¿Cierres de plantas para frenar a la izquierda?
Ricardo Carpena
Hay batallas que se libran más allá de la pelea entre el Gobierno y el sindicalismo peronista: por ejemplo, la que todos, o casi todos, entablan contra la izquierda sindical. En estas horas podría darse una coincidencia sugestiva de empresas que cierran temporariamente por la crisis económica o por cuestiones de seguridad, pero que dejan abierta la sospecha de que lo hacen para desactivar a sus delegados combativos. Primero fue la autopartista Lear, que el jueves pasado entornó sus persianas con la excusa de que no podían garantizar la integridad física de unos 450 trabajadores por la presión de la izquierda ante la fábrica de General Pacheco. Ahora, las versiones sobre un posible cierre apuntan a otra compañía norteamericana: la gráfica Donnelley, en Garín, que había amagado con 123 despidos y cuya comisión interna milita en el trotskista PTS.