Medio millón de puestos de trabajo perdidos en el sector estatal cubano
Marc Vandepitte
Traducción: Sven Magnus |
Se ataca visceralmente al gobierno cubano y a la Revolución por las recientes medidas económicas, pero no se dan alternativas para reanimar la economía y mejorar el nivel de vida de la población
En la presentación del libro «La contraofensiva estratégica», en La Habana, el ex presidente cubano Fidel Castro reafirmó lo dicho en entrevista con la revista The Atlantic, en la cual afirmó que el modelo cubano no le servía ni siquiera a los propios cubanos. Con estas palabras, el ex presidente apuntala las medidas procapitalistas adoptadas por la burocracia cubana, al entregar concesiones por 90 años a consorcios privados para la construcción de campos de golf, los planes para despedir un millón de empleados públicos, y la apertura a las transnacionales del turismo y el níquel.
En el marco de su reaparición en el escenario público, cuatro años después de la crisis de salud que lo obligó a dejar el poder, el ex presidente de Cuba, Fidel Castro, señaló que el modelo cubano “ya no funciona” para la isla, según escribió un periodista estadounidense que lo visitó la semana pasada en La Habana.
Desde luego, ¡NO! Es, evidentemente, la respuesta correcta.
La lucha política -interna y externa- la resistencia, oposición y ofensiva del capitalismo, de la burguesía internacional, expresa y nos informa, sobre todo, acerca de las contradicciones antagónicas, y no antagónicas, entre clases sociales, o, en general, entre los grupos sociales en pugna de intereses e ideas, de mentalidades.
El 7 de julio el gobierno anunció que serían liberados presos políticos. Al día siguiente levantó su huelga de hambre el disidente Fariñas. Junto a la solidaridad por el fin del bloqueo, hay que exigir libertades para el pueblo cubano.
Escribe: Mercedes Petit