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Cristina, el “Pepe” y Botnia ¡Contaminan!

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Cristina, el “Pepe” y Botnia ¡Contaminan!

El pueblo de Entre Ríos sigue reclamando “Fuera Botnia”

En las últimas semanas, el gobierno lanzó una nueva ofensiva contra la heroica lucha de los asambleístas de Gualeguaychú. Luego de intentar -en vano- vender el fallo del tribunal de La Haya como un gran triunfo, e interpelar a los vecinos para que levantasen el corte, el kirchnerismo intenta ahora desarticular su lucha a través de la justicia.

Escribe: Juan Rivera

El gobierno querellará contra un grupo de asambleístas a los que acusa, entre otros delitos, de “atentado al orden constitucional y a la vida democrática”, “daños a bienes públicos” y “homicidio culposo”. Para esto, la propia Cristina debió firmar un decreto que habilita al gobierno actuar como querellante en la causa apelando a una ley de la dictadura de Onganía. De esta forma, pretenden aleccionar a los miles de vecinos que hoy sostienen la medida, y forzarlos a retirarse del puente. Así, el kirchnerismo daría una respuesta al reclamo que su par uruguayo le viene haciendo de hace tiempo, acerca de liberar el paso que une a Uruguay con Argentina, dando -además- vía libre a las pasteras.

Ni con palos, ni con causas Haciendo gala de su acostumbrado doble discurso, el gobierno pretende hacer pasar la criminalización de los asambleístas como una medida “progresista”. El planteo -bastante desmemoriado- es que no acostumbran a reprimir las luchas. “El gobierno va a actuar como actuó siempre. El gobierno no va a reprimir” (Clarín, 11/06), dijo, sin sonrojarse, Aníbal Fernández. Se olvidaba, por ejemplo, de la violenta represión a los trabajadores de Kraft del año pasado. En realidad, los verdaderos motivos por los cuales no acuden a la represión son los costos políticos que esto generaría. Si lo hiciesen, podrían echar por la borda miles de votos para su proyecto reeleccionista de cara a 2011. Casualmente, uno de los principales operadores de la maniobra judicial es el mismo Aníbal Fernández, quien en 2002 oficiaba de secretario general de la Presidencia de Duhalde cuando éste ordenó la represión en Puente Pueyrredón que decantó en el asesinato de Kosteki y Santillán, generando una enorme crisis política en su gobierno, obligándolo a adelantar las elecciones. Por eso es que los Kirchner actúan con cautela. El propio Zaffaroni, miembro de la Corte Suprema, ha dicho que el corte no puede ser tomado como un delito sino, en todo caso, como una simple contravención.

De “causa nacional” a “piqueteros delincuentes” La estrategia legal impulsada por el kirchnerismo es, además de una trampa, una muestra cabal de su complicidad con Botnia. Durante todos estos años de conflicto el gobierno ha ido adoptando distintas posiciones, aunque siempre al servicio desarticular la lucha. Al principio salió a calificarla como una “causa nacional”, para intentar ganarse la simpatía de los asambleístas. Mientras tanto, esperaba que el conflicto se agotase por su propia cuenta. Cuando comenzaba a verse la tenacidad con que los vecinos de Gualeguaychú sostenían la medida, el kirchnerismo llamó a confiar en la justicia imperialista de La Haya. Una vez pronunciada esa corte intentó vender su fallo como un gran triunfo, invitando a los vecinos a levantar lo que consideraba una batalla perdida. Hoy, incapaz de levantar el corte, los mecanismos comienzan a agotarse y el kirchnerismo empieza a mostrar con más claridad su rostro: el de agente de las pasteras contaminantes. Todo esto, acompañado por una furibunda campaña en la que tildan a los asambleístas de delincuentes. En realidad, los únicos delincuentes son los empresarios imperialistas que se llenan los bolsillos a costa de destruir el medio ambiente. Delincuentes son los funcionarios que garantizan los grandes negociados de estas empresas, lo mismo que los gobiernos capitalistas que operan como sus agentes, en este caso los de Uruguay y Argentina. La lucha de los asambleístas de Gualeguaychú, mal que le pese al kirchnerismo, sigue siendo “causa nacional”. No podemos esperar que la destrucción del medio ambiente por parte de las pasteras sea un hecho consumado, tal como pretenden los Kirchner y Mujica. Por eso es que desde Izquierda Socialista apoyamos todas las iniciativas tomadas por la asamblea de Gualeguaychú, a la vez que denunciamos el intento del gobierno de acallar su lucha por medio de la persecución judicial.

El Socialista 16/06/10