los trabajadores (inclusive aquellos que se identifican con el peronismo o el kirchnerismo) poder romper con esa falsa dicotomía entre «gobierno» y «oposición/derecha/clarín» y construir un discurso y una acción superadora de esa supuesta disyuntiva, porque el sistema capitalista, con ambos actores siendo gobierno, no va a sufrir cambios profundos sin la acción y organización de los trabajadores.
ContraPunto – Prensa Alternativa
Anred 29/10/10