Revueltas y represión en el mundo árabe
En Túnez, continúan muriendo para proteger la revolución
Charlotte Bozonnet l´Humanité 4-3-2011
En Túnez, la represión todavía mata. Las dimisiones gubernamentales, como la de Ghannouchi, antiguo primer ministro de Ben Alí, no cambian nada : el pueblo continúa manifestándose por la creación de una asamblea constituyente. En Yemen, en Bahréin, en Omán, en Irak… las protestas crecen.
“Sólo volveremos a casa cuando el paisaje político esté limpio de adversarios del poder del pueblo.” En la plaza de la Casbah en el centro de Túnez, el mensaje de los manifestantes es nítido. La dimisión del antiguo primer ministro de Ben Alí, Mohammed Ghannouchi, al día siguiente de una manifestación que reunió a más 100.000 personas en la capital tunecina, no ha calmado los ánimos. Su sustituto, Béji Caïd Essebi, fue presidente de la Cámara de diputados en 1990-1991, por lo tanto igualmente bajo el reinado de Ben Alí.
Además, las reivindicaciones no se limitan a cambios de personas. Un mes y medio después de la caída del dictador, el pueblo tunecino quiere obtener garantías de que haya un cambio de sistema, a través, en primer lugar de la formación de una asamblea constituyente, única legítima para refundar el sistema.
La situación continúa siendo extremadamente tensa en el país. Los enfrentamientos con la policía durante la gran manifestación del 24 de febrero han dejado al menos 5 muertos y muchos manifestantes han denunciado la presencia de milicias armadas vinculadas al antiguo sistema.
A imagen de Túnez, las protestas continúan aumentando en el resto del Magreb y del mundo árabe. Marchas masivas prosiguen en Yemen, en las que han muerto varios manifestantes. En Manama, Bahréin, la plaza de la Perla esta todavía ocupada por los manifestantes. Miles de personas han participado en Irak en la “Jornada de la Ira”. Un movimiento que parece irresistible y frente al cual los gobiernos oscilan entre la concesión y la represión.
Traducción de J.A.