Una masiva marcha en Bengazi para levantar la moral rebelde
Marcelo Cantelmi
El centro se estremeció con esa multitud que, por primera vez, de todas las que ha visto este enviado desde que llegó a Libia, incluyó una nutrida columna de mujeres . Aquí los sexos van bien separados en todas partes, de modo que no sorprende que haya un sector femenino en la movilización. Pero no es común encontrar mujeres en esta militancia y en la Plaza de la Liberación siempre son pocas.
El retrato con marco de madera es muy grande, va desde la altura del cinturón hasta casi los hombros. Lo lleva abrazado con las dos manos sobre el pecho, un hombre envuelto en la bandera tricolor de la revolución y con el clásico pañuelo atado en la cabeza. Es un anciano y camina lento. El cuadro muestra la cara de un jovencito de unos 18 años, pintón y ganador y que fuerza un gesto serio, también vestido con elegantes ropas árabes. El anciano que va todo de negro salvo los colores de la bandera, no habla inglés. Cuando este enviado se le acercó, le estiró el retrato mirando con extrema dulzura. El chico del dibujo era su hijo menor, caído hace menos de una semana en la batalla de Brega, explica un traductor espontáneo. El cuadro es cinco años más viejo que el muchacho muerto pero es el único que tiene y ya no habrá otro.
El hombre ha llevado esa foto al igual que otros como parte de una multitudinaria marcha que ayer recorrió el centro de Bengazi en un redoblado apoyo a la revolución y al gobierno interino que tiene su sede en esta ciudad.
Junto con las fotos de los hijos muertos llevaron gigantescas banderas y los infaltables Kalashnikov, abriendo fuego al aire.
El centro se estremeció con esa multitud que, por primera vez, de todas las que ha visto este enviado desde que llegó a Libia, incluyó una nutrida columna de mujeres . Aquí los sexos van bien separados en todas partes, de modo que no sorprende que haya un sector femenino en la movilización. Pero no es común encontrar mujeres en esta militancia y en la Plaza de la Liberación siempre son pocas.
Ellas, grandes y chicas con la cabeza cubierta, y los varones adelante, cantaron consignas contra Muammar Kadafi al que calificaban rimando como pirata, ladrón y mentiroso ; vivaban la guerra revolucionaria y en inglés, todo el tiempo gritaban “no fly zone! no fly zone!” , la demanda para que la OTAN imponga una zona de exclusión área.
La marcha se organizó después de que el miércoles el líder libio, desde su bunker en Trípoli, le aconsejó a las mujeres que retengan a sus hijos en las casas con el argumento de que son manipulados a espaldas de sus padres por la red terrorista Al Qaeda, que los domina con drogas.
Esa declaración indignó a la gente, por eso las madres salieron esta vez también con sus hijas e hijos a apoyar la rebelión. Eran centenares de mujeres en un bloque compacto encabezado por un cartel escrito en inglés que decía “viviremos libres o moriremos en el intento”.
La marcha también tuvo el propósito de levantar la moral y exhibir un respaldo popular al frente de combate que está sufriendo desde hace casi 72 horas un durísimo castigo por parte de las fuerzas del dictador.
“El problema son los aviones, necesitamos la zona de exclusión”, le dice a este enviado Ahmed Alí, un médico que se sumó a la marcha con guardapolvos.
“Si paran los aviones podemos llegar a Sirte”, dice en alusión a la ciudad natal del dictador. Todos suponen que si cae Sirte, cae el régimen.
¿Qué pasará con el resto del mundo árabe si hay una intervención aquí? El bloqueo aéreo no es una intervención.
Bueno lo es en parte y los otros países árabes no condenan a Kadafi que es un asesino. Nos dejan solos, necesitamos ayuda.
La justificación forma parte de un debate creciente aquí, aunque la gente ha tomado la consiga del gobierno revolucionario sin detenerse a valorar costos políticos . Lo único que tienen en cuenta por ahora son los muertos en el frente cuyas fotos llevan junto a las banderas y su furia contra el régimen.
UIT CI 12/03/11