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Seguimiento contrainformativo de la muerte de Bin Laden

Seguimiento contrainformativo de la muerte de Bin Laden

Desde el 11-S, en el 2001, la «guerra contraterrorista» se constituyó en una herramienta clave del Estado imperial USA para administrar y controlar la maquinaria planetaria del «nuevo orden» emergente tras la desaparición de la URSS. En ese contexto se inscribe la  vida y supuesta muerte de Bin Laden, que comenzamos a seguir desde esta sección contrainformativa.

(IAR-Noticias) 05-Mayo-2011

Obama acorralado por las «sospechas»
Muerte de Bin Laden: Crecen las especulaciones y nadie cree en la «versión oficial»

Lo que parecía ser una tranquila operación de marketing electoral orientada a su reelección, de pronto se convirtió en un mar de conjeturas, de sospechas de especulaciones y de teorías conspirativas que ya están convirtiendo la operación de asesinato de Bin Laden en un verdadero boomerang para la casa Blanca. Y lo que Obama ganó en «imagen» con el anuncio se le está convirtiendo en salvavidas de plomo ante la no aparición del cadáver y los agujeros negros y las contradicciones que descalifican cada vez más a la «versión oficial»

IAR Noticias, miércoles 05 de Mayo 2011
Nada cierra en la historia de Obama y de la Casa Blanca
, convertidos en los únicos narradores de la muerte de Osama y de su «sepultura» en el mar por un supuesto «comando especial» que presuntamente lo ejecutó en 38 minutos, y luego hizo desaparecer, sin registrar pruebas fotográficas o filmaciones de su cadáver en diferentes posiciones.

Por distintas causas se multiplican las dudas a escala global. Desde los que piensan que la operación fue un montaje y que el muerto no es Bin laden hasta lo que piensan que el líder de Al Qaeda fue asesinado a sangre fría por pura especulación político-electoral de Obama y su equipo presidencial.

Un salvavidas de plomo. No cierra por ningún lado. Y entre las propias usinas conservadoras de EEUU (que consideran a Obama un «inepto» en cuestiones militares) se  refuerza la sospecha de que el entorno del gerente negro se «cortó solo» en la operación. Que incluso ya generó un conflicto con Pakistán.

En medio de una gran presión internacional,  finalmente  Obama anunció que no presentará las fotos que muestran a Osama bin Laden con un agujero de bala en su cabeza, desatando un acalorado debate en EEUU sobre si deberían ser mostradas al público.

El presidente determinó que su difusión crearía un riesgo para la seguridad de EEUU, señaló el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.

El senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, dijo que la decisión presidencial de no mostrar las fotos era una error que «prolonga este debate innecesariamente».

«Todo el objetivo de enviar a nuestros soldados al lugar, en vez de realizar un bombardeo aéreo, era obtener una prueba irrefutable de la muerte de Bin Laden», afirmó Graham.

El vocero de la Casa Blanca, acorralado por los periodistas, sugirió que el cadáver de Bin Laden al océano porque habría sido difícil conseguir un país que lo aceptara a tiempo. También especuló sobre el deseo de evitar la reacción del mundo islámico o que el lugar del eventual entierro se convirtiera en un santuario.

Muchos medios de EEUU compararon (como contraste) la muerte de Bin Laden con la muerte del máximo comandante militar del Talibán en 2007, el mulá Dadullah Akhund, por una coalición del equipo de las Fuerzas de Operaciones Especiales cuyo cadáver acribillado  fue exhibido a los periodistas.

También el Pentágono mostró  la foto del cadáver de Abu Musab al Zarqawi, presunto  jefe de Al Qaeda en Irak, tras asesinarlo  en un ataque aéreo en el país en 2006.

«Cuando los estadounidenses mataron al mulá Dadullah públicamente mostraron las imágenes en los medios y a todos», dijo un comandante talibán en la provincia afgana de Khost, en una conversación telefónica con Reuters el martes. «Si realmente han matado a Osama, ¿por qué no nos muestran la prueba?»

En el mundo musulmán, la presunta muerte de Osama bin Laden ya desencadenó una oleada de teorías de la conspiración, con  pakistaníes, afganos y árabes que dudan de la muerte del jefe de Al Qaeda.

Los talibanes de Afganistán, descreen del anuncio de Obama. «Los estadounidenses no han mostrado pruebas creíbles de la muerte del jeque Osama, y su muerte no ha sido confirmada o desmentida por fuentes cercanas a Osama bin Laden», señalaron luego del anuncio de la Casa Blanca.

En Abbottabad, muchos residentes locales afirman que la acción militar del lunes por la mañana hora local fue un operativo falso para humillar a Pakistán y aumentar las probabilidades de reelección de Barack Obama.

«Lo están inventando. Nadie ha visto el cuerpo», se burló Owais Khan, un abogado local citado por Reuters. Khan sostuvo que Bin Laden nunca hubiera escogido como refugio Abbottabad, una localidad rica y con gran presencia del ejército, a apenas 65 kilómetros de la capital de Pakistán.

El representante especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Marc Grossman, debió enfrentarse a preguntas «escépticas» sobre la veracidad de la muerte de Bin Laden durante su conferencia de prensa el martes en Islamabad. «No puedo responder a cada teoría de la conspiración» añadió nervioso.

No creer en el relato de Obama sobre la muerte de Bin Laden tiene que analizarse en el contexto de sentimiento antiestadounidense generalizado que hay en la región, dijo a la BBC Shadi Hamid, director de investigación del Centro Brookings en Doha, Qatar.

Según la BBC, en la propia localidad de Riyad, la ciudad donde nació Bin Laden, hay quienes sostienen  que el jefe terrorista nunca existió. «Honestamente, nunca he estado convencido de que existiera una persona como Osama bin Laden», dijo Osama al-Obeid, banquero saudí, citado por la cadena.

Lo concreto, es que no hay cadáver, no hay fotos ni videos ni hay pruebas testimoniales que certifiquen la muerte de Bin Laden. Y en el lugar donde supuestamente vivía desde hace 5 años, nadie vio a Bin Laden.

Antes de la muerte de Bin laden, las nuevas mediciones indicaban que el gerente imperial, que combina el Premio Nóbel de la Paz con genocidios militares en masa en Irak, Afganistán y África, había ingresado en el ocaso, en el desprestigio, y en la falta de apoyo por parte de la mayoría de la sociedad imperial estadounidense.

Un sondeo del Washington Post y el Centro Pew, realizado después del anuncio de la muerte de Osama, indicó una escalada de nueve puntos en su nivel de aprobación popular.

A solo 48 horas del anuncio de la muerte de Bin Laden, la oleada de sospechas, especulaciones y teorías conspirativas que que difunden las cadenas internacionales  ya están convirtiendo la operación de asesinato de Bin Laden en un verdadero boomerang para Obama y la Casa Blanca.

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