Cuba.
No puedo dejar de opinar
Por Félix Sautié Mederos
Porque el periodismo es mi vida.
De visita temporal por España, he leído en la prensa cubana por Internet las noticias sobre un informe presentado en la Unión de periodistas de Cuba, UPEC, que expone planteamientos al respecto del ejercicio actual en Cuba del periodismo con libertad de expresión y objetividad, del que no puedo dejar de opinar porque el periodismo es mi vida. Lo ejerzo desde que era muy joven, lo he continuado ejerciendo hasta el presente durante casi toda mi existencia terrenal y pienso que lo continuaré ejerciendo mientras mis fuerzas y capacidades intelectuales me lo permitan.
Acumulo más de 50 años de ejercicio profesional en las verdes y en las maduras, siempre con pensamiento propio, escribiendo con la mayor franqueza que me es posible y usando el estilo Teresiano directo siempre en primera persona del “yo” sobre el “nos” mayestático que algunos acostumbran a utilizar, quizás para ocultar su criterio propio y no comprometerse con nada, mediante el seguidismo y la mediocridad que le es característico en su función de “alabarderos del pensamiento oficial” como denominaba el Che a quienes adulan todo lo que viene desde “arriba”…
Percibo en las informaciones publicadas sobre el debate realizado en la UPEC al respecto del informe en cuestión, un cierto aire oficialista que sopla de nuevo desde las cúpulas a favor de los cuadros y profesionales detenidos en el tiempo y de los viejos métodos que pujan en pro del control absoluto de lo que se publica, así como a continuar con la práctica de la descalificación de quienes transgredan los límites impuestos, ya sea por el ejercicio de la crítica no complaciente y no triunfalista o por sus criterios no coincidentes con el pensamiento oficial. Todo lo cual significaría más estancamiento, mayor retraso y un acelerado retroceso, aunque estas últimas expresiones son términos parecidos, no constituyen redundancias porque son especificidades de un mismo fenómeno de atraso, ya que retroceso significaría volver atrás en los pocos avances que hasta el presente hayan podido alcanzarse en este peliagudo asunto. En resumen quiero expresar que en mi muy personal criterio: una cosa parecen ser los propósitos del informe planteado y otra la interpretación oficial con que se le recibe.
Considero pues, a partir de mis experiencias concretas en el sector, que el dogmatismo, la centralización y el autoritarismo son las causas fundamentales de los males que le han hecho tanto daño a la credibilidad de la prensa cubana; y pienso con toda franqueza y con el mayor propósito constructivo que me es posible, que si no se erradican totalmente estas viejas prácticas y se realiza una drástica renovación de los cuadros responsables de su ejecución, atención y desarrollo no se podrán cambiar las situaciones adversas que presenta nuestra prensa escrita, radial y televisiva.
Pienso que no se debe continuar con los criterios preestablecidos desde arriba, a los que necesariamente tendrían que llegar los periodistas en su práctica profesional, ubicándose más allá de la verdad objetiva e incluso de sus criterios personales, porque si se continua con esos con esos conceptos incluso sutiles y no planteados expresamente, pero vigentes en la amarga realidad, por muchas reuniones y buenos propósitos que se planteen todo continuará igual o incluso peor.
También deberían erradicarse totalmente, las exclusiones absurdas y dogmáticas de de quienes no coincidan con el pensamiento oficial de las que poseo experiencias personales aún vigentes muy lamentables, En este sentido considero imprescindible que la prensa nacional se abra al diálogo inclusivo y profundo; y muy especialmente al debate de las ideas sin cortapisas o restricciones que son incultas y absurdas muchas veces, ni tampoco sin las exclusiones que borran a quienes no coincidan con el pensamiento oficial…
Considero que estas serían las verdaderas normas claras, sencillas y de simple comprensión que realmente en mi criterio habría que establecer, a partir de una radical depuración de responsabilidades y renovación de cuadros que se fundamente en la capacidad, la formación cultural y la amplitud de miras.
Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos por el pensamiento diferente y muy en especial en esta ocasión sin querer ofender a nadie en particular. [email protected]
Publicado en Por Esto! el lunes 25 de mayo del 2015.
http://kaosenlared.net/cuba-no-puedo-dejar-de-opinar/
29/05/15