Sin embargo, encontramos más que necesario buscar el modo de acercarnos y comprender el ciclo de luchas que están sucediendo, en medio de un contexto de disputa global entre la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos y China por el control de los recursos naturales esenciales para el nuevo ciclo tecnológico que se avecina, y una muy posible reconfiguración de los mapas productivos globales.
Golpes de Estado y la resistencia al poder colonial francés
Resulta contradictorio vincular el concepto «Golpe de Estado» con el de «resistencia al poder». En algunos casos se ve mas clara la distinción y podemos hablar de Revolución, pero en otros resulta mas complejo. En esa contradicción navega África. Esa complejidad hace que nos sea difícil comprender y explicar una enorme diversidad de contextos de un continente con mas de 2000 lenguas nativas, 54 países reconocidos por la comunidad internacional, otros no reconocidos y 10 dependencias coloniales.
El uranio es el principal recurso natural que posee Níger, y es un recurso escaso en el mundo. Actualmente Níger produce el 5% del uranio en el mundo. Es uno de los 7 principales productores del mundo, Junto a Kazajitán, Rusia, Australia, Uzbekistán, Namibia y Canadá. Kazakistán, aliado de Rusia, produce el 46% del Uranio, sumado al 6% de Rusia y el 7% de Uzbekistán, ese eje ya controla casi el 60% de ese recurso fundamental para la energía nuclear. Además de que una de cada tres bombitas de luz en Francia utilizan energía nuclear derivada del uranio que viene de Níger, en un contexto de crisis energética, también aparece otro alerta vinculado al control global del uranio en un contexto de guerra… controlar el insumo nuclear.
Esta contradicción aparece en el contexto actual a partir del reciente golpe de Estado en Níger. Un levantamiento militar derroca a un gobierno fuertemente cuestionado y sin legitimidad popular, que había sido elegido por elecciones democráticas pero con una oferta condicionada por occidente en un país, como otros de la región, muy sometido a la injerencia francesa. Este golpe de Estado tiene una particularidad que es un llamado de atención a la geopolítica global: la presencia de Rusia. Manifestantes, en nombre de su libertad reivindican a Putin y se oponen a Francia.
La junta suspendió los acuerdos mineros (de uranio en particular, clave para la energía nuclear francesa), los acuerdos militares (que incluían una base permanente de 1500 militares franceses y libertad de operación para grupos de elite). Francia ya inició una evacuación de emergencia de todo su personal, a lo que se suma la evacuación de otros países occidentales, algo muy recurrente que suele suceder cuando los imperios que se desmoronan.
Las tensiones en ascenso, tras la quita de ayuda humanitaria por parte de occidente, no descartan una intervención militar en Níger por parte de occidente, es decir, una invasión. Las tensiones fueron creciendo en los últimos días donde, no solo Francia sino también Estados Unidos, empezaron a presionar tanto a la junta nigerina para restablecer el gobierno anterior como a sus vecinos para una probable invasión.
La opción militar divide a los países del continente africano e incluso a los miembros de la propia CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental). Por el momento, los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal han confirmado de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino. En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, se oponen al uso de la fuerza y señalan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos. Guinea, Argelia y Chad, se sumaron a los anteriores oponiéndose a la invasión.
Por su parte, Francia también ha suspendido la totalidad de su ayuda económica a Burkina Faso, como represalia por este alineamiento.
Luego de que Francia haya desaconsejado viajar a la región, Air France suspendió temporalmente los vuelos a las capitales de Mali y Burkina Faso. La compañía francesa ha alegado que esto se debe a la necesidad de ajustar las rutas al cierre del espacio aéreo de Níger. El mismo había coincidido con el cierre del ultimátum que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) había a los militares en el poder para restaurar el orden.
Mientras esto sucede en Níger, mas al este, Sudán atraviesa una interminable guerra civil con la complicidad por acción u omisión de occidente, y recientemente en Amhara (Etiopia) estalló una nueva crisis. Allí, el gobierno de la región de Amhara, en el noroeste de Etiopía, ha solicitado al gobierno federal que intervenga, desplegando al ejército federal, ante la escalada de violencia en la región. La situación en Amhara ha ido empeorando progresivamente desde que el gobierno ordenó, el pasado mes de abril, la disolución de las fuerzas de seguridad regionales provocando el estallido de protestas y enfrentamientos armados.