Aumento de salario
$1.500 de emergencia ya
La inflación, en especial el brutal aumento de los alimentos, se sigue comiendo los salarios, jubilaciones y demás ingresos populares. Están transcurriendo las paritarias en varios gremios. Hace falta un inmediato aumento de emergencia de 1.500 para todos los trabajadores para poder paliar el enorme costo de vida.
Escribe: Juan Carlos Giordano
Los que más siguen aumentando son los alimentos, es decir, la comida de millones. Y quienes más sufren son los trabajadores y pobres, no los ricos. La plata no alcanza y el 80 o 90% de los ingresos se destinan a adquirir los productos básicos para subsistir. Encima, el gobierno miente.
Por ejemplo, el INDEK dice que la canasta básica para que una familia tipo se pueda alimentar (matrimonio con dos hijos) asciende a 510 pesos. Pero expertos de la UBA consideran que para lograr una alimentación saludable se necesitan 1.576 pesos (Clarín, 21-03). Es que la canasta del INDEC, intervenido por la patota de Moreno, se basa en pan, aceite, papa, azúcar y carne de segunda, lo que genera en los niños retardo crónico de crecimiento y obesidad, llevándolos a lo que se denomina desnutrición oculta.
Cuando Hugo Moyano se refiere a que hay que guiarse por el “INDEC de los supermercados” para pedir los aumentos de salarios, parece que se refiere al INDEC de Moreno, no a lo que necesita de verdad una familia trabajadora.
¿Cuánto hay que pedir?
En estas páginas decimos que hay alimentos 300% más caros en Buenos Aires que en Miami. Entonces, ¿cuánto debe ganar un trabajador para vivir dignamente?
Los montos que miden la canasta familiar para una familia tipo oscilan entre 3.800 y 7.200 pesos, según el lugar donde se viva. Las cifras más altas corresponden a las provincias del sur del país, donde el costo de vida es mucho mayor. Varios gremios están sacando sus propios números. Lamentablemente, aunque lleguen a la conclusión que esa canasta asciende a 4.696 pesos, como hizo la CTA, Ctera, su gremio que nuclea a los docentes, firmó un acuerdo por el 17%. Por eso es que los docentes luchan en varias provincias (ver página 9). Los petroleros de Chubut, por su parte, están reclamando $15.000 por única vez y un 30%. Sectores del subte piden un 35%. Los bancarios lograron un 23,5% y la UOM reclama el 25 por ciento. El 7 de abril hay paro nacional de Fesprosa (profesionales de la salud), con movilización al ministerio de Salud de la Nación. Y se movilizan los ferroviarios del Sarmiento-TBA por el salario.
Al contrario de lo que dicen las patronales -que no pueden dar esos aumentos-, se supo, por ejemplo, que las multinacionales giraron a sus casas matrices 8.100 millones de dólares en 2009, 600 millones más que en 2008 (Pàgina12, 20-03). Los bancos están haciendo fortunas. Techint y las automotrices lo mismo. También las alimenticias, petroquímicas, entre un largo etcétera.
Lamentablemente, la CGT está dejando que en las paritarias cada gremio negocie individualmente. Eso es un crimen, porque lo que hace falta es una lucha unificada en todo el país para arrancar un aumento de emergencia que contrarreste las nefastas consecuencias de la inflación. Esa política ya se sabe como termina: en arreglos por debajo de la inflación.
¡Plata hay!
Todos los días vemos por televisión a Cristina diciendo que quiere destinar sí o sí millones de dólares para pagar la deuda externa. ¿Por qué no destinar ese dinero a aumentar salarios y jubilaciones, mejorar los hospitales y escuelas o construir nuevos establecimientos?
Es que la prioridad del gobierno y de los grandes empresarios, bajo el capitalismo, no es, obvio, satisfacer las necesidades de los trabajadores. Por eso es que, para lograr alguna conquista, aunque sea mínima, hay que salir a luchar. Sin embargo, la preocupación de los dirigentes sindicales es otra. Por ejemplo, Hugo Moyano está preparando un acto para dentro de 15 días en Rosario. ¿Para llamar a pelear por salario? Acertó. ¡No! Es para lanzar “el partido político Movimiento Nacional Sindical Peronista con vistas a las presidenciales de 2011” (Crítica, 21-03). La CTA, por su parte, se la pasa reclamando su personería gremial mientras se niega a delinear un plan de lucha para que los estatales puedan lograr un aumento digno en las peleas que están llevando adelante en varias provincias (ver página 8).
Queda en manos de los trabajadores y los luchadores intervenir de lleno en esta pulseada nacional por el salario. Exigir un aumento de emergencia de 1.500 pesos, en el camino de lograr el valor de la canasta familiar que ronda los 4.000 pesos. Para ello hay que reclamar asambleas, cuerpos de delegados con mandato, movilizarse y votar medidas de fuerza. Eligiendo paritarios en la base. Y reclamando que la CGT y CTA rompan el pacto con el gobierno y las patronales, y tomen alguna medida de lucha.
El Socialista 25/03/10