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Elecciones parlamentarias. Por un Frente Independiente de Luchadores

Elecciones parlamentarias. Por un Frente Independiente de Luchadores
Ni chavismo ni partidos de la derecha proyanki, por un frente de izquierda autónomo
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Venezuela y el proceso revolucionario atraviesan por una encrucijada. Una crisis generalizada se cierne sobre el país. Esa crisis es económica, política y social, y se potencia por el colapso del sistema eléctrico nacional. El descontento social que crece en el país está en la base del progresivo desgaste del gobierno, el cual ya empieza a afectar la imagen del propio presidente Chávez.

No obstante este malestar popular que se manifiesta en un crecimiento inusitado de las luchas y conflictos obreros y populares, los trabajadores y el pueblo no optan políticamente por adscribirse a los partidos de la burguesía tradicional, organizados alrededor de la Mesa de la Unidad Democrática. Estos siguen dando tumbos, sumidos en una confrontación interna a cuchillo por las candidaturas parlamentarias, y no crecen orgánicamente, según lo reflejan todas las encuestas. Mientras tanto, en el PSUV continúa la crisis sorda en su interior, así como con sus aliados. Esta crisis adquiere evidencia pública con la renuncia de Henri Falcón. Sólo el todopoderoso dedo de Chávez mantiene aún “unido” al partido de gobierno, a la espera de los resultados de las elecciones de septiembre.

Para nadie es un secreto que las esperanzas depositadas por el pueblo en Chávez, cada vez se van más frustradas. Las Misiones se quedaron estancadas; los servicios públicos a punto de colapsar; la salud por el suelo; una crisis económica que el gobierno pretende hacer recaer sobre los hombros de los trabajadores, aumentando el IVA y devaluando brutalmente la moneda, son el marco en el cual se llevarán a cabo las elecciones para escoger a los diputados de la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre.

Ya es claro que ni el gobierno, su partido y la nueva burguesía en el poder, así como tampoco los partidos de la derecha tradicional son alternativa para el pueblo y los trabajadores venezolanos.

Chávez defraudó a millones de personas que apasionadamente pusieron sus esperanzas de redención social en él y en su proyecto del llamado socialismo del siglo XXI. Es evidente que este proyecto de colaboración de clases no es socialista, ni siquiera verdaderamente antiimperialista. El socialismo queda en la simple retórica, cuando el gobierno pacta con las transnacionales en las empresas mixtas, que no son más que explotación del pueblo y del país. Este proyecto “nacionalista” al servicio de la boliburguesía y las transnacionales entró definitivamente en crisis. Por otra parte, a los partidos de la derecha, golpistas y proyankis, los conocemos ya desde hace mucho tiempo. Durante 40 años asesinaron al pueblo, saquearon al país y lo entregaron al imperialismo, y hoy no tienen nada que ofrecer a los trabajadores.

En ese marco crece una amplia franja de personas que no se identifican con uno ni con otro. Han roto con el chavismo, no quieren saber nada de los partidos de la Mesa de la Unidad, sin embargo todavía abrigan esperanzas, luchan por sus derechos, y buscan una alternativa política que rompa con estos dos polos que son caras de la misma moneda burguesa y capitalista.

La crisis, la devaluación, el alto costo de la vida, las luchas, y nuestras esperanzas están cruzadas hoy por un nuevo proceso electoral que se abre en el horizonte político cercano.

La Unidad Socialista de Izquierda no se hace ilusiones con los procesos electorales en el marco burgués. No creemos que ellos por sí solos resuelvan nuestros problemas. Sin embargo, consideramos que son una gran oportunidad para dirigirnos a millones de trabajadores para presentarles nuestro programa para luchar por nuestras reivindicaciones y por el verdadero socialismo con democracia obrera. Estas elecciones son un inmenso altavoz para poner en la calle, en los barrios, en las comunidades, en las universidades y fábricas, un programa de lucha y de ruptura con el gobierno, así como de enfrentamiento a la engañosa oferta burguesa de los partidos de la derecha proimperialista. No somos abstencionistas. No dejaremos sólo al pueblo en medio del carnaval electoral, sometido a la presión y al avasallamiento rojo-rojito del gobierno, o a las propuestas políticas de la burguesía y sus partidos.

Sabemos que ya existen luchadores antiimperialistas que desde distintas organizaciones políticas, sociales y populares, vienen lanzando propuestas positivas de unidad electoral para dar la pelea política en las próximas elecciones, y presentar una tercera alternativa al pueblo y a los trabajadores del país.

Es así que desde la Unidad Socialista de Izquierda (USI) saludamos estas iniciativas y llamamos a todas las organizaciones políticas dispuestas a levantar una alternativa electoral de independencia de clase, tanto frente al gobierno como ante los patronos y sus partidos, a conformar un FRENTE INDEPENDIENTE DE LUCHADORES, que presente candidaturas obreras, estudiantiles y populares, con verdadero arraigo social, encarnadas en hombres y mujeres probados en la lucha cotidiana por nuestros derechos.

Proponemos que esas candidaturas se postulen a la Asamblea Nacional con un programa de independencia de clase, que tenga como elementos centrales los siguientes:

Por un plan nacional de obras públicas y viviendas para el pueblo trabajador.

Aumento general de salarios. Escala móvil para homologar los salarios a la inflación.

Estabilidad laboral. No a los empleos precarios y tercerizados en las empresas públicas y privadas. Escala móvil de trabajo.

Por la autonomía sindical.

Defensa del derecho de huelga y a la contratación colectiva.

Por la defensa de las libertades democráticas y contra la criminalización de la protesta social. Libertad para Sabino Romero y Rubén González. Por investigación y castigo de los asesinatos de Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena.

Por servicios públicos gratuitos y eficientes. No al aumento encubierto del agua y la electricidad. Que los trabajadores, ingenieros y técnicos del sector eléctrico discutan un plan para enfrentar la crisis eléctrica y de recuperación del sistema eléctrico nacional.

Por una reforma agraria que le dé las tierras a los campesinos pobres que la trabajan. No al latifundio.

Plena soberanía sobre el petróleo y nuestros recursos naturales. Por una industria petrolera 100% en manos del Estado. No a las empresas mixtas. Fuera las transnacionales del petróleo.

Por el no pago de la deuda externa.

Por un Gobierno de los Trabajadores y el Pueblo.

http://laclase.info
Unidad Socialista de Izquierda 29-3-2010