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El gobierno niega las demandas populares

El gobierno niega las demandas populares

Mineros en La Paz

Es necesario un plan de lucha unido obrero, popular, campesino, indígena por salario, trabajo, tierra, congelación de precios.

El gobierno sirve a las transnacionales y se niega a satisfacer las demandas populares

El miércoles 6 de abril más de 10.000 trabajadores manifestaron en La Paz exigiendo aumento salarial mayor al 10%. Columnas de mineros fueron reprimidos por la policía que impidió que llegaran a la plaza Murillo. En la noche del miércoles la COB convocó a la huelga general por tiempo indefinido.

El vicepresidente Alvaro García Linera hizo la burla de la movilización, diciendo que eran “unos pocos dirigentes” y que sus demandas eran “ilegítimas”.

El gobierno sigue empeñado en su política antipopular de favorecer a los transnacionales y terratenientes, bajando el salario real y obligando al pueblo a pagar impuestos al consumo mientras libera de impuestos a las transnacionales que saquean Bolivia, como por ejemplo la Sumitomo que paga menos del 5% de lo que gana.

¿Es “ilegítimo” reclamar aumento salarial? El gobierno, igual que anteriores gobiernos neoliberales, intenta ocultar el concepto de salario real, es decir, lo que se puede comprar con el salario. Para mantener el salario real, lo mínimo que debería aumentar el salario nominal (es decir, la cantidad de bolivianos que se cobran) es lo equivalente al aumento de los productos de consumo popular, fundamentalmente de alimentos. Si no aumenta en ese porcentaje al menos, entonces el salario real está bajando, porque lo que se puede comprar en productos de primera necesidad es menos que antes. Es decir los trabajadores ganamos menos en salario real. Y esto exactamente es lo que está sucediendo ya que los alimentos subieron alrededor de un 30% promedio (y en muchos casos mucho más). Esto lo puede comprobar cualquiera yendo al mercado. Por otra parte, un aumento del salario real beneficiará también indirectamente a gremiales y campesinos, pues habrá más poder adquisitivo para comprar sus productos.

Además de esto el gobierno pretende con la Ley Financial 062 expropiar los fondos de salud de los trabajadores (ver nota sobre Caja de Salud). Tampoco se resolvieron las demandas del pueblo potosino de fuentes de trabajo. Ni los reclamos de los campesinos e indígenas sin tierra de los que el presidente se burla diciendo que ya “no hay más porque todos tienen tierra”.  Los problemas de fondo del país siguen sin resolverse. La tierra sigue en manos de los terratenientes de siempre y hay 2 millones de campesinos sin tierra. Y las transnacionales siguen saqueando hidrocarburos y minería.

Ahora el gobierno levanta la bandera de la recuperación del mar para Bolivia, sentida profundamente por todo el pueblo boliviano. Pero lo hace demagógicamente y solo como maniobra distraccionista, después de 5 años de engañarnos con que se estaba “avanzando”, cuando ni el gobierno chileno de Bachelet, ni el de Piñera nunca estuvieron dispuestos a devolver la soberanía sobre el mar a Bolivia.

La huelga de la COB y la necesidad de la unidad obrera, popular, campesina indígena

La huelga general por tiempo indefinido, convocada por la COB, no puede hacerse efectiva a nivel nacional, si la COB no la organiza y discute en asambleas de base con todos los trabajadores asalariados y con sectores populares, campesinos e indígenas. Si esta lucha unida no se puede derrotar la política antipopular del gobierno.

Es necesaria una gran movilización nacional como la que en diciembre derrotó al gasolinazo. Pero, para esto hay que formular una clara Agenda de demandas que unifique a todos los sectores populares y también fijar el porcentaje salarial por el cual se lucha. Algunos dirigentes hablan del 30%, pero sólo la Federación de Fabriles plantea este porcentaje como objetivo de lucha.

Por eso alertamos que la única forma de imponer los reclamos es con un fuerte plan de lucha apoyado en la más amplia unidad, con un pliego único del conjunto de las demandas populares: las de la ciudad de El Alto, por industrialización y una petroquímica, las de Potosí por industrialización de sus recursos, los reclamos campesinos por la tierra, la defensa de la Caja Nacional de Salud y seguros de salud de los trabajadores, exigiendo salud gratuita financiada por el Estado para todos, y apoyo a producción de alimentos, junto a los reclamos salariales.

Sólo de esta forma se puede lograr una poderosa movilización nacional como la que en diciembre derrotó el gasolinazo. Son los sindicatos independientes y organizaciones campesinas independientes las que pueden tomar la iniciativa para convocar un encuentro nacional que centralice las demandas. Hay que exigirle también a la dirección de la COB que lo convoque, pero es improbable que lo haga por sus compromisos con el gobierno.

La Protesta 07/04/04

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