Alianza antiobrera en pleno desarrollo: 34 despedidos más en ensambladora de Mitsubishi
Chavez alo presidente
El gobierno muestra su rostro reaccionario y antiobrero en Mitsubishi
Para las transnacionales todo, para los trabajadores nada. Esa parece ser la consigna que aplica el gobierno en el caso del conflicto laboral que se desarrolla en la ensambladora automotriz de la transnacional japonesa Mitsubishi, ubicada en Barcelona. Ya suman más de 200 despidos en esta empresa, como parte de una política de patronos y gobierno para liquidar cualquier vestigio de resistencia obrera frente a los abusos de la transnacional.
La empresa viene aplicando lock outs, o cierres patronales, así como despidos masivos que cuentan con el aval y el apoyo irrestricto de la Inspectoría del Trabajo, en una ofensiva que se remonta al año 2009, cuando una huelga fue reprimida por la policía de Anzoátegui, que asesinó a dos trabajadores; y luego la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias desmontó la huelga al amenazar con usar la fuerza represiva de la Guardia Nacional para aplastar a los trabajadores.
“La Inspectoría Alberto Lovera no da explicaciones lógicas ni al personal ni al público de lo que está pasando en MMC. Son falsas las acusaciones de violencia. De hecho, hoy (ayer) los gerentes dijeron que iban a desalojar porque nosotros estábamos manifestando y quemando cauchos, lo cual no es cierto”, dijo un trabajador al diario regional El Tiempo. El diario constató que en las adyacencias de la empresa no había rastros de neumáticos.
Son 49 despidos en las últimas dos semanas, lo que se suma a las más de 150 personas despedidas en septiembre del año pasado por los patronos, con la colaboración de los burócratas del Mintrass, quienes por órdenes superiores aprobaron las calificaciones de despido.
El gobierno pretende aplastar a los trabajadores de la Mitsubishi para aleccionar a toda la clase obrera y dar una muestra de su confiabilidad represiva a las transnacionales con las que tiene importantes pactos para la explotación petrolífera. Recientemente, el presidente Chávez calificó a las transnacionales Repsol, Chevron, y Mitsubishi, como sus «aliados», durante un acto en el que entregó concesiones por 40 años a estas empresas para que exploten la Faja Petrolífera del Orinoco.
