El verdadero rostro de Chávez
Escribe: Miguel Sorans
Dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI
En el mundo se sigue difundiendo, por sectores de la prensa imperialista y patronal, que el gobierno de Chávez, asesorado por Cuba, marcha al socialismo e incluso al “comunismo”. Por otro lado, Chávez abona esta tesis con sus encendidos discursos “contra el capitalismo” y dando vivas a la “revolución socialista”. Esto ha generado que miles de luchadores obreros y antiimperialistas latinoamericanos, sigan creyendo que el de Chávez es un gobierno que apoya al pueblo, le da conquistas y que está avanzando hacia el socialismo.
Aunque les parezca mentira a muchos luchadores, esto es una farsa. El verdadero rostro de Chávez es otro. El chavismo, al igual que el peronismo o el lulismo (PT de Brasil) son movimientos que, con discursos populistas, sostienen el capitalismo en sus países y pactan con las multinacionales, los empresarios y las burocracias sindicales contra el pueblo trabajador.
Solo así se puede entender que en Venezuela crezca el sicariato sindical y campesino, al calor de la total impunidad brindada por el gobierno de Chávez. Nos referimos a las patotas asesinas que matan a luchadores que movilizan y critican al gobierno. O son opositores clasistas, como es el caso de CCURA y la USI.
Este sicariato se envalentona en el marco de un gobierno que, desde hace varios años, ha señalado que los sindicatos o sindicalistas que se opongan a su gobierno y reclamen por fuera de sus planes económicos, son “contrarrevolucionarios” y agentes “imperialistas”. Este es el verdadero asesoramiento que le da Cuba. El castrismo hace más de 40 años que ha prohibido el derecho de huelga en la isla y que los trabajadores y el pueblo cubano opinen libremente. O sea, estamos ante una variante que podríamos llamar estalinismo burgués. Porque es autoritarismo antiobrero y antipopular, en nombre del socialismo, para sostener el capitalismo. Un cóctel nefasto para los trabajadores y el pueblo.
La estrategia antiobrera de Chávez la ratificó el 30 de abril en un acto con “trabajadores”: “Si la clase obrera va a defender sus intereses primero antes que los intereses del pueblo, entonces sería egoísta, no sería socialista”. ¿Cuáles son los “intereses del pueblo” para Chávez? ¿Los de Chevron y las multinacionales con las cuales pactó entregar la Faja petrolera del Orinoco? ¿Los de la boliburguesía (burguesía chavista) que hacen sus negociados, como los de Argentina? ¿O los de los banqueros, exportadores e importadores que favoreció con una devaluación en enero de este año?
Una semana antes del 1º de mayo, el gobierno otorgó un aumento del 40% a los militares. Pero a los trabajadores solo les adelantó, ya estaba anunciado para setiembre, un 15% al Salario Mínimo, que es de 1.223 bolívares fuertes (175 dólares, valor mercado paralelo 7 Bs. F). O sea, no hubo ningún aumento real. Cero para el trabajador, mientras la devaluación y el aumento de la carne y las verduras hundieron el salario. Pero, según la teoría de “la clase obrera socialista” de Chávez, los trabajadores que salgan a reclamar para que le den el mismo 40% que a los militares, serían “egoístas” e irían contra su “socialismo”.
“La economía venezolana, dijo el FMI y ayer lo repitieron en el Banco Mundial, entró en recesión y que el PIB cayó en 2009 es verdad, y que va a caer de nuevo en 2010, podría ser verdad”, dijo Chávez, quien además citó cifras oficiales que dan cuenta de la caída de la economía venezolana en el primer trimestre del año. Chávez no ha apostado a medidas socialistas para enfrentar la crisis, sino que ha apelado al recetario más ortodoxo del capitalismo para descargar el peso de la crisis sobre los hombros del pueblo pobre y la clase obrera.
Esto se complementa con una política cada vez más represiva hacia los que luchan. Chávez tiene preso al dirigente Rubén González de Ferrominera por defender a sus trabajadores. En la Costa Oriental del Zulia, 15 obreros del petrolero, de subcontratistas, están detenidos por reclamar sus prestaciones sociales y por el derecho a ser absorbidos en PDVSA. El 12 de marzo la policía reprimió, en Maracay, la marcha antiajuste convocada por al UNT de Aragua. Y últimamente Chávez ha lanzado la llamada “guerrilla comunicacional” que, con el argumento de hostigar medios privados “imperialistas”, refuerzan la censura y la prohibición del acceso de los que luchan a los medios de comunicación estatales.
Este es el verdadero rostro de Chávez. La bronca obrera y popular tiene que ser canalizada en movilizaciones por el salario, contra el sicariato, entre otras reivindicaciones, y construyendo una nueva alternativa política de los trabajadores. En esas tareas están empeñadas CCURA y la Unidad Socialista de Izquierda (USI).
El Socialista 05/05/10