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Todo sube… ¡Aumento salarial ya!

Todo sube…

¡Aumento salarial ya!

La escalada inflacionaria continúa. El kirchnerismo les deja las manos libres a los monopolios formadores de precios. A la vez, coincide con las patronales en que se fijen aumentos en las paritarias por debajo de la inflación. Es necesario luchar por un aumento de emergencia y que se reabran las paritarias

Escribe: Juan Rivera

Mal que le pese al kirchnerismo, la inflación continúa en aumento. Los precios de los alimentos aumentan a diario y algunos de ellos, como la carne o las verduras, se han convertido en artículos de lujo. Lo mismo sucede con los lácteos. Se estima que la inflación argentina es la tercera más alta del mundo. Y el costo de vida de enero, considerando sólo el rubro alimenticio, será el mayor desde el año 92.

A esto se suman los aumentos en rubros como nafta, transporte, alquileres o la medicina prepaga que, con la venia del gobierno, acaba de fijar un aumento del 12% y ya prepara otro para los próximos meses. Todo esto sucede porque el gobierno no aplica precios máximos, ni ningún tipo de control, dejando las manos libres a los grandes empresarios para que hagan lo que quieran.

Los precios suben, los salarios no

Así como los precios aumentan de manera ininterrumpida, los salarios hace ya tiempo que se encuentran en el freezer. Por ello miles de trabajadores han pasado a engrosar los índices de pobreza. “La mitad de los 6,5 millones de trabajadores que están registrados o en blanco gana menos de 2.000 pesos al mes. Y el 70% tiene ingresos de bolsillo inferiores a los 2.700 pesos” (Clarín, 26-01). Es decir, ni siquiera alcanzan a cubrir los 2.900 pesos que, según datos de la Fundación de Investigación para el Desarrollo (FIDE), necesita una familia tipo de ingreso medio-bajo para subsistir, siempre presuponiendo que recibe educación y atención médica gratuita. Caso contrario, la cifra ascendería a los 4.000 pesos, valor en el que se encuentra la canasta familiar que ningún organismo oficial mide.

La situación de los trabajadores en negro (3,5 millones) y de las mujeres es aún peor, ya que suelen percibir ingresos que se estiman un 40% inferiores a los de los trabajadores en blanco.

¡Que aumenten los salarios!

Frente a esta situación, las patronales, la burocracia y el gobierno se preparan para hacer frente a las discusiones salariales venideras. La UIA, en boca de su secretario José Ignacio De Mendiguren, ya lanzó un tope de 15% de aumento para todo 2010, muy por debajo de la inflación real. Moyano, como ya nos tiene acostumbrados, adelantó que cada sindicato deberá discutir por su propia cuenta y que “no va pasar nada, como no pasó nada en los últimos seis años” en que se discutieron posibles aumentos, argumentando que los gremios y los empresarios han alcanzado un grado de madurez tal, que no debería dar lugar a ningún tipo de “sobresalto”. De esta manera, preparan el terreno para fijar un nuevo techo salarial. La CTA, en cambio, no ha dicho absolutamente nada, aún cuando a los docentes bonaerenses, por ejemplo, el gobierno ni los ha recibido a pesar que tenían una audiencia. Según el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileone, el 20% que piden -hoy cuentan con un salario mínimo de $1.490- es “disparatado” e “inaceptable”. Otro tanto ocurre en Santiago del Estero, donde los trabajadores de la Salud se encuentran en conflicto por la falta de insumos y la precarización laboral de 5.600 de los 8.000 trabajadores, cuyos sueldos son inferiores al mínimo de $1.500.

Por eso, hoy más que nunca, es necesario que los trabajadores salgan a reclamar un inmediato aumento de salario de emergencia de $1.000 para todos los trabajadores, en el camino de alcanzar el costo real de la canasta familiar. Que se reabran las paritarias en forma inmediata. Exigiendo a la CGT y CTA que rompan su pacto con las patronales y el gobierno y llamen a un plan de lucha. Así podremos hacer frente a la terrible inflación.

El Socialista 03/02/10

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