Avancemos en la coordinación nacional
En Haedo, San Martín y Lomas de Zamora, entre otros lugares, surgen espacios de coordinación entre trabajadores para luchar.
Escribe: Mariano Manso
En Haedo, San Martín y Lomas de Zamora, entre otros lugares, surgen espacios de coordinación entre trabajadores para luchar.
Escribe: Mariano Manso
Crece la estadística de muertos en Haití. Oficialmente son ahora 216.000. También crece el número de soldados invasores que, entre la MINUSTAH (ONU) y los yanquis, suman más de 20.000. Sigue la falta angustiante de agua, comida y atención médica para la inmensa mayoría del pueblo haitiano. También crece la bronca, la autoorganización popular y la solidaridad: este fin de semana una caravana con ayuda concreta partió de República Dominicana y pudo organizar la solidaridad en Puerto Príncipe.
El Titanic de la economía griega, como lo definió su propio ministro de Finanzas, se ha topado con el duro iceberg de la opinión pública. Crece el sentimiento antieuropeo en la república helena.
“No hay alzas de precios generalizadas, sino un tema puntual con la carne”, dijo Cristina. El ministro Boudou habló de “reacomodamiento” de precios. Y Aníbal Fernández dijo que los aumentos son la mejor prueba que el gobierno “está mejorando la distribución del ingreso”. ¡Qué pedazo de caraduras!
Nuestro partido está impulsando en lugares de trabajo, universidades y plazas una campaña de recolección de aportes para ayudar al pueblo de Haití. El dinero se lo enviamos a ROZO (Red de Organizaciones de la Zona Oeste-Puerto Príncipe), avocada a la ayuda humanitaria. Son muchos quienes aportan para solventar aunque sea en parte la terrible situación del pueblo haitiano.
La situación del pueblo de Haití es deseperante. La ayuda humanitaria no debe esperar. Llamamos a nuestros lectores a seguir colaborando.
Tucumán: Primer día del debate. Se leyeron los casos de las 22 víctimas desaparecida
Durante tres horas se leyó ayer el requerimiento de elevación a juicio de la megacausa ex Jefatura de Policía frente a los siete represores acusados por los delitos de privación ilegítima de la libertad, torturas, asociación ilícita y homicidio calificados que se cometieron contra 22 víctimas que estuvieron en cautiverio en la ex Jefatura de Policía. Allí, las víctimas permanecían detenidas entre tres a cuatro días, eran interrogadas en salas de torturas, comían sólo dos veces por día “sobras” de la cárcel del penal de Villa Urquiza, entre otras atrocidades que se detallaban en el expediente. En la lista figura el periodista Eduardo Ramos y su esposa Alicia Cerrota.