Por Ricardo Ayala y Felipe Alegría
El manejo de la pandemia por parte del capitalismo ha provocado una catástrofe sanitaria, social y humana para la mayoría de la población mundial. En esta catástrofe, en paralelo a los millones de muertos, se yergue la lista de billonarios. Todo el organismo económico mundial capitalista, ha reaccionado acorde con la norma suprema del capital, la ley de la acumulación. Cabe destacar, sin embargo, la enorme velocidad de la centralización del capital azuzada por la pandemia.
En marzo de 2021 la prensa nos informaba que “los superricos del mundo aumentan su fortuna en 412 mil millones de dólares -8 mil millones por semana – alcanzando un récord total de 3.228 mil millones en sus fortunas. Elon Musk de Tesla agrega $ 151.000 millones, todo un récord, para convertirse en el hombre más rico del mundo, con $197.000.”[1]
Estamos, en verdad, ante una muestra brutal del desarrollo de la “ley general de la acumulación capitalista” que Marx describió en El Capital:
Esta ley determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital. Por eso, lo que en un polo es acumulación de riqueza es en polo contrario , es decir, en la clase que crea su proprio producto como capital, acumulación de miseria, tormentos de trabajo, de esclavitud, de despotismo, de ignorancia y degradación moral. [Reflejando como nunca] “el carácter antagónico de la producción capitalista”.[2]
Uno de los términos de la cuestión planteada en el título, si China es capitalista, podría ser básicamente contestada compilando informaciones sobre el desarrollo de las relaciones sociales chinas durante la pandemia y viendo en qué medida mantuvieron las mismas tendencias del capitalismo imperialista.