La debacle capitalista
Miles y miles de Indignados salen a las calles en el mundo. No cesan las huelgas en Grecia. La crisis económica mundial no se detiene y se agrava. Europa agudiza su crisis. La sustentabilidad de China está puesta en duda y se viven los primeros síntomas de los efectos en Latinoamérica. ¿ Se está al borde de una nueva recesión mundial?. Las “mentes brillantes” de la economía no le encuentran explicación a la crisis, ni ven salida. Estamos en la debacle del sistema capitalista-imperialista. Crece el repudio a los banqueros y a las multinacionales y a los planes de ajuste.
Escribe Miguel Sorans
Correspondencia Internacional N° 31.
La crisis económica que estalló en el 2008, con la bancarrota del banco norteamericano Lehman Brothers, no se ha cerrado y no se ve el final del túnel. Los voceros del imperialismo varias veces, en estos casi 4 años de crisis, anunciaron el inicio de la recuperación pero eso no ha sucedido. Sino que, por el contrario se ha agravado con la crisis de Europa.
A tal punto de incertidumbre se ha llegado que en el mes de julio fue convocado un foro económico con la presencia de 17 premios Nobel en economía y 350 de los más destacados jóvenes economistas del mundo venidos de 65 países para analizar la crisis mundial y sus perspectivas. Este foro se realizó en Lindau, una pintoresca ciudad de Alemania, a orillas de lago Constanza.
Pero todo fue inútil ya que las llamadas “mentes brillantes” de la economía mundial solo llegaron a la conclusión que “no ven salida a la crisis” (Clarín, Argentina, 25/8/11). Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel 2001, admitió “que si no logramos una mejor comprensión de las causas de la crisis, no podremos implementar una estrategia eficaz de recuperación. Y, por el momento no tenemos ni lo uno ni lo otro” (idem, 9/10/11). El foro cerró sin diagnósticos y en medio del pesimismo generalizado.
La debacle del capitalismo
La impotencia de los economistas del imperialismo ante la crisis, que se considera superior a la de los años 30 del siglo pasado, radica en su imposibilidad de reconocer públicamente que la causa de todos los males es el sistema capitalista-imperialista. El agravamiento de la crisis se explica porque vivimos en la etapa de decadencia irreversible del capitalismo. Un sistema que solo vive para la ganancia de una minoría de oligarcas que concentran la economía en sus manos y tienen sus gobiernos para que los defiendan. Son los monopolios de la electrónica, de la computación, del automóvil, las mineras, las cerealeras, los productores de armas, los grandes bancos, etc. Son los que explotan a los trabajadores y a los pueblos del mundo, especulan en las Bolsas, son los que ganan fortunas con los “negocios ilegales” del narcotráfico y la trata de personas, provocan fugas de capitales, “burbujas inmobiliarias” y dejan el tendal de millones de estafados, hambrientos y desocupados.
Desde hace más de 40 años la crisis del capitalismo se ha hecho crónica , aunque tenga recuperaciones parciales. ¿Por qué? Por que el sistema es cada vez más parasitario. Desde los años 60 del siglo XX, se agotó definitivamente la “bonanza” de la posguerra, empezó a caer la tasa de ganancia de la principales ramas de la economía como la siderúrgica, la automotriz, la metal mecánica, entre otras. Se produce entonces una sobre acumulación de capital que los capitalistas buscan salvar su valor no invirtiendo en la producción sino en la especulación, buscando hacer ganancias de cualquier forma. Desde entonces, en cada ciclo, surgen las “inversiones” especulativas, bursátiles, los prestamos bancarios para la bicicleta de la deuda externa; la “inversión inmobiliarias, los sobre precios del petróleo, el oro, la soja, que se cotizan en Wall Strett, etc. Lo que fue dando origen a las llamadas “burbujas especulativas”. En los 90 se afirmaba que las “locomotoras” de la económica “globalizada” eran las informáticas y las telecomunicaciones. Pero en el 2001 se produjo una caída de sus tasas de ganancias y se provocan despidos masivos en Xerox, Motorola, Alcatel, Siemens y la Ericsson, entre otras. Se produce un retiro de capitales que se vuelcan a la ruleta especulativa, capital usurario, que es lo que antecede al estallido de la burbuja de los créditos hipotecarios de los bancos yanquis y europeos, que abrió la actual crisis mundial.
La crisis no tiene salida a la vista, solo recuperaciones parciales, porque los capitalistas solo buscan la ganancia al costo de la especulación capitalista y buscando nuevas cuotas de explotación y saqueo de los países y sus riquezas.
Pero el factor central, que impide al imperialismo y sus multinacionales superar la crisis crónica, es que no logran imponer una derrota histórica del proletariado para lograr los niveles de superexplotación que necesitarían para lograr una estabilidad en su extracción de plusvalía ( o de explotación). Nunca como ahora surge que no habrá superación de la crisis sin la expropiación de las multinacionales, de la banca y de los grandes grupos económicos y estableciendo una economía planificada al servicio de las mayorías. Mientras no triunfe la revolución socialista, el capitalismo podrá superar coyunturalmente la crisis, pero no superará el carácter crónico de ella.
La crisis se agravaba y puede ir a una recesión mundial
En el 2011 la crisis parece haberse salido de todo control. En especial se agudizó la crisis de Europa, la peor desde la Segunda Guerra Mundial. Ya es patético ver las reuniones de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, prometiendo un nuevo salvataje a Grecia que pondría un parate a la crisis. Pero nada les da resultado. Desde el 2010 llevan invertidos en planes de rescate a Grecia y la banca europea cerca de 400 mil millones de euros ( unos 600 mil millones de dólares) y la crisis no se supera.. Hay que tomar en cuenta que solo el PBI (todo lo que produce un país en un año) de Argentina es de 270 mil millones de dólares (M/D), el de Colombia de 431 mil (M/D). O sea que se habría destruido el valor de la producción anual de dos Argentinas o de una Colombia y media, para salvar banqueros. Usando además la plata del pueblo. Una destrucción de riquezas formidable.
Pero no solo que la crisis no se supera sino que se extiende con el anuncio, en octubre, de la crisis del Banco franco-belga Deixa. Sus activos de 577 mil millones de euros representan el 150% del PBI de Bélgica. Lo insólito es que en julio fue calificado como “sobresaliente” por la banca europea , lo que muestra la mentira de las calificadoras capitalistas.
Grecia es el punto más alto de la crisis europea, pero también está instalada en Gran Bretaña, en España, en Portugal, donde el gobierno suprimió pagos de horas extras y quiere aumentar la jornada laboral y suprimir los feriados y también se ha extendido a Italia, que es la tercer economía de la Euro Zona y se la considera la séptima potencia mundial. Su crecimiento es casi nulo, de 0,2% desde hace 10 años. Su deuda es del 120% de su PBI y ya existen 1.156.000 de familias en la pobreza.
En Estados Unidos la crisis no ha sido superada, al punto que a mitad de año, el debate en el Congreso sobre el presupuesto estuvo al borde de paralizar el funcionamiento de todo el estado, por falta de fondos. Otra señal de desaceleración de su economía lo indicaba el aumento de los desocupados que llegó a los 13 millones.
En Latinoamérica empezaron a sentirse las primeras señales de la agudización de la crisis global., con las bajas de los precios del cobre y la soja. La soja, de gran peso en las exportaciones de Brasil y Argentina, cayó en octubre un 16% y el cobre, de peso en Chile, llevaba una caída acumulada en el año del 25%. Se teme por Brasil al punto que los dos principales ministros salieron a alertar de un retroceso: “Tenemos que rezar para que la economía de China no se caiga” (Guido Mantega, Ministro de Hacienda)…”La crisis (de 2008-9) no se resolvió y se prolongó. Ahora se transformó en un quiebre del modelo vigente en las economías desarrolladas” (Fernando Pimentel, Ministro de Industria).
La situación de Brasil muestra que tampoco hay ninguna posibilidad de que haya países “blindados” ni que los miembros del llamado grupo BIRCS (Brasil, India, Rusia, China y, ahora Sudáfrica) pueden solucionar la crisis mundial. China solo representa el 8,5% de la economía mundial y enfrenta también síntomas de crisis (podría estar enfrentado un peligro de crisis inmobiliaria) y desaceleración, en medio de un crecimiento de los conflictos sociales (ver nota). Por otro lado, la India y Brasil solo representan, respectivamente, el 2,2% y 2,7% de la producción mundial y Sudáfrica apenas el 0,5%.
Aumenta la desigualdad social
La consecuencia directa de la crisis capitalista es el crecimiento de la desigualdad social. Mientras millones son desplazados a niveles extremos de pobreza, crece la desocupación y las reducciones de salario, hay una minoría de ricos que aumentan su nivel de vida. Ratificando que la crisis la pagan los trabajadores y los pueblos.
Plata hay, pero es para los ricos. En el pico de la crisis, los ricos son cada vez más ricos y más numerosos. Los supermillonarios avanzaron a 11 millones en todo el planeta, un alza del 10% respecto al año anterior, según el informe anual de Merrill Lynch y Capgemini (The Guardian, 10/7/11). En EE.UU., luego de que miles de millones de dólares se entregaron para salvar los bancos, sus dueños recibieron sueldos fabulosos. Por ejemplo, el hindú Vikram Pandit, presidente del Citigroup, recibió un bono de 23, 4 millones de dólares, pese a ser uno de los bancos salvados por el estado. Jaime Dimon, del JPMorgan-Chase, se llevó 20,8 millones de dólares y Brian Moynihan, del Bank of America, se llevó un bono de 10 millones. El State Street Bank recibió 885 millones de dólares en devolución de impuestos después de haber tenido ganancias por 1.600 millones y obtener permiso para despedir a 3.600 empleados. Todo esto cuando hay millones de norteamericanos desocupados. (Datos de Gustavo Sierra, Clarín, Argentina, 29/5/11).
Tan escandaloso es este robo y el apoyo de los gobiernos a los capitalistas que Warren Buffet, uno de los más grandes empresarios norteamericanos, salió, buscando lavarse la cara, públicamente a pedirle a Obama que suban los impuestos a las grandes fortunas. Buffet publicó un artículo en el New York Times con el titulo “Dejen de mimar a los superricos”. Buffet reconoció que se le aplicó a su fortuna un impuesto del 17,4% cuando a un empleado medio se lo grava con el 36%: “Pagué 6,9 millones (de dólares) en impuestos, puede parecer mucho dinero, pero porcentualmente es menos de lo que pagó el resto de los empleados de nuestras oficinas” (El País, España, 16/8/11).
Crece la lucha anticapitalista
El intento de los gobiernos imperialistas yanqui y europeos y sus socios las multinacionales y los banqueros de que la crisis la paguen los trabajadores, está provocando una movilización de masas en el mundo, que está poniendo en cuestión todos los planes de ajuste.
Son millones y millones de trabajadores, jóvenes, mujeres, campesinos, indígenas los que están saliendo a la calle, en un movimiento que tiene distintas manifestaciones en cada país, pero que es de un contenido anticapitalista. Son parte de esta movilización mundial las huelgas de los trabajadores de Grecia, Italia, España, de China, de Latinoamérica, las marchas y tomas de las plazas de los Indignados de Europa o de Wall Strett; las revoluciones de los pueblos árabes, la multitudinaria lucha de los estudiantes de Chile o la rebelión indígena de Bolivia.
Esta movilización de masas está cuestionando a las multinacionales, a los bancos, los planes de ajuste y cuestionando a los gobiernos capitalistas y a sus partidos tradicionales. En Europa, por ejemplo, esto se ha reflejado en la erosión política y en las derrotas electorales de los partidos de gobierno. En Portugal los socialdemócratas fueron desplazados del poder. En España auguran una casi segura derrota de Zapatero en noviembre; en Francia los conservadores de Sarkozy perdieron por primera vez desde 1958 el control del Senado; en Gran Bretaña una rebelión de inmigrantes sacudió a Cameron y en Alemania Merkel ha sufrido varias derrotas electorales en elecciones regionales .
La rebelión que recorre el mundo es el camino para derrotar la política imperialista, para que la crisis no la paguen los trabajadores sino las multinacionales y los banqueros. Esto ya es consigna y programa de los Indignados, los trabajadores y la juventud que sale a la calle en cada país.
UIT CI Noviembre 2011