¿Cristina ya ganó?
Después de la derrota de Filmus en Capital, el kirchnerismo sumó otra, y por paliza, en Santa Fe. En los próximos días seguirán las malas noticias para la Casa Rosada. El candidato kirchnerista en la Ciudad -a quien desde sus propias files le dicen “Pantriste”-, sufrirá un nuevo traspié en el balotaje de este domingo 31. Y en las elecciones provinciales de Córdoba para el 7 de agosto, directamente el gobierno nacional no lleva candidato a gobernador.
Algunos auguran, con estos resultados, un efecto cascada antikirchnerista en las presidenciales, poniendo en duda el mensaje oficial de que Cristina “ya ganó”. Aunque las encuestas dan que Cristina hoy es favorita, es evidente que el gobierno ha sufrido un desgaste desde que comenzaron las elecciones provinciales, al día de hoy. Las cuales dejan un claro mensaje: nadie tiene el voto atado y nadie da un cheque en blanco. En ese marco el kirchnerismo se juega a hacer la diferencia en el estratégico distrito bonaerense.
Cristina logró hace unos meses unir al peronismo. De esa forma Menem la apoyó en La Rioja, Barrionuevo en Catamarca, Reutemann se sometió a la interna santafecina llevada a cabo dos meses atrás y Scioli se disciplinó ante la imposición del vicegobernador por parte del gobierno nacional. Pero al confeccionar las listas en forma arbitraria, Cristina ha pateado el tablero, lo que le jugó en contra tanto en las elecciones de Capital, Santa Fe y en las que se vienen en Córdoba. La Cámpora versus la ortodoxia del PJ se sacan chispa. El Intendente de Malvinas Argentinas -provincia de Buenos Aires- se pasó del kirchnerismo a las filas duhaldistas, sin que se sepa cuánto jugarán de sus aparatos los barones del conurbano a favor de Cristina. Los intelectuales K despotrican contra Filmus y el fundamentalista programa 6, 7, 8. Moyano reclama aumento en el salario mínimo y en el tope del impuesto a las Ganancias que pagan los salarios. Ante las denuncias de corrupción por el caso Schoklender, el gobierno tuvo que sacarle el manejo de las viviendas a las Madres. Y pagó caro ante una vanguardia la represión a los docentes de Santa Cruz. Mientras, los anuncios pomposos siempre esconden algo bajo el poncho: el concesionario de la estación ferroautomotora marplatense que recientemente inauguró Cristina, es Néstor Otero, amigo de Ricardo Jaime, procesado, quien ya fue beneficiado con el negocio de la terminal de ómnibus de Retiro. El mismo que aportó 150 mil pesos para la campaña de la primera mandataria.
La oposición patronal corre detrás de cada resultado electoral para sacar tajada, intentando achicar ventaja en las internas del 14 de agosto en vistas a las presidenciales de octubre. Macri soltó globitos con Del Sel, pero cuando el humorista gritó “Mauricio presidente”, aclaró que es para 2015, ya que en esta no se presenta. Duhalde, con el llamado a votar por Macri en el balotaje de Capital, el respaldo al ex Midachi y un acuerdo que habría tejido para que Reutemann lo apoye en las internas de agosto, intenta remontar el magro 7 u 8% que le dan las encuestas. Otro tanto hace Alfonsín, quien fue a mostrarse como ganador ante el triunfo de Bonfatti-UCR, pero no se pudo sacar la foto con Binner. La alianza que ganó en Santa Fe lleva 3 candidatos a las presidenciales: Binner, Alfonsín y Carrió.
Si la oposición patronal no remonta, es por la crisis de los aparatos partidarios desde el Argentinazo a esta parte. Y porque no tiene un plan alternativo al del gobierno. Mejor dicho, coinciden, con algunos matices, en que hay que mantener los pilares del modelo kirchnerista. El candidato radical dijo que si gana “aspira a cambiar al gobierno pero sin tocar la economía”. Es decir, todo seguirá igual: inflación, salarios y jubilaciones de pobreza, subsidios a las grandes patronales y privatizadas, crecimiento para los de arriba y pagos puntuales de la deuda externa.
Muchos trabajadores se hacen eco de la campaña oficial que pide el voto a Cristina “contra la derecha” y para que no vuelva el ajuste de los ´90. Otros, aunque empiezan a darse cuenta que este mensaje es parte del doble discurso kirchnerista, viendo los candidatos de la UCR, Peronismo Disidente, PRO y Coalición Cívica a los que nunca votarían, se inclinan por el oficialismo como “mal menor”. Por otro lado, quienes aspiran a castigar al kirchnerismo, acudirán a algún candidato mejor posicionado usándolo como “voto castigo”. A esos compañeros les decimos que no se dejen engañar. No hay que votar “al mal menor” ni apostar a un “voto castigo” con alguien que va a gobernar en contra de los intereses de los trabajadores. Gobierno y oposición patronal quieren polarizar la elección para que solo haya dos “grandes opciones”. Tanto en las internas del 14 de agosto como en las presidenciales de octubre. Internas que no serán para dirimir ninguna candidatura. Lo que sí se define el 14 de agosto es si la lista del Frente de Izquierda vence el intento de proscripción y se puede presentar en las presidenciales (ver páginas centrales). Proscripción a la cual se agregó otra: el fallo del juez Blanco en provincia de Buenos Aires disponiendo que no va a enviar las boletas de los partidos a través del Correo, como se hace siempre. Una clara medida en beneficio de los aparatos partidarios clientelares y un nuevo atropello antidemocrático contra la izquierda y los votantes que quieran optar por otros partidos que no sean los tradicionales.
Llamamos a los trabajadores y demás sectores populares a derrotar el 14 de agosto estos intentos proscriptivos, yendo a votar por Altamira-Castillo y demás candidatos del Frente de Izquierda, para vencer esta amenaza que se cierne sobre la izquierda y se volverá en contra de cualquier derecho democrático a futuro.
El Socialista 27/04/11