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Los yanquis se van derrotados de Irak

Los yanquis se van derrotados de Irak

Una retirada sin gloria

En las noches del 18 y 19 de agosto, miles de soldados yanquis huyeron de Irak como ladrones perseguidos, atravesando el desierto hacia Kuwait. Nadie, ni siquiera los gobernantes títeres, fueron a hacer discursos de despedida. El temor de las tropas en retirada era más bien que la resistencia los despidiera con algunos “regalitos” explosivos. Por eso su precipitado escape nocturno.

Escribe: Miguel Lamas

Dejan atrás un país devastado por siete años y medio de guerra y el odio del pueblo irakí. Obama trata de ocultar la derrota norteamericana e intenta hacer creer que se retiran porque “ganaron”. Mentira. Aunque queden 50.000 soldados en acuerdo con el gobierno títere irakí -prometiendo retirar todas las tropas en diciembre de 2011-, los yanquis y demás invasores salen derrotados militar y políticamente. Las tropas aliadas británicas se fueron en 2009, y otros, mucho antes. Una derrota que fortalece a la lucha de los trabajadores y pueblos del mundo contra el imperialismo.

En Irak hay ahora un tambaleante gobierno provisional dirigido por Al Maliki, “amigo” de Estados Unidos pero también de Irán, que no logra, desde las elecciones de hace cuatro meses, formar una coalición de gobierno con los otros partidos. Y sufre, a su vez, una catástrofe económico social que, entre otros resultados, deja sólo seis horas de electricidad para gran parte del país. Todos los partidos políticos, para conservar algún apoyo popular, deben pedir el retiro yanqui. Sin embargo, el jefe militar del ejército irakí, Babakir Zebari, aclaró públicamente que será “una tarea muy difícil defender al gobierno después de esta retirada”… A este descalabro militar y político, los yanquis, con técnicas de marketing, le pusieron un nombre de barrio privado: “Nuevo Amanecer”.

La derrota yanqui

En el momento de la invasión se produjo el mayor despliegue de tropas de Estados Unidos en Irak. Unos 225 mil soldados a los que había que añadir los 45 mil de Reino Unido y los cerca de 4 mil de otras nacionalidades.

La invasión fue repudiada por una movilización mundial de millones de personas en 2003. Esta movilización no logró impedir la invasión. Pero sí fue un poderoso factor para empezar a mostrar a los pueblos el papel genocida de Estados Unidos y Europa.

La resistencia de masas en Irak multiplicó sus acciones que, en 2005 y 2006, llegaron a 90 ataques diarios a las tropas invasoras. Gran parte de las acciones fueron con bombas caseras, producto de la acción de pequeños núcleos que llegaron a operar en casi todos los barrios populares. La diferencia en armamentos, en especial los trajes blindados que llevan los yanquis, disminuyó mucho su cantidad de muertos. Pero la enorme cantidad de mutilados norteamericanos demuestra la dureza de la resistencia.

En 2004, el gobierno español de Zapatero, obligado por la presión popular, ordenó la retirada de las tropas españolas. Lo cual, si bien no fue significativo militarmente, sí fue un golpe político para Estados Unidos. En 2005 y 2006, Estados Unidos comenzó claramente a experimentar dificultades crecientes con el reclutamiento de nuevos soldados. El repudio al imperialismo yanqui y a su jefe Bush creció en todo el mundo a niveles nunca vistos.

En Irak, además de las acciones armadas, la resistencia gana las calles. Comenzó a haber enormes movilizaciones de masas exigiendo la retirada de los invasores. Sectores shiitas formaron milicias con actividad semipública.

Retirada pactada

En 2007, Estados Unidos, aún gobernado por Bush y producto de la catastrófica situación militar, cambia de política en Irak. En enero de ese año fue designado el general David Petraeus, quien buscó un acuerdo con sectores de la resistencia dándoles legalidad y cargos, e incluso aceptando milicias locales a cambio de que no atacaran militarmente a los norteamericanos, prometiendo un plazo para la retirada norteamericana. A este acuerdo entra el gobierno islámico del vecino país de Irán, quien participa en una conferencia sobre la “seguridad” de Irak en abril de 2007. Así, el ala de islámicos shiitas afines al gobierno del vecino Irán comienzan a apoyar al gobierno irakí subordinado a la ocupación. Los yanquis pudieron hacer eso, evitando tener que salir corriendo como les ocurrió en 1975 en Vietnam, porque evidentemente la dirección de la resistencia está, por un lado, muy fragmentada y, por otro, responde, no a los combatientes de base y a la mayoría obrera y popular que quiere la retirada inmediata de los invasores, sino a los distintos sectores burgueses que buscan un acuerdo preservando cada uno su parte en el poder y en la renta petrolera. Así, los yanquis pretenden, además, garantizar los intereses de sus multinacionales petroleras en Irak. Aunque, paradójicamente, entre las 44 compañías multinacionales que firmaron contratos el año pasado, rusas y chinas se quedaron con la mayor parte y sólo dos compañías yanquis, Exxon Mobil y Occidental Petroleum, figuran en la lista.

¡Fuera todas las tropas imperialistas de Afganistán!

En Irak quedan 50.000 invasores. Muchos de los soldados retirados de Irak son enviados a Afganistán, donde también están perdiendo la guerra y también prometen una futura retirada. Otros irán a las bases militares yanquis en América Latina, en Honduras, Haití, Panamá y Costa Rica. El imperialismo, aunque golpeado y replegándose por la paliza en Irak y Afganistán, no renuncia a la amenaza militar permanente, ni al dominio de sus multinacionales. No renuncia tampoco al monopolio y uso de armas nucleares que son un terrible peligro para toda la humanidad. Ni a armar hasta los dientes a Israel, capaz de atacar a cualquier pueblo de Medio Oriente, además de seguir masacrando y despojando a los palestinos.

Por eso los hechos de Irak deben servir para redoblar la movilización internacional solidaria con los pueblos que resisten y exigen la total e incondicional retirada de todas las tropas imperialistas, en primer lugar Irak y Afganistán, la recuperación de sus recursos como el petróleo, la expulsión de las multinacionales (incluyendo las rusas y chinas), la ruptura y boicot a Israel y la expulsión de todas las bases y “misiones” militares yanquis y europeas también en Latinoamérica.


Cifras

Irak

1 millón de muertos
4 millones de refugiados
Millones de heridos

Estado Unidos

4.419 muertos
2 millones ex combatientes Irak y Afganistán
150.000 pensionados por invalidez (2007)
300.000 más solicitan pensiones por invalidez
320.000 padecen depresión severa
300.000 no consiguen trabajo
100.000 duermen en la calle
18 se suicidan por día

LaClase 23/08/10

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