¡Plata para los docentes de Santa Cruz!
Muchos trabajadores piensan votar a Cristina porque consideran que “están mejor” que en 2001, dicen que “este gobierno algo hizo” o por el espanto que les causa sólo pensar en algún político del cambalache que representa la oposición patronal. A esos compañeros les venimos señalando que este gobierno no defiende a los trabajadores y demás sectores populares, sino a los intereses de los grandes empresarios. Veamos lo que pasa en Santa Cruz.
Los docentes vienen luchando desde hace meses por un 50% de aumento salarial. El gobierno les ofreció la mitad. Ganan $ 3.520 y la canasta familiar para vivir dignamente alcanza en esa provincia los 10.000 pesos. ¿Esa lucha es descabellada, irresponsable y “política”, como la tilda el gobierno? ¿Cuál es el delito que cometen los maestros santacruceños? Reclamar por su dignidad.
El gobernador Peralta les envió una patota de la UOCRA para frenarlos y no pudo. Ahora la primera mandataria envió la Gendarmería para amedrentarlos y, en su caso, reprimir a quienes dictan clases a todos los hijos nacidos en esa tierra. La justicia kirchnerista de Santa Cruz ha intimado a los docentes a que levanten el corte de la ruta 43 bajo apercibimiento de hacerlo por la fuerza. ¡Les mandan gendarmes cuando necesitan salario! ¿Por qué la presidente no les envía fondos nacionales para solucionar el problema y que inmediatamente los chicos recuperen las clases?
Plata hay. Todos los días Cristina habla de crecimiento, de “profundizar el modelo”, de que acá se vive mucho mejor que en Europa, etcétera, etcétera. Pero el dinero del crecimiento se destina a pagar la deuda externa, a subsidiar grandes empresarios y dar créditos baratos a las multinacionales. ¿Por qué no se usan las reservas del Banco Central para saldar la deuda con los docentes de Santa Cruz en vez de cumplir con los usureros internacionales?
Semanas atrás denunciamos que Cristina salió en defensa de las petroleras lamentándose de las pérdidas que les ocasionaban los paros de sus trabajadores. Ahora le vuelve a otorgar un jugoso regalo. Con la Resolución nº 46 de fines de marzo, el gobierno nacional ha liberado el precio de los combustibles. De esa forma, todas las petroleras (Repsol-YPF a la cabeza, quien controla el 55% del mercado de las naftas) las han aumentado al valor “real” de la inflación (30%), no la trucha que marca el INDEK. El patotero Guillermo Moreno lo hizo luego de cacarear con aplicarles la Ley de Abastecimiento. Una amenaza que duró sólo unos días. Dicha norma, que se dictó en 1975 y nunca se aplicó, permitiría, por ejemplo, fijar precios máximos y sancionar hasta con la expropiación a los inescrupulosos y saqueadores formadores de precios. Discurso amenazador que el gobierno difunde para los medios, pero por abajo da luz verde para los aumentos. Los cuales impactan directamente contra los consumidores y la “cadena de costos” de las empresas que, inmediatamente, trasladan a los precios. Las mismas que saquean nuestros recursos naturales y no invierten un peso. La prueba está en que el Estado (con plata del pueblo) entre enero y abril de este año desembolsó 1.943 millones de dólares para importar combustibles y lubricantes, casi un 150% más que en igual fecha de 2010. (Clarín, 26/5). Conclusión: ganancias fabulosas para las petroleras.
Si a un trabajador en cualquier parte del mundo le preguntaran cómo catalogaría a un gobierno que niega aumento de salario a los maestros, les envía la Gendarmería y al mismo tiempo autoriza subas que benefician a las petroleras, lo menos que se le ocurriría responder es que se trata de “un gobierno que defiende a los trabajadores”. Acá sí. Porque así se autodefine el kirchnerismo.
Más allá de este debate, en lo que nos tenemos que poner de acuerdo los trabajadores hoy (piensen como piensen), es que hay que hacer todo lo posible para que los docentes de Santa Cruz triunfen. Para ello vaya todo nuestro apoyo y solidaridad (ver página 6). Y para las elecciones, compañera y compañero lector, le decimos que si está dispuesto a votar por Cristina (o por cualquier variante patronal), lo piense bien antes de hacerlo. Para ayudarlo a cambiar, conformamos el Frente de Izquierda. Para que haya una alternativa unitaria para enfrentar a los políticos patronales y poder pelear por una salida obrera y popular que satisfaga las urgentes necesidades. Súmese.
El Socialista 01/06/11