A 75 años de la “noche de los cristales rotos»
El antisemitismo fue uno de los componentes esenciales del nazismo. Diez meses antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, en la madrugada del 10 de noviembre de 1938, se produjo un gigantesco pogrom, con destrucción masiva de sinagogas, tiendas y hogares de judíos. El hecho sacudió al mundo. Fue un alerta rojo sobre el real significado del Tercer Reich de Hitler y el futuro Holocausto.
Alemania entre la derrota y la revolución
El fin de la guerra interimperialista de 1914-18 dejó a Alemania en el bando de los vencidos. Toda Europa estaba sacudida por las movilizaciones obreras, alentadas por el triunfo de los trabajadores y campesinos que en noviembre de 1917 acabaron con la dictadura de los zares en Rusia. La poderosa clase obrera alemana protagonizó en noviembre de 1919 una revolución que derrotó a la monarquía de los Hohenzollern. La traición de la socialdemocracia y la ausencia de una dirección como la de los bolcheviques en Rusia dio lugar a que la conquista de libertades democráticas no avanzara hacia el triunfo de un gobierno obrero y el socialismo.