Bolivia: Una semana de huelga general de la COB
La Protesta
La Central Obrera Boliviana inició el 6 de abril una huelga general por tiempo indefinido con movilizaciones que son acatadas por maestros, mineros, fabriles y trabajadores de salud. La huelga fue lanzada después que la policía en La Paz reprimió con gases y varios presos a las columnas de mineros que querían llegar hasta la Plaza Murillo, ante la casa de gobierno.
Aunque la huelga general es muy parcial, tuvo contundencia nacional por las grandes movilizaciones de 10.000 trabajadores en La Paz y movilizaciones en otras ciudades que se repiten todos los días. El reclamo es un aumento salarial mayor al 10% que decretó el gobierno sólo para parte de los trabajadores estatales (salud, maestros, policias y militares) y dijo que era una “guia” para la discusión salarial en el sector privado. Pero, los alimentos aumentaron más de un 30% en promedio en los últimos meses. Otro reclamo es la derogación del decreto supremo 21060, de los tiempos del neoliberalismo, que garantiza la “libertad de contratos”, posibilita la tercerización laboral e impide el control de precios.
Evo Morales se negaba a recibir a los huelguistas, pero entre el domingo y el lunes estuvo reunido 16 horas corridas con la conducción de la COB. Sin embargo se negó a un aumento salarial mayor a un 10%. Como los gobiernos neoliberales, alega que un aumento salarial del 15% “provocará hiperinflación”. Sin considerar para nada la inflación, en los alimentos principalmente, que ya viene de antes, sin que hubiera ningún aumento salarial, y que lleva a millones de bolivianos al borde del hambre.
La COB en su “contrapropuesta” reclamó el 15% (antes no había precisado cuanto reclamaba, sólo los fabriles hablaban del 30%, el 15% que ahora reclama la COB no fue discutido en ninguna base sindical).
Otros sectores sociales no asalariados o informales no participan en la huelga general. La dirección de la COB no levantó demandas campesinas ni populares. Sin embargo sí hay muestras de apoyo, como un encuentro de ayllus indígenas (organización tradicional), el Movimiento Sin Tierra y representantes de la FEJUVE de El Alto, que se reunió en Cochabamba y se pronunció en solidaridad con los huelguistas.
La dirección burocrática de la COB, encabezada por el minero Pedro Montes, postergó el congreso de la central desde hace dos años y venía apoyando al gobierno. Se vio obligada a lanzar la lucha por presión de las bases ante el tema salarial y luego la huelga general por la represión.
El gobierno declaró ilegal la huelga y amenazó con descuentos de salarios y despidos de huelguistas, también con reprimir a los que bloqueen calles o carreteras. También está intentando movilizar a sectores campesinos contra la huelga, con las direcciones sindicales que controla, fundamentalmente la CSUTCB (central campesina) y las Bartolinas (mujeres campesinas) aunque hasta ahora no lo logró y hay muchos indicios de que gran parte del campesinado también está profundamente descontento con la marcha de la economía. Recientes encuestas indican que Evo Morales sólo tiene el 33% de aprobación.
El deterioro del gobierno es muy notorio desde diciembre del año pasado cuando decretó un aumento de la gasolina en un 85% hasta casi un dólar. Este decreto produjo una gigantesca reacción popular, con movilizaciones y bloqueos que amenazaban con tumbar al gobierno. “o quita el decreto o se va”, se decía en las calles. El 31 de diciembre el gobierno anuló el decreto. Pero el efecto fue igualmente generar una gran inestabilidad de precios, aumento de alimentos, que ya venía, se aceleró.
Millones comprendieron que el gobierno de Evo no era el “gobierno de los campesinos” o de “los movimientos sociales”, como se autotitula, sino un gobierno subordinado a los capitalistas, transnacionales y terratenientes. Pese a los discursos, Evo no tocó a la gran propiedad terrateniente y los hidrocarburos se mantienen en manos de las transnacionales. El decreto de aumento de la gasolina se hizo por un pedido expreso de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (que no tiene nada de boliviana sino que es de las transnacionales Petrobrás, Repsol y otras).
El pueblo boliviano comienza nuevamente a reclamar las soluciones de fondo que motivaron la “guerra del gas” en el 2003, la llamada Agenda de Octubre del 2003, la expropiación y expulsión de transnacionales, la industrialización de hidrocarburos y minerales en el país, la confiscación de los terratenientes y entrega a los campesinos e indígenas en forma de propiedad colectiva.
La huelga de la COB entró en una peligrosa encrucijada. El gobierno apuesta a dividirla. La dirección se viene negando a convocar a un ampliado abierto a las bases, tampoco convoca a los demás sectores populares. De esta forma facilita las maniobras del gobierno.
La Protesta viene impulsando el apoyo a la lucha de los trabajadores de la COB. Pero alerta que el gobierno quiere dividirlos y derrotarlos. Es necesario un ampliado nacional con delegados de todos los sectores electos por la base que elabore un pliego de demandas obrero, popular, campesino, indígena. Cada pueblo indígena, cada región del país, cada barrio popular, el pueblo de El Alto, el de Potosí, tienen demandas propias totalmente legítimas, todo debe recogerse en un pliego único que acompañe a la petición salarial para lograr una movilización unida y contundente que imponga un programa económico al servicio de las mayorías populares.
La Protesta 13/04/11