¡Solidaridad internacional con la lucha antiminera de Islay Perú!
¡Minera ¨Tía María” no va!
¡Fuera el estado de Emergencia el ejército y la policía de Valle de Tambo!
El pueblo del Valle de Tambo viene sosteniendo una enorme y desigual lucha por defender su agricultura contra un proyecto minero depredador a cielo abierto denominado “Tía María” de la empresa mexicano-estadounidense Southern Copper Corporation (SCC).
A pesar de la feroz represión que ya costó la vida a 5 habitantes de la región y a un policía, los habitantes de la Provincia de Islay ya llevan dos meses de huelga y, con su decidida acción, han logrado poner en pie un movimiento nacional de solidaridad. En los últimos días hubo un paro de 48 horas en todo el sur de Perú, incluyó la región de Tacna, Cusco, Apurímac, Ayacucho, Arequipa y Puno. Las manifestaciones juveniles de solidaridad abarcan todo el país. En Arequipa los estudiantes junto a campesinos, maestros y gente del pueblo tomaron la plaza principal y se enfrentaron duramente a la policía que causó 36 heridos.
Como siempre lo hace, el gobierno de Ollanta Humala está respaldando con todas sus fuerzas policiales, militares y legales la pretensión de la minera multinacional y trata de difundir la idea de que los que se oponen son grupitos minoritarios de ultraizquierda.
Pero la realidad desmiente a Humala. La resistencia al proyecto de comenzar una gran explotación mineral de cobre a cielo abierto fue resistida por el conjunto de la población desde el 2009. En el 2011, durante el gobierno de Alan García, hubo una gran huelga en marzo abril que logró frenar al precio de 3 campesinos muertos. Ollanta Humala les prometió en su campaña electoral defender su agricultura. Y en las últimas elecciones municipales, el año pasado, fueron elegidos en los tres municipios, Cochachacra, Deán Valdivia y Punta Bombón, dirigentes campesinos que estuvieron a la cabeza de la lucha antiminera del 2011, que derrotaron en las elecciones a los candidatos sostenidos por cuantiosos fondos de la Southern. Estos mismos dirigentes, Jaime de la Cruz Gallegos, Elar Valencia Juárez y José Ramos Carrera, ahora como alcaldes, están nuevamente a la cabeza de la lucha de su pueblo.
El crecimiento económico capitalista peruano se basa en gran medida en la minería a cielo abierto, impuesto por empresas imperialistas en complicidad con los últimos gobiernos, en especial el de Alan García y el de Ollanta Humala. En Perú hay alrededor de 200 conflicto de poblaciones que se levantaron contra esos proyectos mineros. Esta tecnología minera está prohibida en muchos estados de Estados Unidos y Canadá, en Alemania, Grecia, y en muchas provincias argentinas por ejemplo, por su carácter destructor del suelo agrícola, ya que envenena las aguas y tierras cercanas. El Valle del Río Tambo en Islay es una zona de gran riqueza agrícola, cercana al Océano Pacífico, que abastece de hortalizas, arroz y frutos al sur del Perú.
Estas luchas populares en Perú, también se han dado por causas similares en Argentina, Bolivia, Colombia, Honduras y México. El supuesto desarrollo y los miles de millones que anuncian siempre las multinacionales para tratar de convencer, son un espejismo, porque en la realidad ellos se llevan los minerales y las ganancias y sólo emplean una cantidad reducida de trabajadores regulares y la mayoría tercerizados, mientras destruyen la agricultura. Es decir la gran mayoría de la población resulta a mediano plazo perjudicada y no beneficiada por este supuesto desarrollo. Estas movilizaciones plantean la necesidad de expropiar los bienes, hacer pagar los daños ambientales que ya causaron, y expulsar a las multinacionales mineras y lograr una economía equilibrada entre explotaciones mineras controladas por los trabajadores y los pueblos, y las zonas agrícolas que deben ser respetadas.
Es fundamental extender el apoyo a la lucha de Islay, porque por la magnitud que ha tomado se ha transformado en un “caso testigo”, un ejemplo. El gobierno proimperialista de Ollanta Humala y las mineras quieren aplastarlo para dar un escarmiento y que nadie más se atreva a desafiar el poder de las multinacionales. Ellos saben que si Islay logra derrotar por segunda vez a la minera, como ya lo hizo en el 2011, será un poderoso estímulo a la lucha de decenas de pueblos peruanos y de Latinoamérica.
Llamamos a las organizaciones obreras, campesinas, populares, estudiantiles y antiimperialistas, a repudiar internacionalmente al gobierno de Humala, a difundir las razones de la lucha del pueblo de Islay, a enviar pronunciamientos: “Nos solidarizamos con la lucha del pueblo de Islay y reclamamos el cese inmediato de la represión, la anulación del Estado de emergencia, el retiro del Ejército y fuerzas represivas, y la suspensión por tiempo indefinido de la actividad minera en el Valle de Tambo y región vecina, como reclama el pueblo de Islay”.
Pedimos que hagan llegar estos pronunciamientos a consulados y embajadas peruanas o a Presidente de la República del Perú Ollanta Humala: [email protected], en todos los casos con copia a las organizaciones en lucha y en particular puede ser UNIOS: [email protected]