Europa
El año de la rebelión contra el ajuste
El 2010 mostró en Europa la ola de huelgas generales y movilizaciones sociales más grandes y generalizadas desde 1968. Aunque no lograron detener los planes de ajuste, las acciones golpearon fuertemente a los gobiernos capitalistas. Para 2011 la perspectiva probable es una profundización de la lucha.
En 2008 y 2009 se produjo la quiebra bancaria y la ayuda estatal en más de un billón de dólares a los bancos. Por ello, ahora son varios los Estados que están en quiebra o al borde de la misma: Grecia, España, Portugal, Irlanda e Italia. En esos países -también en Francia y Gran Bretaña-, se pretende bajar los salarios, aumentar la edad jubilatoria, cortar los gastos en salud, educación y ayuda para desocupados, entre otras medidas antiobreras.
Pese a esto, la crisis se fue “contagiando”. Hay 23 millones de desocupados y al “rescate” de Grecia sigue ahora el “rescate” de Irlanda. “Rescate” que significa el otorgamiento de grandes préstamos para “salvar” a los bancos y al Estado de esos países, a fin de que puedan pagar sus deudas a los grandes bancos europeos, en primer lugar alemanes. El “rescate” implica un durísimo ajuste que debe pagar la población. Esta perversa y enrevesada ingeniería financiera (deudas nuevas para pagar deudas viejas) trae muchas evocaciones para los argentinos, como el “plan canje” que inventó Cavallo en 2001, antesala para la masiva fuga de capitales y crisis final de la convertibilidad. En Europa los ritmos son otros y las economías parten de una base más fuerte, pero los efectos sobre la población se sienten cada vez más.
Huelgas y movilizaciones
Hubo seis huelgas generales en Grecia y nueve en Francia; huelgas generales en España y Portugal, Italia, República Checa, movilizaciones obreras masivas con paros parciales en Polonia, Rumania, Lituania, Bélgica, Irlanda y el metro de Londres en Gran Bretaña.
En Grecia hubo una movilización o huelga importante por semana, durante todo el año. Al salir este periódico se está realizando la sexta huelga general. En Francia, uno los países capitalistas imperialistas más importantes, la lucha se centró contra el aumento de la edad jubilatoria. Nueve huelgas generales, con un apoyo ciudadano del 70%, con bloqueos de carreteras y transportes. Se produjeron movilizaciones de más de 3 millones de personas, salieron a la calle centenares de miles de estudiantes universitarios y secundarios y estuvo al borde de una huelga general por tiempo indefinido.
Hubo una pulseada de dos semanas entre sectores obreros de vanguardia como el de las refinerías y puertos, -la clase obrera de Marsella-, que iniciaron la huelga por tiempo indefinido y cortaron los suministros de combustibles a nivel nacional por varios días. La burocracia sindical, especialmente la de la CGT (la central más influyente, dirigida por el PC), se negó sistemáticamente a convocar a la huelga general por tiempo indefinido. Esta huelga hubiera planteado abiertamente la cuestión del poder y la caída del gobierno de Sarkozy.
Aunque Francia y Grecia fueron los movimientos más avanzados, en varios de los países en lucha se plantea una dinámica similar. Uno de los elementos nuevos es la incorporación masiva de la juventud a la lucha. En Gran Bretaña, decenas de miles de jóvenes estudiantes universitarios y secundarios sorprendieron a la policía al tomar la sede del Partido Conservador y atacar el automóvil en el que viajaba el príncipe Carlos.
Hacia la crisis política
El diario español El País advierte: “La crisis ya se llevó por delante el Gobierno laborista de Gordon Brown en Reino Unido y forzará próximamente la caída del irlandés de Brian Cowen. Ha hundido, además, la popularidad de Nicolás Sarkozy en Francia, debilitado el prestigio de la canciller alemana, Angela Merkel; complicado la vida al primer ministro socialista portugués, José Sócrates, y obligado al presidente José Luís Rodríguez Zapatero a cambiar radicalmente de política para salvar los muebles… Ahora la UE se ve condicionada por lo que ocurra en los comicios del 27 de marzo en Baden-Württemberg, Alemania, en los que Merkel corre también grandes riesgos” (El País, 11/12).
Este análisis del diario imperialista marca la perspectiva para 2011. Los gobiernos burgueses -tanto los socialdemócratas como los conservadores-, están jaqueados. Después de este grandioso round, la movilización obrera y juvenil no pudo derrotar los planes de ajuste, pero probó sus fuerzas y mostró que puede pegar muy duro. También se demostró ante millones que hay un gran obstáculo: la burocracia sindical.
Para reanudar la lucha es necesaria la unidad de los distintos sectores obreros, estatales, privados, migrantes, precarizados, superando la trampa divisionista del racismo y la xenofobia. Coordinando la unidad y solidaridad de los trabajadores a escala de toda la Unión Europea. El otro gran desafío es el fortalecimiento y coordinación de la vanguardia que estuvo a la cabeza de las huelgas, para poder lograr nuevas direcciones consecuentes en la lucha contra el ajuste, capaces de pasar por encima al freno que les impone la burocracia sindical.
El Socialista 15/12/10