La accidentada visita de Obama a Afganistán
El pasado domingo el Presidente Barack Obama realizó un viaje sorpresa a Afganistán para elevar la moral de las tropas.
Obama llegó a la base aérea de Bagram y fue recibido por el general Stanley McChrystal. Supongo que soltaría la típica perorata sobre el sueño americano (convertido en pesadilla en Oriente Medio) y aquello de que Estados Unidos es “el pueblo elegido de dios” (ya saben: God Bless América, God Save América), Después fue a visitar a Hamid Karzai, el doméstico que usa túnica en lugar de librea que dice ser presidente del país, pero manda menos que un reo en un juzgado. Quizás por eso le llaman, jocosamente, el alcalde de Kabul.
Lo que no ha trascendido- no es conveniente-, es que la base de Bagram fue atacada con cohetes ese mismo día por la insurgencia afgana. El ataque lo confirmó Jeffery Loftin, portavoz de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN) quien se apresuró a decir que Obama «ya se había marchado» aunque no está del todo claro si, en el momento del ataque, aún se encontraba arengando a su traílla uniformada.
Nadie sabe- esas cosas las ocultan los medios- si la “ofensiva de Obama” que decía El País, acabó en “retirada por patas” y a ciento por hora. ¿Se imaginan a nuestro hombre animando con el “Yes We Can” al piloto de la aeronave para que lo sacara de allí? Con el tiempo lo sabremos.