Schoklender: un invento de los Kirchner
El kirchnerismo condenó las declaraciones de Sergio Schoklender en el Congreso. Intenta desvincularse de este grave hecho de corrupción, de los manejos de fondos millonarios que tenían que ir para vivienda y por la cooptación de las Madres. Pero cada vez lo salpican más.
La semana pasada, el ex apoderado de Madres, Sergio Schoklender, fue al Congreso donde se sometió a un extenso cuestionario por parte de los diputados opositores. Obviamente, la oposición patronal busca sacar tajada electoral, pegándole al kirchnerismo, mostrándose como garante de la “transparencia”. Sin embargo, todos ellos gobernaron también con hechos de corrupción similares, ya sea durante el menemismo o en épocas de la Alianza. Como dice el refrán, el muerto se ríe del degollado.
Durante la jornada, Schoklender habló del pago de sobresueldos a funcionarios del gobierno y del uso de fondos de la fundación de Madres, Sueños Compartidos, para las campañas proselitistas del kirchnerismo, acusando a Hebe de ser la responsable. Dijo también que un ex miembro de la SIDE, Fernando Pocino -mandatado por el propio Aníbal Fernández-, habría intentado comprar su silencio a cambio de “planchar” la causa en su contra.
Más allá de la veracidad de sus declaraciones, lo cierto es que el kirchnerismo trata de despegarse del caso para salvar su propia responsabilidad. Tildó de farsa la visita de Schoklender al Congreso, y Aníbal Fernández llamó a “confiar en la justicia”. Sin embargo, el juez Oyarbide -ex menemista devenido en kirchnerista- mantiene la causa bajo estricto “secreto de sumario”, donde solo él conoce sus entretelones. El mismo que sobreseyó a los Kirchner por enriquecimiento ilícito con pruebas que le aportó el propio contador de la familia presidencial.
Fernández dijo, además, que “hay que estar loco” para creerle a Schoklender. Señalando que “si hay algún problema con la plata, es de la puerta para dentro, no es dinero público”, como si no fuese el gobierno el que destinó, al menos, 765 millones de pesos a la Fundación para que ésta llevase adelante un plan de viviendas, lo que le permitió enriquecerse con fondos estatales.
El gobierno se quiere despegar pero el propio Schoklender ha dicho que añora los años de relación con Néstor Kirchner. “Si él estuviera, esto no hubiera pasado”, dijo una vez.
La cooptación de los Derechos Humanos
El escándalo pone en evidencia, a su vez, cómo afecta la política de cooptación del gobierno hacia los organismos de Derechos Humanos. No sólo ha transformado a un emblema de esta pelea contra la impunidad como son Madres-Hebe en una mera empresa constructora, sino que ha viciado las banderas de la lucha contra la impunidad. A tal punto que muchos, viendo estos hechos, ponen en duda si realmente ha servido la lucha contra la impunidad a lo largo de tantas décadas.
El kirchnerismo logró ganar el apoyo de Madres, subordinándolas a su estrategia política y silenciando su voz ante la represión y persecución oficial a la protesta social.
Responsabilidad que incumbe también a Hebe de Bonafini. Fue ella quien eligió a un personaje ajeno a la lucha contra la impunidad como Schoklender para que maneje su fundación. A su vez, ya hemos dicho que no cuestionamos su derecho de apoyar al gobierno. Lo criticable es que lo hace con el argumento de que el kirchnerismo es “abanderado de los derechos humanos”, lavándole la cara, ya que, en su gestión, desapareció Julio López, fueron asesinados los QOM en Formosa, Mariano Ferreyra y siguen procesados más de 5.000 luchadores por luchar. Lucha que continúa hoy, la cual, lamentablemente Hebe abandonó.
El gobierno dice que la campaña contra Schoklender es para manchar a las Madres, y Hebe, que es para embarrar a Cristina. Pero cada voto que saque Cristina en octubre servirá para que siga la corrupción y desvirtuar la lucha contra los asesinos de ayer y de hoy. Cada voto al Frente de Izquierda, en cambio, servirá para fortalecer la lucha contra este modelo corrupto y rescatar el valor de la lucha por los Derechos Humanos, como lo hemos demostrado este último domingo en la marcha por Julio López o cada 24 de marzo, impulsadas por organismos de derechos humanos independientes del gobierno que, junto a la izquierda, integramos el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.
El Socialista 21/09/11