El asesinato de Osama Bin Laden
El asesinato de Osama Bin Laden
Miguel Lamas
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El 1º de mayo, sorpresivamente, Barak Obama anunció por televisión que un grupo comando, desembarcando desde helicópteros, había matado a Bin Laden en Pakistán, junto a varios de sus colaboradores y una de sus esposas. Fue una ejecución extrajudicial, sin que fuera informado siquiera su aliado, el gobierno de Pakistán. Un repudiable asesinato.
El cadáver de Bin Laden habría sido arrojado al mar, para evitar que una tumba pudiera transformarse en santuario. “Se ha hecho justicia”, dijo Obama cantando victoria, aludiendo a las 3.000 víctimas del ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de setiembre de 2001. Obviamente, no dijo una palabra respecto de los centenares de miles de asesinados en Irak y Afganistán por la ocupación norteamericana y de sus aliados de la OTAN. ¿Quién juzgará a Bush, a los generales yanquis y al propio Obama por haber ordenado ataques aéreos y con misiles a Afganistán y Pakistán, matando a miles de civiles inocentes y destruyendo poblados completos? Todo en nombre de la “guerra contra el terrorismo”, y de vez en cuando “pidiendo disculpas”.
El imperialismo yanqui se ha ganado el justo odio de la mayor parte de la población mundial por sus ataques genocidas y también por el saqueo de las riquezas naturales, alimentos y la explotación de los trabajadores, condenando al hambre y desocupación a centenares de millones de personas.
El presidente Barak Obama ha intentado una “lavada de cara”, ha proclamado “el cambio”, y hasta le han dado el “premio Nóbel de la paz”, aunque una de sus primeras medidas fue seguir la invasión de Afganistán y mantener Guantánamo. Predica un discurso algo distinto al de Bush, pero los hechos ya mostraron que este presidente continúa la política imperialista de saqueo, amenaza y agresión militar a los pueblos oprimidos que se rebelan. Los bombardeos a Libia, el aumento de tropas en Afganistán, los bombardeos a Paquistán y la expansión del gasto militar yanqui así lo demuestran. En nombre del “combate contra Al Qaeda”, Estados Unidos y sus aliados han devastado Irak y Afganistán.
El operativo comando que habría matado a Bin Laden fue una acción criminal que repudiamos, independientemente de las acciones que haya protagonizado el líder de Al Qaeda. Se hizo violando la soberanía pakistaní y asesinando a varias personas. La información detalla que tenían órdenes de capturarlo “vivo o muerto”. Es decir, que los comandos yanquis pueden matar a cualquiera en Pakistán (lo que ya están haciendo hace tiempo), u otros países, sin dar cuenta a nadie.
Los verdaderos responsables del 11-S
Nuestra organización internacional, la Unidad Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (www.uit-ci.org) decía cuando cayeron las Torres: “Aunque podemos comprender el porqué de los atentados, no compartimos este tipo de acciones terroristas y lamentamos las miles de muertes inocentes que ellas han provocado. No compartimos esas acciones porque causan confusión entre las masas, en primer lugar de los trabajadores y el pueblo estadounidense, que no logran identificar el verdadero rol criminal de su gobierno imperialista. Por eso los atentados no favorecen a la causa de los pueblos oprimidos que luchan por acabar con el imperialismo y sus políticas agresivas y hambreadotas. […] los verdaderos responsables de lo que ha ocurrido es la política imperial de los gobiernos de Estados Unidos y de sus aliados de la Unión Europea.” (Correspondencia Internacional Nº 16, set.-dic. 2001)
El propio Bin Laden comenzó su “carrera” de combatiente afgano financiado por la CIA. Los propios yanquis le dieron armas y entrenamiento para luchar contra la Unión Soviética en la década del 80.
Por ese motivo y por lo que sucedió después (invasión a Afganistán e Irak) es que muchos analistas dicen que fue la propia CIA o un sector de esa organización, la que abrió las puertas a Bin Laden y los suyos para atacar y destruir las Torres Gemelas o, incluso, que fue un autoatentado. El hecho de que durante 10 años “no encontraron” a Bin Laden, y ahora lo hayan matado, en vez de capturarlo vivo, no puede sino aumentar estas sospechas. Probablemente pase mucho tiempo hasta que se pueda establecer la verdad.
Es evidente que la caída de las Torres fue utilizada por Bush para justificar ante su propio pueblo y ante buena parte de la población del mundo la supuesta “necesidad” de “combatir al terrorismo”. Con esa excusa, invadió Afganistán e Irak, para intentar apuntalar su dominio mundial y del petróleo.
La amenaza para el imperialismo es la movilización de los pueblos árabes y del mundo
Un Obama eufórico dijo: “EE.UU. puede hacer lo que se proponga”. Que nadie se lo crea. La realidad es totalmente opuesta. Los dictadores y reyezuelos proimperialistas árabes se tambalean (o ya cayeron como Mubarak y Ben Alí) ante la rebelión de los pueblos. En Irak, los yanquis, ya derrotados, están encerrados en sus fortalezas. Y en Afganistán gran parte del país está bajo el control de la resistencia. En Pakistán la resistencia popular incendió el mismo día en que los yanquis mataron a Ben Laden, 13 camiones de la OTAN con suministros bélicos a utilizar en el vecino Afganistán. Esta enorme rebelión no tiene nada que ver con Bin Laden o Al Qaeda.
El periodista inglés Robert Fisk lo expresa bien al decir que el hecho de “que Bin Laden esté vivo o muerto carece de importancia. Todo esto genera una sensación de victoria en EE UU, una buena foto, pero no creo que signifique nada. En los últimos meses hemos asistido a un despertar árabe en el que millones de musulmanes árabes han derribado a sus propias direcciones… lo que ocurre ahora en el mundo, lo que importa es el levantamiento masivo y el despertar de millones de árabes musulmanes que quieren echar a sus dictadores”. (ABC MELBOURNE AFTERNOONS, 2/5)
Entre los pueblos oprimidos y los luchadores democráticos del mundo no se festejará el asesinato de Bin Laden. Hay que redoblar la lucha contra el imperialismo capitalista y la solidaridad con los pueblos árabes que se movilizan contra el hambre, las dictaduras y la presencia imperialista en su región.
UIT CI 03/05/11