Acto de Pino por el tren
¿Y la reestatización?
Proyecto Sur realizará este miércoles 2 un acto “para recuperar los trenes” y por “un tren para todos”. Pino Solanas habla de “reconstruir” el sistema ferroviario pero no dice que hay que reestatizarlo, única forma de poner el ferrocarril al servicio de los trabajadores y el pueblo.
El choque de trenes con varios muertos y decenas de heridos en San Miguel vuelve a poner en el tapete el debate sobre qué hacer con los ferrocarriles. Pino Solanas y Proyecto Sur -que ha sumado a De Gennaro a sus filas y al MST de Vilma Ripoll- realizará un acto de campaña este miércoles en la Estación Retiro, en Capital.
En el mismo, Pino hará, como siempre, denuncias contundentes sobre el desgüace ferroviario y el desmantelamiento que viene desde la década menemista y este gobierno mantiene. Denuncias que los ferroviarios del cuerpo de Delegados de la Bordó, en especial del Sarmiento, vienen realizando desde hace años. Incluso participando, como en el caso de los dirigentes combativos del Sarmiento, en la película de Pino “La próxima estación”. O impulsando en común, con actos y marchas (es decir, con lucha), la campaña contra el Tren Bala, obligando a que el gobierno desistiera de ese emprendimiento corrupto, mafioso y elitista. Pero el acto de Solanas no va en ese sentido.
“Recuperar y reconstruir” no es sinónimo de reestatizar
Ni en el programa de Proyecto Sur, ni en las invitaciones para el acto, figura la palabra “reestatizar”. Es decir, que todo el sistema ferroviario pase a manos del Estado, como única forma de terminar con las privatizaciones y concesiones a empresarios mafiosos y poner los ferrocarriles al servicio de las necesidades populares y economías regionales.
El MST ha sacado un volante donde propone un “servicio público”, el que se logrará con la creación de “un polo estatal de empresas públicas”, no sólo para “recuperar el ferrocarril”, como dicen, sino también para otras áreas, como la petrolera. Pero al no decir que todo el sistema pase a manos del Estado -bajo estricto control de trabajadores y usuarios-, la política de crear una empresa ferroviaria estatal mientras los empresarios mafiosos siguen con el control de las concesiones y ramales, es puro cuento. Política que, además, sería de “empresas mixtas”, donde convivan en el ferrocarril capitales privados y estatales, es decir, un modelo capitalista que seguirá estando al servicio de las ganancias patronales.
Lo mismo propone Pino para el petróleo: “crear una empresa estatal petrolera”… ¡pero sin tocar a Repsol y a las multinacionales que nos siguen saqueando! Por eso votó a favor de Enarsa, una empresa fantasma intermediaria en los negocios entre el gobierno y sus empresarios amigos del sector. Y si bien se pronuncia contra la “minería a cielo abierto”, por tomar otro rubro, en vez de levantar la consigna “Fuera la Barrick”, lo único que propone es que el gobierno le cobre más impuestos y regalías y que se reforme el Codigo de Minería para que las transnacionales no hagan una explotación tan “irracional y depredadora” (volante del MST titulado “Pino Presidente”)
El MST: una nueva centroizquierda
Con la incorporación a Proyecto Sur, el MST se pasó con todos sus bagajes a la centroizquierda. Dentro de las “5 causas nacionales del Movimiento Proyecto Sur” con la cual van a las elecciones, es decir, su programa, no sólo no mencionan la Reforma Política proscriptiva de Cristina (ver recuadro), sino que, cuando hablan de “política internacional”, dicen que hay que “impulsar el fortalecimiento de la UNASUR” (Unión de Naciones Suramericanas). Es bueno recordar que la UNASUR -presidida antes de su muerte por el ex presidente Néstor Kirchner- es un organismo que, patrocinado por Lula, cumple el rol de contener las luchas sociales en Latinoamérica ante la crisis del imperialismo yanqui en la región, no en dar pasos libertarios contra las grandes potencias. Recordemos cuando UNASUR se reunió en Bariloche en 2009 para discutir el tema de las bases militares en Colombia, terminando en una vergonzosa capitulación a Uribe y al imperialismo. La declaración final, firmada por todos los gobiernos, ni habla de las bases yanquis y tampoco menciona al golpe de Honduras.
Podríamos agregar ahora que, ante la heroica revolución árabe, UNASUR no sólo no propuso romper relaciones con Mubarak o ahora Kadafi, sino que, por ejemplo, Chávez, Fidel y Raúl Castro, Evo Morales y Ortega han salido a defender al dictador Libio.
Al finalizar, el MST dice que “a diferencia de 2001 donde pudimos sacar del poder a varios pero no tuvimos a quién poner, hoy esa alternativa existe: son Pino Solanas y el Movimiento Proyecto Sur”. Lo que no dice el MST es que en 2001 “no hubo a quién poner” porque la CGT traicionó al Argentinazo, evitando que entrara de lleno el movimiento obrero, al igual que la CTA, entonces conducida por De Gennaro, sector del cual ahora el MST es parte. Lo mismo hizo la centroizquierda.
El MST susplanta la consigna de “gobierno de trabajadores” para imponer con lucha y movilización en una grave crisis como fue la de 2001, por un gobierno surgido de las urnas con “Pino Presidente”.
Los cambios de fondo vendrán de la mano de grandes luchas y con un programa de fondo. Lamentablemente, Proyecto Sur, Pino y sus socios no apuestan a esto. Volviendo al acto electoral que harán en estos días por el tren, aunque sea para “recuperarlo”, como plantea Pino, habrá que dar una dura pelea contra el gobierno, las patronales y las mafias sindicales como Pedraza. Como la librada por los tercerizados del Roca. Lucha en la cual, es bueno decirlo, a Pino Solanas no se lo vio.
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Pino no habla de la Reforma Política
Dentro de sus propuesta de “democratización de la democracia”, Proyecto Sur habla de todo: de iniciativas populares, plebiscitos, hasta de poner un canal de televisión parlamentario y publicar sus sesiones para democratizarlo. ¡Pero no dice nada de la Reforma Política de Cristina que va a proscribir a la izquierda, incluso a partidos de centroizquierda!
Pino, quien vino participando hace meses de las reuniones entre los partidos afectados por la misma, pasó al mutismo total. Será por las encuestas que le dan más del 1,5% que hay que obtener en las internas abiertas para poder participar en las presidenciales. Pura especulación electoralista.
Autotitularse una opción al bipartidismo y no condenar a la Reforma que tiende a fortalecerlo, es, como mínimo, una contradicción. Llamamos a Pino a cambiar y a redoblar la campaña por derrotar esa ley proscriptiva y antidemocrática.
¡Por un frente de Izquierda!
Para dar pelea contra los políticos patronales, el doble discurso de la centroizquierda y enfrentar la proscriptiva reforma política del gobierno, es necesario unir a la izquierda. Desde hace meses hemos llamado al Partido Obrero a dar pasos en ese sentido. En estos días formalizaremos el mismo en una carta especial. El objetivo es poder avanzar para que la izquierda tenga un candidato presidencial único para octubre. En caso de darse un frente entre PO, PTS, Izquierda Socialista, MAS y otras organizaciones de izquierda, estaríamos dando respuesta a un claro reclamo de trabajadores y luchadores que quieren ver unida a la izquierda. Mucho más ahora, cuando la unidad es clave para enfrentar la reforma política que puede dejar afuera de la competencia presidencial a la izquierda, si no supera sus trabas restrictivas.
La izquierda, mas allá de las lógicas diferencias que separan a los distintos partidos que la componen, viene siendo parte importante de las luchas cotidianas y el sindicalismo combativo. En este tiempo hicimos en común la campaña por Cárcel a Pedraza, logrando que este asesino esté preso. Y venimos levantando propuestas de fondo para enfrentar este modelo de crecimiento para los de arriba que enarbola Cristina, criticando a la oposición patronal y proponiendo un plan de emergencia obrero y popular para terminar con los salarios y jubilaciones de pobreza, recuperar el patrimonio nacional y romper los lazos con el imperialismo.
Llevar esa lucha cotidiana al terreno electoral es de suma importancia. Volvemos a convocar a la unidad para presentar una alternativa electoral unitaria, es decir, un frente de izquierda que lleve un candidato presidencial único.
J.C.G.