Descomposturas
Por Juan Gelman
La reacción más bien destemplada de la Casa Blanca ante la difusión de los documentos filtrados por Wikileaks oscila entre la soberbia más cruda y la hipocresía no menos. Robert Gates, el jefe del Pentágono, señaló que EE.UU. no tiene amigos, sólo países que lo respetan, le temen o lo apoyan por mera conveniencia y les restó toda importancia. A los países y a los documentos. Si son inofensivos, habrá que lamentar los afanes que Hillary Clinton desplegó para atenuar su impacto entre sus colegas en la reunión cumbre de la Organización para la Seguridad y Colaboración en Europa (OSCE) que acaba de finalizar en Kazajstán.