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El problema del partido revolucionario en América Latina

El problema del partido revolucionario en América Latina
marcha_verticalUna de las causas de la crísis de la izquierda, de su casi inexistencia en la vida política de nuestros paises, tiene que ver con la estructura y el funcionamiento de sus partidos.

Al día de hoy nadie podrá negar que los partidos de la izquierda radical están en crisis. Estos partidos, no solo se han “atomizado” en los últimos años -lo que demuestra, por otro lado, una aguda desorientación ideológica- sino que, sin duda lo más grave, han perdido toda audiencia en el seno de los sectores más desfavorecidos de la población y, por lógica consecuencia, toda influencia en la vida política de sus respectivos países. Tratemos de ver lo que pasa.

– La noción de partido imperante

Para analizar este problema hay que remitirse necesariamente a la Historia. La noción de partido que conserva la izquierda radical es la descrita por Lenin en el “Qué hacer”. Para decirlo brevemente, un partido de cuadros, reuniendo lo más avanzado de la clase obrera, y de la intelectualidad progresista, con el objeto de orientar las luchas sociales y políticas hacia la toma del poder. Este partido, ademas, gracias al método de funcionamiento interno llamado “centralismo democrático”, es una formación vertical y homogénea tanto desde el punto de vista ideológico, como estratégico y táctico. Dicho de otra manera, es un instrumento que corresponde a las épocas de proscripción y de represión aguda, que hacía de la clandestinidad la condición sine qua non de la sobrevivencia.

Por el contrario, esta noción de partido es totalmente inadecuada a la realidad de las luchas políticas actuales, resultantes del periodo histórico que se ha abierto en América Latina, después del fracaso de las experiencias insurreccionales y del regreso de los militares a sus cuarteles. Hoy, en el contexto del “retorno a la democracia”, la única manera de tener una presencia y alguna influencia en la vida política, es la de participar en las contiendas electorales.

Este periodo, por lo demás, es largamente favorable a la difusión de las ideas de izquierda, habida cuenta las consecuencias de las políticas neoliberales que han literalmente devastado nuestros países y creado una extraordinaria polarización entre los minúsculos sectores acomodados y la inmensa mayoría de la población. La mejor prueba de esta nueva subjetividad,que en algunos países alcanza niveles pre-revolucionarios, la constituyen los resultados electorales arrasadores de candidatos progresistas, como Hugo Chavez, Evo Morales, Rafael Correa, etc.etc.

– El viejo partido y la practica política

Esta situación, sin embargo, no ha beneficiado en nada a los partidos de izquierda. Por el contrario, éstos se hunden cada vez mas en la división y en la inexistencia política. Una parte de la explicación de este fenómeno tiene que ver justamente con la noción de partido vigente. En efecto, un partido cerrado, cuasi-clandestino, dirigido con mano de fierro por una dirección que no se renueva nunca, rumiando cada día las certidumbres de otra época, no puede interesar electoralmente a nadie. Además, ninguno de estos partidos se ha tomado la molestia de tratar de implantarse profundamente en su realidad nacional, comenzando por el nivel municipal, participando de alguna manera en la solución de problemas, a veces irrelevantes, pero que tienen un fuerte impacto en la vida cotidiana de la gente.

Si a este distanciamiento voluntario e injustificado de la vida institucional se agrega la naturaleza del discurso del “todo o nada”, que caracteriza a la izquierda radical, los ínfimos resultados que ésta obtiene en cada elección se explican por si solos. Estos compañeros no quieren entender que en un acto eleccionario, la disyuntiva planteada no es entre socialismo y capitalismo, sino, de un lado, entre continuar y profundizar el capitalismo, y de otro lado, en tratar de resolver problemas urgentes de las clases desfavorecidas y ayudar a crear las condiciones objetivas y subjetivas para avanzar en la construcción de una sociedad socialista. Dicho de otra manera, no quieren aceptar que el socialismo no se puede construir por decreto, de un día para otro, y menos aún en su solo país.

– Frente a esta situación, qué hacer?

En Europa, la consciencia de este impasse teórico sobre la naturaleza del partido, y de su incapacidad a tener un rol protagónico en la marcha del pais, ha producido ya un cambio que merece atención. En Francia, concretamente, la LCR (Liga comunista revolucionaria), un partido emblemático de la llamada “extrema izquierda”, con 40 años de existencia, decidió disolverse y crear el NPA (Nuevo partido anti-capitalista), abierto a todos los que quieran integrarlo. En esta mutación no solo ha desaparecido el nombre, sino también toda referencia ideológica (trotskista), la organización tradicional en células, el método del centralismo democrático, y las practicas ancestrales del secreto sobre la identidad de sus dirigentes y de las actividades partidarias.(http://www.npa2009.org/)

En otro sector del panorama político francés, el problema del partido ha sido abordado también, recientemente, por una de las principales figuras de la corriente ecologista Daniel Cohn Bendit, el carismático líder del histórico movimiento de Mayo de 1968, hoy diputado europeo. En lugar de crear un nuevo partido, con vistas a la elección presidencial de 2012, Cohn Bendit propone nada menos que la constitución de … “cooperativas políticas”.

“Nosotros tenemos necesidad -dice Cohn Bendit- de una estructura perenne y al mismo tiempo flexible, capaz de elaborar posiciones colectivas y de llevar adelante el proyecto ecologista, sin condenarlo a la esterilidad debido a las disputas internas de poder y a la loca tempestad de egos en competencia”. Estas cooperativas, que deberán aceptar aun a los militantes de otros partidos, tendrían como finalidad explícita la de crear lo que se denomina en el lenguaje político tradicional, la linea política del movimiento ecologista, recogiendo el aporte de todos los que quieran participar en esa aventura de crear un mundo “sustentable”, como se dice actualmente. (http://www.liberation.fr/politiques/0101625905-inventons-ensemble-une-cooperative-politique),

– Un debate inevitable

Esta idea de transformar el partido en un conjunto de cooperativas políticas puede parecer estrambótica, sin embargo, formalmente, no se diferencia mucho con la arquitectura orgánica que ha adoptado el NPA, abierta a todos, sin otra exigencia que la de querer terminar, de una vez por todas, con el capitalismo.

En el fondo, de lo que se trata, es de transformar el viejo partido de militantes en un movimiento de votantes, lo mas grande posible; en otras palabras, el viejo partido selectivo, altamente ideologizado, donde todos estaban dispuestos a asumir todos los riesgos, en un movimiento amplio de voluntades solidarias, socialmente heterogéneo, que les garantice, sino el acceso al gobierno, por lo menos una presencia y un cierto peso político. No parece improbable que el NPA y los ecologistas franceses se hayan inspirado, para llevar a cabo o para proponer esa mutación, en ciertas experiencias latinoamericanas, donde movimientos de este tipo, sin estructura orgánica particular, sin definición ideológica precisa, se han impuesto abrumadoramente en las elecciones.

La experiencia europea no parece la más adecuada a las realidades latinoamericanas. El problema del partido no se reduce a cómo hacer para ganar, u obtener buenos resultados en las elecciones. Para darse cuenta de esto basta preguntarse qué rol podrían jugar esos partidos suis generis si alguna vez llegaran al gobierno y quisieran comenzar a construir una sociedad socialista, como es el caso de Venezuela, o de Bolivia, por no citar que los procesos más avanzados. A pesar de ello, tienen la extraordinaria virtud de, como se dice, “patear el tablero” de la ortodoxia, y eso es muy saludable.

El partido, como instrumento de lucha revolucionaria, debe adaptarse a la condiciones actuales. De eso no cabe la menor duda. Esperemos pues que esto llegue a entenderse y que se abra el necesario debate.

José Bustos

Moderador de la lista de reflexión y debate:

http://groups.google.com/group/nicalco-nicopia?hl=es

josébustos Para Kaos en la Red   27-3-2010