La rebelión del mundo árabe y su onda expansiva (Tunez y Egipto, Parte II)
La segunda parte referida a los casos de Tunez y Egipto.
Dr. Jorge Aparicio Para Kaos en la Red 12-3-2011
La rebelión del mundo árabe y su onda expansiva (Tunez y Egipto, II Parte)
por Jorge Aparicio (Analista Internacional)
La brecha abismal entre ricos y pobres, la magnitud de la corrupción y el robo de los fondos públicos o asalto al erario del Estado y la situación famélica del pueblo egipcio alcanzaba proporciones tan alucinantes que se estima que 40 millones de egipcios malviven en míseras chabolas con menos de US$1,50 al día. El mismo sátrapa Mubarak se embolsó, según datos de la Corte de Cuentas egipcia, muy arriba de US$70,000 millones. En otras palabras, el déspota habría acumulado una fortuna muy por encima de los dos hombres más ricos del mundo: Bill Gates y Carlos Slim. Como en Túnez, la fuerza determinante en el derrocamiento del sátrapa fue la juventud universitaria agrupada en el movimiento 6 de abril, en alianza con la clase obrera de las ciudades de Suez y del Cairo y con el decidido apoyo de la poderosa organización “LOS HERMANOS MUSULMANES” (históricamente de tendencia política muy moderada y enemigos del radicalismo islámico). El vacío de oportunidades era total, se perdieron las esperanzas y como en Túnez las masas hambrientas, los profesionales, los obreros y los resentidos por la noche negra de 32 años de despiadada dictadura, perdieron el miedo (el arma más poderosa de los pueblos) y desde la ya histórica Plaza Tharir (hoy Plaza de la Liberación) marcharon hacia el núcleo del poder, exigieron cambios democráticos fundamentales y radicales (nueva constitución con libertades y derechos amplísimos y cambios significativos en la política economica y política exterior. Lanzaron un desafío y un ultimátum al tirano, al ejército y a su maquinaria de represión. Al igual que el tunecino Ben Ali, el déspota egipcio se derritió como soldado de goma.
Ahora entremos en un análisis comprensivo de la dimensión de la psicología de masas, la dimensión político-ideológica del ejército egipcio y la dimensión geoestratégica y geopolítica de Egipto y su impacto en la región y el mundo.
- LAS FUERZAS ARMADAS DE EGIPTO
El 25 de enero de 2011 25,000 personas irrumpen en la avenida principal del Cairo exigiendo la salida inmediata del terrible tirano HOSNI MUBARAK. Al día siguiente eran ya cerca de 50,000, en las próximas 48 horas lindaban los 100,000 manifestantes e hicieron de la emblemática Plaza Tharir, su centro de campaña ofensiva. En cuestión de días alcanzaron la cifra de 1, 000,0000 (un millón) de enardecidas personas, resueltas contra viento y marea a expulsar el sanguinario sátrapa. Entretanto, en el resto del país la movilización trepaba a la insólita cifra de 8 millones de indignados ciudadanos en las tres grandes ciudades: Suez, Alejandría y el Cairo (la capital), lanzaron un ultimátum a Mubarak y marcharon en zafarrancho de combate, viniese lo que viniese.
El análisis del fenómeno revela que el efecto multiplicador de efecto metastásico fue el producto de la acumulación del odio y el desprecio popular por los verdugos durante 32 años, el cual alcanza su cenit con la decisión ciudadana de sumarse al movimiento arrollador de masas. Esta determinación, anula su percepción, razonabilidad y/o racionalidad frente a las consecuencias de enfrentar el mortífero aparato represivo del enemigo. Luego se dispara la emotividad que da lugar a un sentimiento y conciencia de la enorme fuerza del individuo amparado por la fuerza y el contra-poder arrollador e imparable de las masas enardecidas. Es precisamente este mecanismo interno en la psiquis del hombre de la calle lo que produce la pérdida total del miedo al fusil y al símbolo de autoridad abusiva del uniforme militar, que con todo su equipo letal infundía un temor paralizante individual y familiar. Por su lado, al principio los verdugos atacan con su acostumbrada ferocidad (seguros de su invencibilidad e impunidad), pero pronto el efecto metastásico de masas, el ruido ensorcedecedor del coro de voces y la impresionante marea humana que avanza como un “tsunami” rebasando todo a su paso, terminan, a su vez, por asustar en forma paralizante la policía, las fuerzas de Seguridad y el propio ejército. Sienten que los papeles pueden invertirse de un momento a otro y ya comienzan a sentir un sentimiento de pérdida de control e inseguridad.
En los regímenes dictatoriales o autoritarios, la policía regular, la gendarmería, la policía secreta y los cuerpos paramilitares se caracterizan por un bajísimo nivel de educación, valores e insensibilidad humana, porque fueron instruidos en la cultura del odio y la destrucción, y por tanto ven en la ciudadanía a un potencial enemigo, además de una presa fácil de abuso. No así los oficiales del Ejército, la Marina y la Aeronáutica egipcia (570,000 efectivos) cuyos oficiales tienen acceso a formación universitaria y post-universitaria y no pocos de ellos poseen una cultura general, política y social, tanto así que se dan con avidez a la lectura con un espíritu reflexivo e intelectual, en sus momentos de intimidad. Claro está, con muchas y peligrosas limitaciones para su carrera castrense si son detectados por los omnipresentes Servicios de Inteligencia Militar y Seguridad del Estado (G-2), infiltrados y constantemente vigilados por un sistema de delación en todos los cuerpos y unidades de las Fuerzas Armadas, a objeto de perpetuar el régimen dictatorial.
El Presidente GAMAL ABDEL NASSER había puesto en línea el ejército con una educación política y social avanzada en sus filas y la construcción del nacionalismo militar revolucionario de la época. Nasser abrió la educación superior civil universitaria y especializada a los oficiales de la Fuerzas Armadas a objeto de preparar los cuadros políticos y técnicos de la Revolución nacionalista egipcia. Pero resultó que todos ellos fueron eliminados o pasados a retiro prematuro durante el régimen de HOSNI MUBARAK; ahora se sabe que la joven oficialidad mantiene un cordón umbilical clandestino con las ideas de Nasser. Comparativamente, el Nasserismo egipcio y el Peronismo argentino comparten grandes similitudes doctrinales en la historia política de América Latina y el Mundo Árabe.
En otras palabras, estas dos grandes corrientes nacionalistas son inolvidables e imborrables, están presentes en la oscuridad de las Fuerzas Armadas y están destinados a perpetuar generacionalmente su influencia histórica en la consciencia y el subconsciente del ejército y los partidos políticos. Tómese en cuenta que tales sentimientos secretos están presentes en la muy joven nueva camada de oficiales, minoría en los cuerpos castrenses, pero el proceso insurreccional del pueblo egipcio los fortalece moral y políticamente y solo esperan que las condiciones lleguen a su momento óptimo. Ellos constituyen la elite patriótica y bien educada del ejército que nada tienen que ver con la corrupta cúpula militar y la oficialidad superior mubarakista.
Lo anteriormente expuesto, explica porque el ejército egipcio (aunque constantemente purgado ideológicamente por El-Sadate y Mubarak) no osó reprimir las masas con sus potentes blindados y armas de gran poder destructivo, sino que más bien confraternizó y comprendió la legitimidad y las exigencias de las masas. Civiles y militares encaramados juntos en los modernísimos tanques “Abrams M-1 confraternizaban con el pueblo casi como que si fuesen del mismo bando. Pero se trataba solo de soldados, clase y jóvenes oficiales de rango medio (al mando de los tanques y las tropas). La oficialidad superior y la cúpula del ejército no se atrevieron a impartir las instrucciones sanguinarias ordenadas por Mubarak, precisamente por el temor que los jóvenes oficiales no obedecieran y se rebelasen abiertamente contra sus superiores. En su fuero interno, saben que el ejército está dividido y que algo está sucediendo. La cúpula corrupta sospechan que la oficialidad militar joven está consciente que los tenientes coroneles, coroneles y generales disfrutan beneficios y réditos millonarios que obtienen de la satrapía egipcia. Están conscientes que el fantasma nasseriano aún ronda en las Fuerzas Armadas y viendo que la tropa, clases y oficiales jóvenes del ejército (sub-tenientes, tenientes, capitanes y mayores) rehusaban disparar contra el pueblo, aconsejaron a Mubarak no cometer tan irreparable error. Por el contrario, cuando Mubarak ordenó (al igual que Ben-Ali en Túnez masacrar el pueblo) la cúpula corrupta no le quedó más remedio que aceptar “le fait accompli” (el hecho consumado) y fingir que apoyaban la decisión de sus subalternos de interponerse en medio de la policía, las fuerzas de seguridad internas y el pueblo egipcio, a fin de evitar un derramamiento de sangre que habría de poner en inminente peligro la existencia misma de la institución militar, tal como está estructurada ahora.
Esto nos lleva a evocar un principio arraigado en casi todas las Fuerzas Armadas modernas: “Es preferible que desaparezca el régimen político y nunca la institución militar y sus intereses creados” “Todo se puede negociar” en aras de salvar el “statu quo” en las Fuerzas Armadas. (Entiéndase el sistema de corrupción, nepotismo y amiguismo). El instinto de auto conservación del instituto armado prevalece sobre el régimen y la jefatura política. Siempre habrá un espacio de negociación que salve existencialmente las Fuerzas Armadas y el patrimonio económico de los cuadros superiores de la Armada, antes que desaparezca la institución con las trágicas y dolorosas consecuencias presumibles. Así pues, el instinto de auto conservación del ejército y las demás ramas militares están por encima de toda contingencia. Ese fue el factor dominante de la renuncia al poder y caída en desgracia de HOSNI MUBARAK. Le sucedió lo mismo que a BEN ALI de Túnez: Obama le ordena con voz de mando abandonar de inmediato el poder y dejar que el sicario del régimen OMAR SULEIMAN cumpla la tarea de efectuar una “transición ordenada y pacífica” hacia un supuesto nuevo orden democrático. Las grandes potencias no tienen amigos ni lealtades, sólo intereses.
Las sangrientas dictaduras del Medio Oriente cuando llevan mucho tiempo en el poder les gusta perpetuar el mismo en la persona de sus hijos y así crear dinastías feudales. Mubarak al igual que casi todos los tiranos de la región pensaba en convertir a su hijo mayor en dictador vitalicio. La rebelión egipcia frustró todos sus planes y también los del chacal, el General OMAR SULEIMAN, Jefe de los Servicios de Inteligencia Militar y Seguridad del Estado egipcio y aspirante al cargo de Presidente de la Republica Árabe de Egipto. El general Suleiman, hombre astuto, perverso y ruin como su jefe, era apodado el “Jeque torturador”, por su adicción a aplicar torturas medievales y destruir físicamente a sus víctimas (mas de 200,000 personas, en su inmensa mayoría inocentes). Hombre de toda confianza de Mubarak, “el chacal” Omar Suleiman era considerado el hombre más poderoso y despiadado del país, tanto así que su jefe lo nombró negociador y mediador en el conflicto palestino entre Hamas de Gaza, OLP de Cisjordania y el Estado de Israel.
“El Chacal” Suleiman es hombre clave y amado por los EE.UU., Gran Bretaña y el Estado de Israel. Su rol principal, además de torturar y ser el perro “doberman” del régimen, era dialogar con los palestinos de Cisjordania (OLP-ANP) y Gaza (grupo Humas), a fin de crear un Estado Palestino, pero no viable ni democrático, sino dependiente y subordinado a los intereses de Washington e Israel, sin recursos naturales, soberanía ni independencia real. Tan grande era el odio del “chacal” Omar Suleiman por los palestinos de Gaza que fue el responsable del cierre permanente del paso de Raffah (paso de entrada y salida de Egipto y Gaza) con la finalidad de estrangular economica y materialmente a millones de palestinos hambrientos y enfermos. En extremo apreciado por Tel-Aviv, Suleiman tiene una responsabilidad primaria en la masacre de Israel en Gaza en 2009 y en la asfixia del pueblo palestino de Gaza. Además de ello, es un estrecho colaborador de la MOSSAD (espionaje israelí en el exterior) y de todos los servicios secretos occidentales contra la República Islámica de Irán y en este plano su papel era facilitar una invasión árabe-israelí a ese país persa con el otorgamiento de facilidades de Egipto y las petro-monarquias de la península arábiga. Su ambición máxima era ser presidente de Egipto, cosa difícil en razón de que el hijo de Mubarak era el “ungido” de su padre. Antes de renunciar y poner pies en polvorosa, Mubarak lo designa Vicepresidente de la república a objeto de negociar con los representantes de la rebelión egipcia las amplias y profundas reformas democráticas que el pueblo exige. ¡Que tremendo contrasentido! es como dejar en manos del gato la seguridad del ratón recién nacido.
El pueblo egipcio ganó rotundamente el primer combate, pero ahora viene la segunda y decisiva batalla por una constitución política radicalmente diferente y, sobretodo un cambio fundamental en la adopción de políticas públicas económicas basadas en el bienestar social y el rechazo al NEOLIBERALISMO, a las políticas del FMI y la Banca Mundial, causantes de la rebelión de los hambrientos en el Mundo Árabe. Al igual que en Túnez, Washington está desplegando denodados esfuerzos por preservar el “statu quo” en el país, es decir, proceder al cambio de rostros y apellidos, pero con mente neoliberal, comprobada obediencia norteamericana (“yes man”) y con conciencias mercadeables, siempre en el marco de la sobrevivencia del escandaloso sistema de privilegios. En otros términos, La permanencia del “Mukabarismo sin Mubarak”. A cambio de reformas democráticas cosméticas y una cierta mejoría en las condiciones de vida y de trabajo del pueblo egipcio, tres cosas son fundamentales y no-negociables para Washington: a). el ejército Mubarakista debe continuar siendo “el verdadero poder detrás del trono,” es decir, proseguirá siendo discretamente un cuerpo políticamente deliberante. b). El Estado egipcio deberá reflejar su fidelidad a la doctrina económica neoliberal (“consenso de Washington”) c). El nuevo gobierno jamás deberá romper la alianza y el triángulo de intereses estratégico Estados Unidos, Egipto e Israel. Es decir, que los Acuerdos de Camp David y los términos de Tratado de paz entre Egipto y el Estado de Israel jamás podrán ser ignorados d). la línea política de Mubarak frente al grupo radical islámico palestino “HAMAS” de Gaza, podrá ser suavizada pero no cancelada pues ello atentaría contra la seguridad del Estado de Israel y contra los intereses vitales de EE.UU., alterando el equilibrio y la estabilidad de la región.
Si bien estas condiciones de Washington parecen ser terminantes y de estricto cumplimiento por parte de las futuras nuevas autoridades del país, no es menos cierto que, en política nada está escrito y exento de sorpresas. Pese a la férrea vigilancia de la inteligencia militar y a las constantes purgas del Servicio de inteligencia en el ejército egipcio, Como ya lo dijimos y lo reiteramos, se sabe que las Fuerzas Armadas egipcias están divididas en distintas corrientes y tendencias políticas, posiblemente cada cual oculta en células durmientes o sociedades secretas, en espera de la ocasión propicia para actuar: una corriente nasseriana, fiel a los principios y a la memoria del RAIS GAMAL ABDEL NASSER, un grupo de islamitas radicales wahabitas, de tipo AL-QAEDA, un grupo islamita moderado, próximo al modelo turco y, en fin, otro grupo democrático-liberal, partidario de una democracia representativa de tipo occidental. Se estima que la tendencia al modelo turco, seguidos por la nasseriana constituyen el grupo con mayores aspiraciones de cambio.
La oficialidad superior egipcia en el rango de tenientes-coroneles, coroneles y generales (40-55 años) son conservadores, autoritarios, inmersos en la corruptela y enriquecidos a más no poder por el régimen de Mubarak. En la eventualidad de un enfrentamiento interno, los corruptos carentes de autoridad y moral no resistirán la embestida de las jóvenes camadas de oficiales con mando y Jurisdicción (23-30 años de edad). Ahora bien, sabemos que la columna vertebral de un ejército son los sargentos, subtenientes, tenientes y capitanes quienes realmente conviven y comparten a diario las penas y las cuitas de la tropa durante las 24 horas del día. Por tanto su autoridad y voz de mando sobre los grandes contingentes de tropas y fuerzas especiales se imponen a la de sus superiores y serán claves y decisivas a la hora de un Golpe de Estado Militar. Pareciera que la corriente nasseriana y pro-modelo turco, aunque clandestinamente, se hayan bien posicionadas en la opinión pública y gozan de la credibilidad y el aprecio afectivo de las tropas. A la hora de un “Putch militar”, tanto la oficialidad superior como la cúpula militar corrompidas serán presas fáciles de arresto por parte del mando subalterno. Precisamente, porque han perdido crédito y respeto.
En estos precisos momentos, la cúpula militar y la oficialidad corrompida, convertidos en el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, es el único gobierno del país. Siguiendo el deseo de Washington todos son hombres de Mubarak. La presión de EE.UU. parece ser efectiva a tal punto que el Alto Mando del ejército está amenazando el pueblo, lo que significa que ya está en marcha una contra-revolución destinada a secuestrar los ideales del pueblo egipcio y restablecer el viejo orden con nuevos rostros y discursos. La cúpula militar exige al pueblo abandonar su lucha histórica iniciada el 25 de enero, evacuar las calles, abandonar las huelgas y abstenerse de mayores demandas y reivindicaciones, argumentando que las huelgas dañan la economía y la seguridad nacional. No solo eso. Mantienen el estado de emergencia y se niegan a liberar decenas de miles de presos que languidecen en las mazmorras de la era Mubarak, persisten en continuar con el bloqueo económico y humanitario a Gaza palestina y niegan a las masas su derecho a congregarse y protestar en la Plaza Tahrir. Amenazan con severas represalias lo que podría anunciar una confrontación pueblo-Fuerzas Armadas. La reacción de las organizaciones populares y de las masas egipcias no se ha hecho esperar y de suma importancia son las palabras del teólogo YUSSUF AL-QARADAWI, la mayor autoridad de la fe musulmana en Egipto: “no intenten robarnos nuestra revolución democrática”. ”La revolución no ha terminado, apenas está empezando y debe iniciarse inmediatamente la reconstrucción de Egipto” “No permitan que nadie se les interponga en el camino” “No queremos ni a Mubarak, ni a sus agentes, queremos la purificación de un nuevo régimen y Egipto (entiéndase esto como una seria advertencia a EE.UU. y a la cúpula y oficialidad superior putrefacta de las Fuerzas Armadas de Egipto).
Los jóvenes, las clases medias y la clase obrera en general no aceptarían un gobierno neoliberal u otro híbrido, sin objetivos sociales y nacionales definidos, ambos digitados por Washington y el Pentágono. El pueblo egipcio no simpatiza con figuras pro-occidentales como Mohamed El-Baradei, Al Mussa, banqueros y a personalidades educadas en las escuelas de negocios en Estados Unidos y Gran Bretaña, pues saben que solo aportarían una caricatura de democracia y un neoliberalismo económico destructor del tejido social, sin mayores esperanzas para los millones de desamparados. Por otro lado, el pueblo también detesta las estructuras organizadas de radicales islámicos en Egipto, tales como Yihad Islámica, Gamaa El-Islamiya y el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate. Siempre según la encuestadora estadounidense “Pew Global Attitudes Survey” el 59% de los egipcios desean una democracia parlamentaria semejante a la de Turquía con su exitoso Partido Justicia y Desarrollo (AKP), el cual practica un islamismo muy moderado políticamente y celosamente respetuoso de los derechos constitucionales y de las libertades públicas e individuales de los turcos. También el 60% se opone rotundamente a un régimen de terror basado en el extremismo religioso de Yihad Islámica, Gamaa Al-Islamiya o Al-Qaeda. Aunque Egipto es un país musulmán bastante proclive al nasserismo, también es occidentalizado, una sociedad tolerante, pluralista y respetuosa de la libertad y de pensamiento y expresión. El terrorismo islámico no tiene la menor oportunidad de triunfar en Egipto, aun cuando el ejército cuente con una pequeña facción de ellos.
En particular, Egipto sangra profusamente por una dolorosa herida: el aniquilamiento del pueblo palestino por metralla, hambre, sed y desnutrición. Precisamente, una de las causas de la revolución egipcia es que el hombre de la calle y su familia no perdonó nunca a Mubarak, Suleiman y a la corrupta cúpula militar de haber ayudado al Estado de Israel en la masacre de los palestinos en la franja de Gaza en 2009, el terrible ataque en aguas internacionales a la llamada “Flotilla de la Libertad” que trasladaba a la franja de Gaza ayuda estrictamente alimentaria, agua y medicamentos, el cierre del paso de raffah en Gaza (por órdenes expresas de Mubarak y Suleiman) que ha producido un estado de miseria economica palestina espeluznante. Otro reciente encuesta efectuada por la agencia norteamericana “Pew Global Attitudes Survey reveló que el 83 % de los egipcios adversan a los Estados Unidos de América, mientras que solo el 17% manifiesta una opinión favorable a Washington. La misma agencia dice el 75% de los egipcios no perciben a la República Islámica de Irán como un peligro para la región ni para su país. Igualmente, una abrumadora mayoría del pueblo egipcio condena la invasión militar a Irak, Afganistán y Pakistan. Así mismo se expresan de Siria y Hisbollah (de Líbano), pese a que este último movimiento es de confesión religiosa Chiie y no sunita.
- EGIPTO: DIMENSIÓN GEOPOLÍTICA Y GEOESTRATÉGICA E IMPORTANCIA GLOBAL
Egipto es con mucho el país más importante y poderoso del mundo árabe, el cual comprende cuatro grandes aéreas, importantes porque constituyen la mayor olla petrolífera del mundo: Magreb, Machrek, Medio Oriente y Península Arábiga. En efecto, el país de las Pirámides es el centro de gravedad geopolítica, geoestratégica, diplomática militar y comercial de la multiregion. Más aún, es el centro histórico de irradiación civilizadora, cultural, académica e intelectual del mundo Árabe desde los últimos 1,400 años a esta parte y su influencia obviamente persiste. Su enorme población en constante crecimiento (84,5 millones) y su papel influyente en el plano político y diplomático le otorgan un peso específico en las relaciones internacionales modernas.
La importancia geopolítica y geoestratégica de Egipto, a semejanza del Canal de Panamá, dimana de su privilegiado posicionamiento geográfico de clase mundial. En primerísimo lugar, por la existencia del CANAL DE SUEZ, abierto al comercio mundial el 16 de noviembre de 1869 y por el cual pasan de 1,8 millones de barriles diarios de petróleo, desplazando el 14% de la economía mundial. De llegar a interrumpirse el tránsito petrolero por esa vía acuática la economía estadounidense estaría en muy graves aprietos considerando su casi nula recuperación desde la crisis financiera de 2008. SUEZ significa un eje de vital importancia para la economía, el comercio y las finanzas mundiales. El Canal de Suez es el punto de enlace o articulación del Mar Mediterráneo, el Mar Rojo y el Golfo de Adén, conducentes al Mar Arábigo y al importantísimo Cuerno de África, lo que quiere decir que quien despliega la mayor cantidad de fuerza naval en el Océano Indico y controla sus estrechos marítimos, posee la llave del poder militar global y el control de gran parte de la economía mundial. Allí confluyen intereses regionales y globales, desde los servicios secretos extranjeros y del espionaje mundial, hasta el mercado de capitales procedentes del Reino de Arabia Saudita, de los Emiratos y de los Principados de la Península arábiga aglutinados en la gran urbe del Cairo. Si nos fuese permitido parafrasear a los antiguos romanos, diríamos que “todos los caminos conducen al Cairo”.
El Océano Indico es el nuevo espacio oceánico de primera línea para el comercio mundial y sin lugar a dudas allí se librara la gran batalla por la dominación mundial. Ya ha venido a ser el nuevo centro mundial de la circulación de la energía, el comercio mundial así como el nuevo campo de batalla de la diplomacia y la política mundial. En otras palabras, es el centro estratégico del planeta. El Almirante Alfred Thayer Mahan, creador del poder naval norteamericano a fines del siglo XIX (1880) ya lo había dicho con precisión profética: “quien controle el océano índico controlará el mundo y será dueño del poder global”. Ya para aquella época EE.UU. construyó una Marina de Guerra imperial que desafiaba a Gran Bretaña en los 7 mares del planeta, en función de esa visionaria premisa geoestratégica, anticipándose 120 años a su tiempo. El Canal de Suez tiene estrecha relación con el denominado Arco del Islam que va desde Somalia (África Oriental) hasta el Sur de Asia. Hoy día el 70% del petróleo mundial pasa por el Océano Indico y el transito es creciente. En razón de tal, el Océano Índico es objeto de una feroz lucha entre China, India y Occidente. Resulta que el Canal egipcio de Suez proyecta su influencia hasta el estrecho de Malacca (Indonesia- Malasia), pasando por el Cuerno de África, hasta el Mar meridional de China, el Mar Amarillo y el Mar de Japón.
En el contexto de la decadencia de EE.UU. y Europa y el irresistible ascenso de China y su enconada rivalidad con India, se ha fortalecido el valor estratégico del Canal de Suez para estas dos grandes economías globales. Robert Kaplan, asesor del Presidente Obama afirma que El Mar Indico se ha convertido en “la autopista mundial del petróleo” porque todo el petróleo y el gas que transita por el Canal de Suez procedente de Arabia Saudita, surca el Indico rumbo a China y Asia Oriental. Pekín está consciente que EE.UU. busca a toda costa, tenderle un cerco energéticamente asfixiante a China utilizando una cadena de bases en ese espacio oceánico, principalmente a partir de la enorme base aeronaval ubicada en la “isla de Diego García”, en pleno centro del Mar Indico. Para contrarrestar a EE.UU. China está modernizando aceleradamente su programa misilístico de largo radio de acción (ICBM), construye una poderosa Marina de Guerra cuya fuerza aeronaval estará dotada de los modernísimos aviones bombarderos “invisibles” J-20 y fuerzas especiales de alta eficiencia y eficacia operacional. Ha incrementado en un 12,7% su presupuesto de Defensa para achicar la brecha tecnológica militar que aún le separa sensiblemente de USA. Al mismo tiempo lleva a cabo denodados esfuerzos por integrar una red de oleoductos y gasoductos a través de Asia Central para hacerse menos dependiente de la ruta del Indico, cada vez más saturada por las naves de las flota de guerra norteamericana, portadoras de misiles de alta precisión y poder ofensivo. Quiéralo o no, la ruta petrolera por el índico es de vital importancia para que el Dragón asiático logre sostener un fuerte crecimiento económico nacional (PIB) del orden de 7,5% para el año 2011. Pero, Asia Central ex soviética vive una gran inestabilidad política, problemas étnico-religiosos agudos que vislumbran para China un porvenir bastante inseguro en lo que a oleoductos y gasoductos se refiere. En fin, señalemos que en razón de la gigantesca multiplicación del comercio de China con el Mundo Árabe, África y América Latina, el Canal de Suez se posiciona muy bien en el nuevo eje de poder Sur-Sur (China –India).
EL RIO NILO que atraviesa el desierto egipcio es otro factor de crucial importancia geopolítica en un mundo donde la disponibilidad de agua es cada vez más escasa y se agota vertiginosamente, (solo 2,5% de existencia en la tierra), debido al cambio climático mundial provocado por los países de Primer Mundo y la acción depredadora del hombre que agrava los trastornos medioambientales. Todos sabemos que las guerras del siglo XXI se librarán por el control del agua y los más importantes acuíferos mundiales, los alimentos mediante la supresión de la agricultura familiar y la concepción genocida del control de los “agro combustibles”, de los combustibles fósiles (gas-petróleo) y los minerales estratégicos de los países más débiles del Tercer y Cuarto Mundo. Para hacernos una idea de la maravillosa riqueza que representa el RIO NILO para Egipto concienciemos que más de 1,200 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable, mientras que 1,500 millones adicionales enfrentan una creciente escasez para el consumo humano y sus necesidades domesticas y productivas. Se estima que para el año 2,050 más de 2,000 personas se quedaran sin una sola gota de agua potable, mientras que 66 países padecerán de escasez aguda del vital líquido. Al ritmo actual del crecimiento demográfico el consumo crecerá en un 50% y ya hay muchos países del Medio-Oriente en una potencial situación de conflicto político-militar a causa del agotamiento acelerado del agua. Ahora bien el tema clave para Egipto es que el Rio Nilo está sufriendo un evaporamiento de sus aguas en un 12% anual, lo que aunado a una sobre explotación y depredación demencial del neoliberalismo salvaje constituye un peligro mayor para esa histórica fuente de aguas. En verdad, los 84,5 millones de egipcios hubiesen hoy día podido contar con soberanía y seguridad alimentaria si el país y el rio no hubiesen sido entregados por el sátrapa Mubarak a los intereses depredadores del neoliberalismo salvaje. Seamos francos, en este siglo XXI con un alto nivel de deterioro medioambiental, el país que pierde su libre determinación y no resuelve (entre otras cosas) la tarea prioritaria de la “revolución verde”, se quedará sin agua, sin comida, sin biodiversidad y sin soberanía y/o seguridad alimentaria. No es exagerado pensar que un país traicionado en tal manera, podría correr el riesgo de desaparecer o al menos condenado a ser territorio de conquista.
La cuenca hidrográfica del NILO es de 3,254,555km2 (el 10%) de la superficie de África. Teóricamente es el rio más largo del mundo (aunque es probable que el Amazonas sea el más grande). Quizás el principal valor estratégico del rio Nilo es que es fuente de vida, fuente de civilizaciones y culturas maravillosas, desde la antigüedad hasta nuestros días. El NILO es una vía navegable que transporta gentes, mercaderías, materiales y equipos a una importante parte de la población del país. Es una gran fuente de trigo, algodón, lino, recursos pesqueros, el limo rojo fertilizante, minerales ricos para la industria y preciosos recursos alimenticios cuyos productos en hortalizas y carnes son la delicia de los paladares. Una versión nos dice que el Rio Nilo nace en Burundi, África central (Lago Victoria), corre a través de Uganda, Sudan y Egipto para formar el Gran Delta egipcio sumamente fértil cuando las lluvias tropicales hacen muy caudaloso el río y fertilísimas las tierras aledañas (Valle del Nilo) que desembocan en el Mediterráneo, finalizando un trayecto de 6,965km. Otra versión mas plausible, afirma que es en Etiopia donde nace el llamado Nilo Azul y las copiosas lluvias de su entorno crean gigantescas crecidas de agua que se encuentran con el Nilo Blanco egipcio en Khartum (Sudan), transformando temporalmente las tierras ribereñas en un verdadero vergel o paraíso terrenal para la producción de toda clase de alimentos. Recordemos que la construcción del Canal de Suez fue posible porque su constructor, el Conde francés Fedinand de Lesseps, cortó un canal de agua dulce en el Delta del Nilo, siendo abierta la vía el 17 de noviembre de 1869 a la navegación mundial.
Hemos de subrayar que el valor geoestratégico y geopolítico del NILO actual, consiste en que el Tratado de Paz entre Israel y Egipto tuvo una estrecha vinculación con las necesidades de agua del Estado de Israel. Se convino un Proyecto de Acuerdo patrocinado por EE.UU., mediante el cual, Egipto desviaría el 0.9% o el 1% de las aguas del Nilo hacia Israel a cambio de la firma de un Tratado de Paz Egipcio-Israelíes en 1979. Pero el ejército egipcio advirtió a Sadate que “no aceptaría el robo descarado de las aguas del Nilo bajo ningún concepto” (palabras textuales del Alto Mando Militar de aquel entonces). Pero años más tarde, habiendo sido el ejército egipcio colonizado por EE.UU. y domesticado por Mubarak, este conviene a espaldas del pueblo egipcio un protocolo secreto con Israel y luego un acuerdo mediante el cual Egipto compartiría aguas con Israel a un precio de regalo. El problema del agua en Israel y en general en Medio Oriente es más que acuciante; de momento Israel se surte ilegalmente de los manantiales del territorio sirio ocupado de Las Colinas del Golán y del acuífero palestino de Cisjordania. Todo parece indicar que la rebelión del pueblo egipcio se orientara a reevaluar sus relaciones diplomáticas Israel, seguramente con un carácter nacionalista. Esto sucederá más temprano que tarde por muy moderados o centristas que sean los nuevos regímenes gobernantes. Un país sin agua y sin alimentos es un país virtualmente liquidado, pierde peso específico en la arena internacional. Israel y los EE.UU. tendrán que someterse, en cuanto al agua a una relación de equidad, mas en ningún caso a relaciones asimétricas de dominación y expoliación.
Por otro lado, surge un nuevo problema con implicaciones serias para Israel, ya que este país se surte de gas egipcio procedente le gasoducto de SEMUD en la península del Sinaí. La presión de las masas egipcias podría cambiar las cosas sustancialmente y poner en graves aprietos la economía israelí, ya severamente afectada por el peso económico que significa el presupuesto de Defensa y las operaciones militares contra el grupo palestino gobernante HAMAS, en Gaza y la preparación acelerada para un eventual ataque militar nuclear y convencional a gran escala contra la República Islámica de Irán. El gran problema actual de TE-AVIV es que la MOSSAD (espionaje israelí) jamás previo, ni remotamente la caída tan rápida y estrepitosa de Hosni Mubarak. Por el contrario pensó que el supuesto cáncer colon-rectal que afectaba a Mubarak dejaría en corto plazo el poder en manos de su hijo (ladrón y más corrupto aun que su padre) o mejor aún, en manos del mentado General OMAR SULEIMAN (el torturador) hombre de absoluta confianza del Estado de Israel, en planilla de la CIA y de la propia MOSSAD y el AMAN (Servicio de Informaciones militares del ejército de Israel (TZAHAL). Ahora EEUU e Israel teme que Egipto pase de la rebelión a una revolución social, que por muy moderada que sea revisaría, como ya dijimos, sus relaciones con el Estado de Israel, afirmando sus nuevos intereses y su identidad nacional árabe.
El Consejo Militar Supremo egipcio (pro-USA) sigue siendo el poder real y oficial en estos momentos, pero como se sabe, el núcleo duro y pensador de la rebelión egipcia ya está poniendo a las Fuerzas Armadas egipcias contra la espada y la pared: o están con el pueblo o con el Mubakarismo sin Mubarak. Pese a las amenazas de reprimir el movimiento popular egipcio, el pueblo ha respondido con la reafirmación vehemente de sus ideales, vuelve a concentrarse en la Plaza Tharir, desafía a las Fuerzas Armadas, les exige y les da un plazo para auto-purgarse y borrar toda presencia de los sátrapas militares de la era Mubarak. ¿Resultado? El ejército consciente que el pueblo perdió el miedo y está resuelto a llegar hasta las últimas consecuencias, no se atreve a lanzar una sangrienta represión por el temor a ser desbordado por el pueblo y por una acción militar de nasserianos en alianza con oficiales partidarios del modelo político turco (estos últimos bajo influencia de los poderosos “Hermanos Musulmanes”).
Egipto está destinado a jugar un rol protagónico y estratégico de primer orden en el Mundo Árabe, desde cualquier ángulo que se le mire. La creciente rebelión popular en la región posiblemente dará al Cairo un mayor peso específico e influencia política en la multiregion, dependiendo de qué régimen político surja. Si se establece en Egipto una democracia islámica parlamentaria moderada, próxima al modelo turco, lo más probable es que ello tenga un efecto multiplicador regional y, que la cofradía de “los Hermanos Musulmanes” (aunque no obtengan más del 30% de los votos) proyecte una influencia contagiosa, pero centrista por definición en gran parte del Mundo Árabe. Recordemos que los “Hermanos Musulmanes egipcios” detestan el fanatismo religioso y las practicas sangrientas de los grupos radicales fundamentalistas de tipo “Yihad Islámica”. Claro está, existen distintas tendencias en el seno de los “Hermanos Musulmanes”, pero todos comparten la sensatez de la moderación.
El otro posible escenario es que, ante acciones injerencistas de Estados Unidos y sus aliados buscando instalar en el poder un régimen neoliberal, pro-israelí y autocrático (el Mubarakismo sin Mubarak), la corriente nasseriana en alianza con los oficiales pro-turcos decidan impedirlo mediante un Golpe de Estado contundente, apelando al nacionalismo del histórico y gran líder egipcio del Mundo Árabe, GAMAL ABDEL NASSER. Si este fuese el escenario Aunque no fuesen más que una reducida minoría del Cuerpo de Oficiales Militares, las masas populares se concentrarían nuevamente en la Plaza Tehrir y se lanzarían a las calles de las grandes ciudades para respaldar el Golpe Militar y el “retorno del espíritu” del Rais Gamal Abdel Nasser o un régimen parecido con apoyo de otras facciones militares. Es posible que un extraordinario hecho así, cambie todo el panorama internacional, nacional y social en el mundo árabe y musulmán. No olvidemos que NASSER representó para aquella parte del mundo una figura de probidad, transparencia y de comprobada solvencia patriótica. Durante su presidencia jamás robo un centavo ni dejó robar a nadie. Murió sin fortuna, más bien pobre, aunque dignamente. Si los estadounidenses y sus aliados logran secuestrar los ideales de la rebelión de las masas árabes e implantar una contrarrevolución, el terrorismo islámico de Al-QAEDA desataría una orgia de sangre para impedir el advenimiento de una democracia progresista. No obstante, las masas urbanas y las clases medias egipcias rechazarían enérgicamente tal posibilidad. Lo más probable es que el el nuevo régimen sea un gobierno centrista de Unión Nacional, con representación influyente de los Hermanos Musulmanes, el Movimiento Cristiano Copto, el partido Wafd, la juventud “6 de abril” en su mayoría desempleados) las asociaciones obreras y profesionales, la Federación Egipcia de Sindicatos Independientes, todos ellos perseguidos o maltratados durante el régimen de Mubarak.
El Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, gobierno provisional del país hasta la celebración de nuevas elecciones, parecieran estar tomando en serio las advertencias de las masas y el propio destino existencial de ellos y su familia- A la fecha actual, ellos mismos se han encargado de destituir y poner bajo arresto a los generales más cercanos a Mubarak: general Habib AL-Dalí, ex ministro del interior (responsable de miles de desaparecidos, además de ladrón consuetudinario), el general Ahmed Shafiq, exjefe de las Fuerzas Aéreas. Pese a ser sobreprotegidos por Washington, pronto les seguirán Omar Suleiman, exjefe de los Servicios de Inteligencia y Seguridad del Estado (alias “el jeque torturador” y responsable de más de 50,000 víctimas brutalmente torturadas y asesinadas), el general Annan, Comandante general del ejército y el general Mohammed Hussein Tantawi, Jefe de las Fuerzas Armadas egipcias.¿Quien es el gran perjudicado de la insurrección de las masas egipcias y el cambio sustantivo de poder que parece inminente en Egipto y en otros países de la región? El gran perdedor es el Estado de Israel. Pierde a su mejor amigo y aliado estratégico en el Mundo después de los Estados Unidos de América: HOSNI MUBARAK. A partir de ahora es probable que se opere un cambio geoestratégico y geopolítico que afectarían los intereses profundos del Estado de Israel, pues el Egipto de Mubarak era lo que le permitía a EE.UU. posicionar a Israel no sólo como potencia dominante en la región sino mantener “el statu quo” en Palestina.
¿Quiénes son los beneficiarios de la revolución egipcia en marcha? Los ganadores son TURQUÍA- IRÁN Y SIRIA, pues de esa nueva alianza estratégica emergería un nuevo eje de poder no sólo en el Mundo Árabe sino también en Asia Central post-soviética. Esa alianza tripartita tendría el poder de desplazar y neutralizar política, diplomática y militarmente el Estado de Israel, aun cuando este ultimo disponga de un arsenal de 300 bombas atómicas.
En cuanto a EE.UU., un Egipto amigo y subordinado a prueba de cualquiera contingencia es algo vital para sus intereses estratégicos globales. En primer lugar para controlar el Golfo Arabigo-Persico donde se está levantando el temible desafío persa, luego para asegurar el tránsito fluido o expedito de sus naves de guerra y petroleras por el Canal de Suez, después, mantener el muy importante bombeo de gas egipcio a Israel (entregado a vil precio por Mubarak) desde el gasoducto de Sumed. Finalmente, para prohibir el tránsito a través del Canal de Suez a las modernas naves de guerra de la República Islámica de Irán, sin importar el respeto a los términos de la Convención de Constantinopla, con destino a su aliada SIRIA visita que no solamente tiene como finalidad efectuar ejercicios navales conjuntos, sino también la de surtir los arsenales militares de HIZBOLLAH en Líbano con poderosos y mortíferos misiles iraníes de muy largo alcance. Esto es lo que presume el espionaje y la inteligencia militar israelí combinadas (MOSSAD-AMAN) y la estadounidense (G-2).En el fondo, ni EE.UU. ni Occidente temen una amenaza fundamentalista islámica porque saben que los yijadistas no tienen capacidad alguna de tomar el poder en este momento histórico. El pánico de Washington es el surgimiento de gobiernos nacionalistas de inspiración nasseriana o islamitas simpatizantes del modelo turco, con una agenda socialista árabe y en contraposición a la política exterior del Estado de Israel y su alianza estratégica con Estados Unidos de América.