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Ola de protestas obreras en EUROPA

Ola de protestas obreras en EUROPA

Escribe:  Miguel Lamas

Huelgas europa
Huelgas europa

El año pasado, los gobiernos europeos “rescataron” a los bancos con más de un billón de dólares. Ahora, ante la desocupación, enormes déficits y deudas de los estados, pretenden rebajar sueldos, despedir a miles de trabajadores y aumentar la edad jubilatoria en varios países. ¡Pero los trabajadores europeos están dispuestos a defenderse! La semana pasada una huelga general paralizó a Grecia. Y hubo enormes movilizaciones en España y paros en Francia e Italia.

Huelga general en Grecia

 

Tres millones de trabajadores de los sectores público y privado, convocados por las centrales obreras GSEE y ADEDY, paralizaron Grecia contra las medidas de austeridad implementadas por el gobierno “socialista” del Pasok. La manifestación en Atenas reunió a unas 30 mil personas (Clarín, 24/02).

La huelga fue contra las medidas dispuestas por el primer ministro, Giorgios Papandreu, para reducir el déficit público vía la congelación de salarios, alza de la edad de jubilación, recortes en los gastos públicos de un 10% (que afecta duramente a partidas sociales en salud y educación), disminución de empleados públicos (no se reemplazarán a los que se jubilen), entre otras medidas de ajuste.

Las dos grandes centrales obreras aseguraron que al menos el 80% de los obreros y empleados cumplieron la medida de fuerza. Pararon fábricas, aviones, trenes, hospitales, escuelas, universidades, tribunales, periodistas de radio y televisión, etcétera. Los buses y una línea de metro funcionaban, por decisión sindical, en Atenas, para permitir a los huelguistas ir a las manifestaciones programadas por los sindicatos en el centro de la capital a partir del mediodía.

El líder de la mayor central obrera, Yiannis Panagopoulus, anunció que la bronca popular es grande por las medidas de austeridad. “Sigue aumentando la desocupación que pronto llegará al 12%”, dijo ayer. “Las reducciones de gastos van a causar más recesión y auténticas conmociones sociales”. La huelga general salió bajo una enorme presión de la base. Comenzó con una huelga de trabajadores estatales convocada por la federación sindical ADEDY el 10 de febrero. La burocracia de la Confederación de General del Trabajo (GSEE) había convocado a un paro sólo de privados para el 24, dividiendo así la lucha. Pero asambleas masivas de trabajadores estatales llamaron a parar también el 24. Y finalmente ADEDY convocó. Así se llegó a la gran huelga general.

Miles de manifestantes desfilaron con cánticos, redoblantes y bombos, y mostraron carteles de protesta que decían: “Los trabajadores no tenemos que pagar la crisis que han creado los bancos”, “El pueblo y sus necesidades son más importantes que los mercados” (Idem).

Los medios de comunicación habían dicho que las medidas eran “populares”. En general el gobierno del Pasok tenía un alto grado de apoyo. Pero la huelga muestra que las medidas no eran “populares” y el gobierno quedó fuertemente cuestionado.

En 2001, una enorme movilización hizo retroceder al gobierno del Pasok (socialdemócrata) en la “reforma” de las jubilaciones. Teniendo miedo a un nuevo movimiento como aquél, Papandreou hace discursos patrióticos, mientras negocia un apoyo de la derecha a su plan de austeridad.

Ahora, después de la huelga exitosa, se discute en las bases la necesidad de nuevas huelgas en el marco de un plan de lucha hasta que el gobierno retroceda. La lucha en Grecia tiene una gran importancia, aunque es un país chico, por la repercusión inmediata en la Unión Europea, de la que forma parte. Las medidas de austeridad se las dicta la Unión al gobierno griego, las cuales también se podrían aplicar en otros países.

La crisis afecta a toda Europa. Y sus trabajadores miran hoy a Grecia. Porque esa lucha puede “contagiarse” a otros países con su consigna: “¡No pagaremos la crisis que crearon los bancos!”

 


Islandia: Ganarìa el “no pago”

 

La helada y pequeña Islandia, con solo 317.000 habitantes, estaba sumergida en la bicicleta financiera. El banco Icesave tenía miles de clientes en Europa y principalmente en Gran Bretaña y Holanda. En octubre de 2008, cuando se hundieron los bancos después que los banqueros se habían hecho todos ricos, el gobierno islandés los rescató con un préstamo del FMI.

Cuando se hundió el banco, cayó el gobierno de Islandia. Ahora quiere entrar a la Unión Europea y le exigen todo el pago al contado de lo que se debe a los clientes del Icesave. Son 3.800 millones de dólares, un 40% del Producto Bruto Interno (todo lo que produce el país en un año).

El desempleo se multiplicó por cuatro en dos años e Islandia pierde población: sus jóvenes, muy preparados, emigran a Europa y a EE.UU. Según cifras del gobierno, casi 5.000 islandeses emigraron en 2009, una enormidad para una población pequeña.

Ante semejante situación, y por las protestas populares, el gobierno dijo que sometería a un referéndum si se pagaba o no la deuda. Este referéndum se hace el 6 de marzo. Y lo que miden las encuestas es que por aplastante mayoría se votará por “no pagar”. ¡Un buen ejemplo! ¡Que los banqueros, no los pueblos, paguen el desastre que hicieron!

 


Italia: Se extienden las huelgas y ocupaciones de fábrica

 

Las principales ciudades italianas se han teñido de amarillo este 1º de marzo, en la primera huelga protagonizada por inmigrantes, inspirados en la iniciativa francesa Día Sin Inmigrantes. “24 horas sin nosotros para reivindicar los derechos de los casi cinco millones de extranjeros que viven y trabajan en Italia.” Trabajadores provenientes de Bangladesh, Burkina Faso, Marruecos y Senegal protestaron en sesenta ciudades contra el racismo y por derechos de integración. Según recogen los medios italianos, entre las protestas más significativas figuran la de Nápoles -donde desfilaron unas 20.000 personas- y Bolonia, con 10.000.

El 19 de febrero pararon los trabajadores del transporte público exigiendo discusión del contrato colectivo. Los trabajadores de Alitalia se declararon también en huelga por condiciones de trabajo que pretenden imponerles los nuevos dueños de Air France y KLM. El 5 de febrero pararon los 28.000 obreros de la Fiat contra intentos de despidos y cierre de la fábrica en Sicilia. Por su parte, los 3.000 obreros de ALCOA, una empresa yanqui de aluminio, ocuparon las plantas en Cerdeña y Venecia y se movilizaron a Roma.

 


Francia: Huelga de petroleros

 

Durante una semana pararon todos los trabajadores de las refinerías petroleras en Francia, contra la intención de la gigantesca multinacional TOTAL de cerrar la refinería de Dunkerke y despedir trabajadores en otras. Dejó a toda Francia al borde del total desabastecimiento de combustible.

La huelga fue levantada por la burocracia de la CGT, en base a un compromiso de la TOTAL de no cerrar por cinco años ninguna de las refinerías, excepto Dunkerke. Esto hizo que los trabajadores de esta última refinería sigan en huelga y ocupando la planta.

A fines de la semana pasada también entraron en huelga los controladores aéreos de los dos principales aeropuertos de Francia, Orly y Roissy-Charles de Gaulle, quienes mantienen el paro por tercer día consecutivo. Otra huelga declararon los marineros de la Sociedad Nacional Córcega-Mediterráneo (SNCM) y la Compañía Meridional de Navegación (CMN), a cargo del tráfico entre Córcega y Marsella, en protesta por el desmantelamiento del servicio público ante la llegada del nuevo operador italiano de los servicios de comunicación, Moby Lines.

 


España: Cientos de miles a las calles

La semana pasada, cientos de miles de trabajadores salieron a la calle para rechazar la reforma de las pensiones (jubilación a los 67 años) que pretende implementar el gobierno de Zapatero. Más de 200.000 manifestantes en Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Asturias y La Rioja. Y hay que sumar las manifestaciones en el resto de España.

Las manifestaciones fueron convocadas por la CCOO (Comisiones Obreras) y la UGT (Unión General de Trabajadores) ante la gran presión de la base, con movilizaciones y paros regionales, así como sectores sindicales como la CGT (central minoritaria) que exigen una huelga general. Las burocracias de la CCOO y de la UGT vienen diciendo desde hace mucho que “no sirve” una huelga general. Los dirigentes están vendidos por las numerosas prebendas estatales que les garantizó el gobierno del PSOE. Pero, pese al freno burocrático, la gran movilización mostró la combatividad y fuerza de la clase trabajadora. Los dirigentes ahora dicen que Zapatero debe retirar el “pensionazo” porque, de lo contrario, el “peligro” es que extiendan las movilizaciones (es decir, que ya no las puedan frenar más…)

El Socialista 03/03/10